Pobreza y seguridad social: el Estado debe prepararse

La desigualdad está instalada, con tendencia a aumentar por el incremento de la Pobreza y el reverdecer de los llamados nuevos pobres que vienen de la clase media empobrecida, empujada por la inflación, los despidos y falta de inversión que genere fuentes de trabajo en el sector público como el privado.-
Se sabe que la equidad social no está condicionada al éxito económico, cierto es que la mejor receta es más crecimiento, más empleo, más trabajo pero mejor salario.-
La Seguridad Social es una filosofía de vida del Estado y debe sostenerse en las buenas y las malas. Podría sintetizarse que necesitamos menos asistencialismo y más Derecho Social que forme parte de una sólida Seguridad Social.-
Haciendo una síntesis de conclusiones de varios autores y estudiosos de la problemática social como Norberto Alayon, Aldo Neri, Bernardo Kliksberg y otros podemos afirmar que el Derecho Social es independiente del estado laboral de la persona y es inherente a la ciudadanía, debe ser universal, y se corresponde a la dignidad personal como un derecho humano inescindible, debe evitarse el riesgo de la manipulación o la dependencia permanente.
Hay que reforzar el salario en lugar de repartir cosas que tientan al asistencialismo. Hay que lograr la responsabilidad del sujeto de derecho apostando a incentivar su deber en el campo de la salud y la educación, capacitándolo para lograr una digna salida laboral.
Apuntar a la niñez profundizando la Asignación Universal por hijo como programa de transferencia de renta condicionada a los dos campos mencionados. A la vejez reconociendo que no alcanza con la jubilación ni la pensión no contributiva sino abordar programas integradores de todos los aspectos de la vida que merecen quienes entregaron la suya por una sociedad mejor. La maternidad en esa extraordinaria conjunción de una madre y su niño por nacer o nacido que requiere la máxima contención afectiva y protección social.
Y otro gran tema es la desocupación como emergente doloroso del sistema económico liberal, el Estado como clara expresión de la sociedad organizada debe respaldar a esa persona para incorporarla nuevamente al campo laboral, como la mejor política social contra la pobreza y que devuelve dignidad.-
Hay síntomas inequívocos de mayor inequidad y pobreza, es el momento de preparar al Estado con todos sus nobles recursos para luchar por una sociedad más justa, promoviendo la conjunción de factores que posibiliten la felicidad personal y de la familia en un clima de paz, concordia y el optimismo por un futuro venturoso. Sin un Estado presente, solidario, proactivo y con claros conceptos sobre la Seguridad Social, es imposible la Pobreza Cero, en cualquier lugar del mundo.-