La frase de Jonathan Calleri que generó polémica apenas llegó a San Pablo

«San Pablo es grande, pero yo me quería quedar a jugar la Libertadores acá», dijo antes de partir de Buenos Aires y generó malestar entre los hinchas del conjunto paulista.

La impericia -propia de su juventud- empujó a Jonathan Calleri hacia un desahogo que levantó polvareda. El delantero quedó preso de lo que dijo en Ezeiza, poco antes de partir hacia Brasil y, tal vez sin buscarlo, fue blanco de polémicas aquí y allá. «Quería quedarme, pero me tuve que ir a otro club», fue la frase que dio lugar a la versión argentina de la controversia, que involucró al propio jugador, su entorno y la dirigencia de Boca.

«El San Pablo es grande, pero yo me quería quedar a jugar la Libertadores acá» fue la otra, la que dio lugar a un puñado de titulares maliciosos en la capital paulista, que encendieron a algunos torcedores, el grupo más extremo, aquellos que sintieron que su club fue «menospreciado» con esas declaraciones.

En el Aeropuerto de Guarulhos, sin embargo, no hubo espacio para esos «indignados». Al menos, si por allí estaban, prefirieron camuflarse entre la veintena de personas que se acercaron con buenos ánimos, para darle la bienvenida al delantero, que llegó en vuelo atrasado, cerca de las 22 (hora local). Hubo hinchas con la camiseta tricolor de San Pablo y algunos globos. También varios curiosos y hasta un grupo de pasajeros argentinos que aprovechó una larga escala para acercarse al futbolista. Nada comparable con el tumultuoso arribo de Diego Lugano, una semana atrás.

Por su parte, Calleri se detuvo durante un par de minutos para hablar con la prensa que esperaba por él desde las últimas horas de la tarde. En sus declaraciones, se notó un enorme esfuerzo para no expresarse aún como jugador de San Pablo, ya que recién firmará su contrato este martes. «Me gustaría ganar la Libertadores. Estoy con ganas de jugar, entrar en el grupo. Esperemos que todo termine bien», dijo. Inmediatamente, se refirió a Egardo Bauza el gran responsable de su llegada al Tricolor. «El Patón es un técnico muy ganador. Consiguió la Libertadores hace dos años e hizo mucho para que yo esté acá».

Ajeno a la polémica, sin conocer el revuelo que se generó en Brasil por expresar su deseo de continuar en Boca cuando aún estaba en Ezeiza, resaltó esa gratitud por el Xeneize sin siquiera inmutarse. «Sí, me hubiese gustado quedarme en Boca porque fue el club que me dio todo, me formó como jugador y persona. Soy muy agradecido», sostuvo.

El ex delantero de Boca también demostró que conoce bastante sobre sus nuevos compañeros. «Vi muchos partidos del San Pablo. Conozco a [Ricardo] Centurión y a Diego Lugano, que ha sido uno de los pilares de Uruguay», dijo. Curiosamente, fue Alan Kardec el más elogiado por Calleri. A priori, ambos pelearán por quedarse con el puesto de centrodelantero titular. «Kardec es un jugador que me gusta mucho». Apenas terminó de decir esto, dio media vuelta y, casi corriendo, cerró: «Vamos a tratar de terminar todo, firmar el contrato y ver qué pasa mañana». Luego, se perdió por los pasillos de Guarulhos.

Hoy Calleri se someterá a los exámenes médicos y, si todo sale bien, firmará su contrato, que lo ligará a San Pablo hasta el 30 de junio. Sin embargo, existe una cláusula para que ese plazo pueda ser extendido en el caso de que los de Bauza lleguen a las instancias decisivas de la Copa Libertadores (la final está agendada para el 27 de julio). Después de la firma, los dirigentes del Tricolor lo presentarían de forma oficial.

Una vez que se sume a los entrenamientos, el cuerpo técnico definirá si el jugador se encuentra apto para disputar los primeros partidos del Paulistão (torneo estadual paulista), que comienza el próximo fin de semana. San Pablo debuta ante Red Bull Brasil, en Campinas.

Además de Kardec, centrodelantero puro del equipo de Bauza, Calleri deberá disputar un lugar en el elenco titular con Kieza, que llegó hace menos de una semana al San Pablo tras una excelente temporada con Bahía, equipo de la segunda división brasileña.

De todas formas, el ex All Boys también podría acompañar a ambos y jugar unos metros retrasado en el campo. Como sea, con esta nueva incorporación, Bauza suma variantes para sus esquemas. Eso sí, Kieza ya se aseguró la camiseta «9», por lo que todo indica que el argentino se quedará con la «27», un número que le agrada.

También se espera que la llegada de Calleri sirva para apuntalar el desempeño de Centurión, que entre graves problemas familiares y enormes dificultades de adaptación, tuvo un 2015 para el olvido.

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