Pérez Corradi, prófugo por el triple crimen de la efedrina, estuvo en Iguazú

Aseguran que vive en Ciudad del Este y que habría ingresado a la ciudad misionera por negocios y para ver a sus hijos. Los investigadores creen que seguiría vinculado al tráfico de efedrina. Ibar Pérez Corradi es el prófugo más buscado del país. Lleva casi cuatro años como fugitivo. Es considerado el autor intelectual de los crímenes de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina.

A esas conclusiones llegaron las fuentes consultadas que tuvieron acceso al relato de un informante con identidad reservada que les había permitido ubicar a Pérez Corradi en Ciudad del Este. Las autoridades contaban con fotos, mapas y más datos sobre su vida en Paraguay, pero su detención jamás se concretó. Como consecuencia de esa inacción, avanzó esta semana una causa judicial contra el ex secretario de Seguridad Sergio Berni por encubrimiento.

Durante agosto de 2015, Pérez Corradi vivió en un departamento céntrico de Ciudad del Este junto a una mujer rubia, paraguaya, de unos 23 años. Solía moverse con libertad por la zona, a bordo de una camioneta roja.

Por cuestiones de seguridad, Pérez Corradi pasaba sus noches, al menos, entre tres casas. Cambiaba sus domicilios cada dos meses, aunque previamente se dedicaba a realizar tareas de logística para concretar su mudanza, como la instalación de cámaras de seguridad o de antenas satelitales para comunicarse con bajo riesgo de ser interceptado.

Cerca de la frontera, Pérez Corradi viajaba hasta Puerto Iguazú, Misiones, con otra identidad para realizar operaciones vinculadas al tráfico de drogas. En otra oportunidad -siempre según el relato de los investigadores- se movió hasta la Argentina para encontrarse con sus hijos. No fue el único viaje durante su cautiverio: el informante aseguró que solía volar con frecuencia a Perú.

Las primeras pistas sobre el paradero de Pérez Corradi llegaron a principios de agosto, cuando un informante llamó al conmutador del Ministerio de Seguridad bonaerense para denunciar dónde se escondía aquella persona cuya foto había visto en el ciclo Periodismo para todos. El 3 de agosto Jorge Lanata había revolucionado la campaña electoral tras entrevistar a Martín Lanatta, uno de los autores materiales del triple crimen.

El testigo fue comunicado con el fiscal Juan Bidone, que después de escucharlo ordenó que Gendarmería le tomara declaración en Misiones y procedieran a hacer un relevamiento de dicha información. Le ofrecieron protección, pero el informante la rechazó porque no se sentía en peligro, dijeron las fuentes que leyeron su declaración. Estaba ilusionado con cobrar su recompensa.

A pesar de la detallada información que brindó el testigo, las fuerzas de seguridad no concretaron la detención de Pérez Corradi. Por ese motivo, la legisladora porteña Graciela Ocaña denunció el martes al ex secretario de Seguridad Berni por supuesto encubierto. El ex funcionario kirchnerista fue imputado.

«Esto es una gran operación política. Me parece que hay alguna autoridad judicial que se comió un sapo», dijo Berni apenas se conoció la decisión judicial. «¿Cómo voy a ordenar yo, como funcionario, una orden de detención? Eso le corresponde a la Justicia», se defendió.

Ocaña le respondió: «En septiembre lo tenían ubicado. Berni tenía conocimiento de esto. Ahí es cuando un oficial de la Federal le pide instrucciones, pero él nunca le contestó».

La legisladora aseguró que, como Pérez Corradi tenía pedido de detención de Interpol desde 2012, Berni debería haber procedido con su captura. «Estaba a un mes de las elecciones. Si lo atrapaban, volvía a poner el tema de la efedrina en la campaña de Aníbal Fernández», lo acusó.

Ante la falta de respuesta de las fuerzas de seguridad, Bidone envío un pedido de colaboración a la Agencia Federal de Inteligencia, en ese momento a cargo de Oscar Parrilli. Tampoco hubo avances.

La exposición mediática por la fuga de hermanos Lanatta y Víctor Schillaci parece haber reactivado la búsqueda. El Gobierno elevó al máximo la recompensa por Pérez Corradi y difundió ayer supuestos identikits.

Además, con la ayuda de la Secretaría Antidrogas de Paraguay, la Justicia de nuestro país ya analiza más datos que acercaron nuevos informantes sobre el prófugo más buscado.

(La Nación)

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