«Vamos a crear un grupo especial para investigar delitos económicos»

Asegura que hay que motivar y profesionalizar la tropa. Y predica con el ejemplo. Trabaja todo el día, almuerza en el Casino de Oficiales y hasta algunas noches, se ha quedado a dormir en la Jefatura. Pese a haberse retirado de la Policía hace ocho años, Manuel Céspedes tomó el desafío de volver y convertirse nada menos que en el Jefe, para tratar de imprimirle a la fuerza un mayor compromiso con la sociedad y fortalecer algunas áreas sensibles en la lucha contra el delito.

Formado en una familia de policías, Céspedes es considerado un “duro” dentro de la fuerza. Su currículum lo atestigua. Sin embargo, su familia y amigos todavía le reprochan por haber vuelto a ponerse el uniforme.

 

No tiene empacho en cuestionar algunas cosas que considera que están mal dentro de la fuerza y advierte que hace falta recuperar la «vocación» de ser policía. Además, en este reportaje exclusivo, adelanta cambios estructurales en la forma de brindar seguridad y la creación de un grupo especial para investigar delitos económicos. Sostiene que si no se ataca la estructura financiera, no se le provoca ningún daño sustancial a las organizaciones delictivas que operan en la provincia.

¿Por qué aceptó el desafío?

(Risas) Me lo estoy preguntando yo también… Pero básicamente tengo la vocación impregnada y el día que me muera, dejaré de ser policía. Esa es un poco la respuesta, creo que como en otras actividades, como el periodismo, uno se muere siendo periodista. Creo que todos somos de la misma madera y estamos dispuestos en requerimiento para regresar o dar todo por esta función.

¿Con qué se encontró? ¿Cuál es el primer diagnostico que puede realizar de la policía?

Bueno desde el punto de vista personal me encontré con una policía distinta a la que yo dejé, en algunos aspectos mejoró y en el aspecto que a mí más me importa, que es el servicio, está un poco bajo de doctrina ¿qué quiero decir con esto? Nosotros llevamos el lema en el brazo que dice “permanente vocación de servicio” y eso encierra muchas respuestas. Cerca del ciudadano siempre, pero a partir de eso, brindando en todos los aspectos seguridad a los semejantes, la protección sus bienes y eso un poco se perdió. Noto que el policía debe volver a su vocación, a lo que la doctrina siempre le marcó, no olvidarse del ciudadano, no olvidarse de la contraprestación que siempre digo yo, exige un sueldo, un haber, pero más allá del sueldo, saber que el policía no tiene un horario, saber que el policía es el primero que tiene que llegar para estar al lado de sus semejantes. Todas esas cuestiones, más allá de la calidad técnica, operativa o de estructura que tenía la policía, eso lo tenía bien presente y creo que hoy dejamos de lado esa premisa.

¿Cómo se recupera eso? Porque es clave.

De la forma en que lo estamos haciendo ahora. Incentivando, que el personal vea que están acompañados, respaldados, que uno siente las mismas frustraciones y las mismas alegrías y fundamentalmente en esta jefatura, acompañado del subjefe de la policía, con la misma dinámica nosotros estamos en la calle, vamos a los procedimientos, hacemos un acompañamiento casi personal de todas las cuestiones. Esa es una de las formas y la otra es transmitiendo y dando órdenes que uno pueda ejecutar desde el punto de vista moral y desde la ejecución misma.

Se discute siempre si Misiones es una provincia segura o insegura ¿Qué tipo de delitos tenemos?

Mirando las provincias más grandes, porque Misiones es una provincia media demográficamente, más el enclave entre dos naciones con zonas muy permeables, es segura. Vimos ahora con el tema de los prófugos Lanatta y Schilaci que en zona de campo era casi imposible dar con esa gente, imagínense ustedes la topografía de nuestra provincia un hecho similar, lo difícil que sería. Teniendo en cuenta todo eso creo que es una provincia segura, pero debemos trabajar mucho, para que la policía tenga la estructura necesaria para enfrentar los nuevos acontecimientos y el crecimiento de la población tanto en lo demográfico como en lo económico, lo estructural. Vemos hoy las rutas misioneras, antes uno iba hasta Santa Ana con un tránsito más o menos liviano, hoy uno viaja hasta Iguazú con un tránsito muy pesado y eso marca que Misiones cambió y la policía debe acompañar ese crecimiento. Debemos estar a la altura y eso nos va a llevar tiempo, formación, equipamiento que hoy no tenemos. Obtenido eso, vamos a tener una provincia bastante segura.

¿Y el narcotráfico en las fronteras de Paraguay y Brasil?

No sólo narcotráfico, te diría tráfico de estupefacientes, cigarrillos, armas, todo eso hace que haya una compra de voluntades importantes haciendo un nexo entre todos estos delitos. Eso hace que tengamos que darle mucha importancia porque hay mucha mano de obra desocupada, muchos jóvenes sin trabajo que hoy ven en esa gente, una salida. Ya podemos decir que hay en nuestra provincia unas estructuras cuasi-mafiosas que están operando ocupando esa mano de obra  joven.

¿Y eso cómo se combate para no terminar como Colombia o México que tienen serios problemas con éstas estructuras? ¿Cómo desarticularlas?

La policía es una pata, debemos completar esa pata o esa rueda con otras instituciones similares a la nuestra, el caso de las fuerzas federales, que se involucren seriamente en combatir éstos delitos, aunando criterios, trabajando en conjunto y acompañados muy de cerca por instituciones civiles y lógicamente por la Justicia. Necesitamos de la Justicia en estos casos porque realmente es lo más importante. También juega un rol toda la sociedad, porque no podemos mirar para el costado, porque nos puede afectar a cada familia y en cualquier momento. Esa es la realidad.

Para desarticular esto de las posibles estructuras mafiosas, una de las patas fundamentales es la economía ¿Cómo la policía puede llegar a meterse ahí?

Estamos agilizando la puesta en funcionamiento de una unidad  que combata a partir de la preparación en lo económico y financiero estas bandas. Lógicamente estamos creando esto en apuros en vista de las últimas situaciones –se está detrás de una estructura familiar narco-, pero tenemos el personal para ello. Organizados creo que podemos servir de auxilio para conformar con la parte operativa una actividad importante para combatir estas bandas.

¿Se especializaría la policía en algunos grupos de elite?

Sí. Tenemos el material humano, la policía cuenta con contadores, licenciados y personas preparadas, ahora tendríamos que darle la especialización aparte de su profesión en delitos económicos, así que pronto estaríamos en condiciones de dar respuesta en ese sentido.

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Usted tiene experiencia en grupos de operaciones especiales. ¿Está conforme con la preparación del GOE?

Está muy desnaturalizado en Misiones el uso de los grupos especiales. En vista de lo que conozco en el mundo, no sólo de antes sino que de ahora, veo que los grupos tácticos son altamente especializados y están bien equipados para que el entrenamiento pueda dar frutos. Uno puede tener una unidad altamente preparada pero sin el equipamiento adecuado fracasa, así que debemos tener la conjunción de las dos cosas, tanto la preparación como el equipamiento. En esa búsqueda estamos. Estamos hablando de unidades pequeñas altamente entrenadas, y capaces de, cuando sea rebasada toda capacidad de la fuerza convencional, poder operar y con éxito. La Policía tiene grupos especiales pero que fueron agrandándose y dándole funciones que desnaturalizaron su creación. Por ejemplo el GOE no puede ir a cuidar la cancha de Guaraní. No porque no pueda ir, pero están ante 20 mil espectadores mostrando un grupo especial que tiene que ser utilizado en situaciones especiales y no en un partido de fútbol o manifestaciones. Tenemos que tener una unidad de infantería ligera, equipada, entrenada, para dar respuestas a este tipo de conflictos sociales, con el menor problema posible, y un equipo de contención, y para que en situaciones de extrema peligrosidad, pueda operar. También buscaremos en la Legislatura leyes suficientes para dictar la función de estos grupos especiales que hoy no están establecidas. Vemos en películas y lo que más se ve acá es el famoso BOPE de la policía de San Pablo, pero ese grupo especial, si bien es un grupo altamente entrenado, con equipamiento, también cuenta con una legislación especial, porque contempla por ejemplo el uso de tiradores especiales. ¿Quién va a decir que el tirador entra en acción o no? ¿Qué responsabilidad judicial va a tener esa persona? Todos esos aspectos hoy no están cubiertos en la policía de Misiones. Tenemos que trabajar en doctrina, equipamiento, pero también en legislación y dar mucho énfasis en la creación de equipos de de negociaciones y de gerenciamiento de crisis que es otra cosa que hoy no tiene la policía.

¿Cree que hoy los jóvenes que ingresan a la policía tienen la vocación? ¿Se conserva eso?

En algunos casos si, hay jóvenes que vemos que hacen de todo para ingresar, porque se ven identificados, y por ahí en sus parientes o en su pasado. Otros que así como se nace con la intención de ser periodista, camionero, o médico; quieren ser policías, pero no es la mayoría. El bienestar que han logrado con el tema salarial, que era una búsqueda de mucho tiempo y este Gobierno que ha dado a la policía, hizo que la fuerza se vuelva un fondo laboral. Es muy difícil identificar a aquel que entra por vocación , y no en búsqueda de otra cosa, porque al momento de tomarlos, si bien los estudios lo hace un profesional, en un gabinete nuestro, confunden bastante. Ahora inmediatamente que acceden a la institución, después de los cursos de 6 meses, nueve meses o en el caso de la escuela de Policía, después de 3 años, vemos que por ahí fallamos en la incorporación. Ya sea porque ese funcionario no cumple con los requisitos, o bien porque demuestra a través de sus acciones que no tiene vocación. Estamos reviendo, yo pedí todos los planes de estudio de otras policías más importantes, o que están en un buen nivel educativo, para comparar y ver qué podemos ofrecer en nuestro instituto de formación, y poder trabajar en ese sentido.

Para que se detecte antes a quien no tenga la vocación…

 

Sí, y que aquel que esté, no seguro, pueda incorporar una importante doctrina, y llevar con dignidad el uniforme policial, que es lo que la comunidad reclama. La comunidad no reclama nada raro, sino que así como el maestro da clases, que el policía de seguridad.

 

¿Pretende más policías en la calle?

Es una prédica, siempre fue una prédica en mi función, y yo creo que mi éxito en funciones operativas, fue eso. El poder volcar el máximo de policías a la calle. Es difícil de lograrlo, porque el policía tiene una formación que viene de años, de estar en su dependencia y trabajar sobre hechos consumados. Creo mucho en la prevención.
Esto es como los directores técnicos, cada uno tiene su estilo de juego, el mío se basa mucho en la prevención y tener unidades muy especializadas ya cuando el hecho se ejecuta u ocurre para que lleguemos con la investigación a buen curso.

 

En la primera semana ha resuelto 20 casos…

En realidad gracias a un trabajo de inteligencia y de investigación y el Comando Radioeléctrico local y el pedido de que podamos darle respuestas a los ciudadanos, sí se han descubierto un poquito más que 20 hechos, que ocurrieron antes de mi gestión y algunos durante mi gestión, que para mí resultaba llamativo que no podamos dar respuestas. No obstante están ocurriendo hechos en los barrios que siempre llegamos tarde y no le estamos dando la respuesta adecuada porque todavía no estamos llegando a esos lugares como pretende esta jefatura, lamentablemente.
Yo le ofrecí al Gobierno un plan para descentralizar las comisarías con unidades rápidas, versátiles, a las que denomino módulos operativos y eso está en plena ejecución. No logramos todavía componer esos módulos, porque estamos en meses críticos con las licencias, la misma resistencia del personal a no realizar tareas de calle. Hay un alto nivel de acartonamiento en las dependencias  de trabajar sobre hechos consumados y yo creo mucho en la prevención. Para llegar a esa prevención necesitamos extrapolar los servicios de cada comisaría a los barrios y determinar un mapeo del delito serio, pero nos va a llevar 2 o 3 meses. Yo no puedo mentir, es el tiempo mínimo para mentalizar a nuestro personal y para poder llevar a cabo esos módulos en los distintos barrios.

Hay dos discusiones que se plantearon en los últimos meses, una son las “puertas giratorias” y la otra “narcomenudeo”, para que la policía intervenga en pequeños casos de ventas de droga ¿Qué opinión tiene al respecto?

Todavía no tuve tiempo de ver la estadística de reincidencia, soy sincero, yo creo que es alta, pero también tengamos en cuenta, estamos en un alto nivel de hacinamiento de detenidos en las comisarías. Por ahí la justicia actúa aceleradamente en estos casos para que aquellos que no cometieron delitos demasiados graves y no intentan aludir la acción de la justicia.
En cuanto a la venta de droga yo creo que debemos estar en todos los frentes porque nos va a llevar a organizaciones más grandes en algunos casos.

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