Cerca de un centenar de personas, en su mayoría del barrio “60 Viviendas”, participaron esta tarde de una movilización por la avenida El Libertador de la “Ciudad de las Flores”, hasta el edificio de la Comisaría central, donde expresaron sus reclamos por la tibia participación de los uniformados al momento de producirse la brutal agresión que recibieran Julio (22) y Diego Báez (26), por parte de un grupo que, machetes en mano, cargó contra ellos provocándoles graves lesiones. El subcomisario Celestino Medina, quien asumió funciones en Montecarlo hace quince días, escuchó a los manifestantes y recomprometió un mayor accionar policial para prevenir futuras situaciones como la acontecida este último fin de semana.
En el ataque, Julio sufrió la amputación de su mano izquierda, hecho que ocurriera durante la madrugada del domingo, a la salida del bailable “Deja Vu”, en una gresca en la que su hermano Diego recibiera también una dura golpiza y debiera ser hospitalizado por traumatismo craneano. La intervención policial arrojó como resultado la detención de los tres supuestos agresores, (Juan C., Pedro C. y Hernán C.) quienes se encuentran desde esta mañana alojados en la Unidad Penal III de Eldorado por disposición del titular del Juzgado de Instrucción Nº 1, Roberto Saldaña.
La marcha estuvo encabezada por familiares de Julio, quien se encuentra internado en el Hospital Madariaga de la ciudad de Posadas, donde le reimplantaron la mano, y ahora espera la pronta evolución que le evitaría la pérdida de ese miembro. Por su parte, su hermano Diego, ya dado de alta tras la atención médica por el traumatismo de cráneo, relató en exclusiva a Medios del Mercosur que todo se inició dentro del boliche, con amenazas de quienes luego los agredieron, “cuando parecía que todo ya estaba tranquilo, que ya había pasado ese momento de calentura, cuando salimos a la vereda veo que mi hermano (Julio) va hacia el auto, y detrás de él estaban en sus autos esos cinco tipos que se nos vinieron encima con machetes y unos cables gruesos que seguramente tenían en sus autos. Fue terrible porque estábamos con nuestras familias cuando nos atacaron a machetazos y pudieron haber lastimado a cualquiera de ellos. Tratamos de resistir pero era imposible, yo caí al piso un par de veces y pude levantarme. Me di cuenta que estaba sangrando mucho de la cabeza, y ya no vi más a mi hermano. Ya lo habían levantado en un auto particular y llevado al hospital; pero pude ver su mano en el suelo y todos gritaban y lloraban. Fue tremendo ese momento. Lo único que pido es que Julio se recupere pronto y que la Justicia actúe rápido y castigue a quienes hicieron este daño; había policías en el lugar así que está muy clarito todo lo que pasó”, señaló Báez.
