Invasión Argentina: mate y choripán en playas de Florianópolis

Seis jóvenes de no más de 25 años, toman mate en la playa, mientras escuchan cumbia en el celular. Al lado dos hombres, uno con una remera de la selección argentina, otro con una de Boca Juniors, miran el mar y charlan en español, describe el diario Folha de San Paulo,  quien asegura que desde diciembre hay récords de argentinos en playas de Brasil, un 20 por ciento más que en el verano 2014/2015.

 

Acostados en la arena, tomando sol, cuatro niños duermen, mientras otros observan y comen «choripan». Nada de eso llamaría la atención en una playa argentina y parece que en Brasil Tampoco: bienvenidos  a Florianópolis, territorio invadido por los hermanos desde diciembre, señala el diario digital brasilero.

 

Embratur (Instituto Brasileiro de Turismo) habla de una temporada record de argentinos en Brasil, con dos millones de turistas que están de vacaciones en el país vecino, un aumento del 20 por ciento en relación al verano 2014/2015. De esos dos millones, se estima que  1,1 millones eligen las playas de Santa Catarina y la isla de Florianópolis como destino principal.

Según el consulado de la Argentina en Florianópolis, Octavio La Croce, «sería la temporada record de turistas argentinos en Santa Catarina en los últimos diez años».

Los números son elocuentes: hay nueve vuelos diarios entre Argentina y Florianópolis, más de 200 ómnibus confirmados hasta el final del Carnaval y filas de hasta ocho horas en las fronteras entre los dos países.

Todas las pausadas, agentes de reservas de hoteles y viajes consultados por los periódicos de Florianópolis también hablan de una temporada record: está todo ocupado hasta el final del Carnaval.

La devaluación del real fueron algunos de los motivos para la invasión en Florianópolis, como en el inicio de los 2000.

En Canasvieiras, Ingleses, Santinho, Jurerê y Lagoinha la lengua oficial del verano es el español. Todo el mundo toma mate y por la noche la bebida más consumida es el fernet, indica el mismo diario.

COMPRAS

No solamente el hotel y la comida es más barato: las mujeres argentinas enloquecen con los precios de las bikinis y los zapatos. «Compré varias bikinis y varias chinelas, está todo muy barato, cuestan a mitad de precio de lo que sale en la Argentina», explica la estudiante Melina Ortega, 18, mientras tomaba un mate al finalizar la tarde.

El nivel de consumo de los argentinos también cambió: «Quieren gastar, consumir, no tienen una calculadora en la mano como en otros años, ésta es mi mejor temporada en mucho tiempo», asegura Cristian Pico Camacho, 23, un argentino que vive en Florianópolis hace cuatro años y es dueño de un bar en el centro de Canasvieiras.

Ignacio Orri, 28, también es argentino y vive en Brasil hace 15 anos. Dueño de una agencia de viajes, Nice Trip, opina de la misma manera: «Aumentó el poder de compra. Algunos planean dos o tres excursiones de una vez, antes eso no ocurría».

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