La consultora que fundó Rogelio Frigerio admite que las medidas económicas frenarán la economía

A más de 40 días de asumir el nuevo equipo económico del presidente Mauricio Macri, las principales medidas para reducir en parte el alto déficit fiscal y la inflación generarán un freno a la economía, según admitió la consultora Economía & Regiones, fundada por el actual ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

El Gobierno buscará achicar sólo en una pequeña porción el déficit fiscal primario a costa de recortar subsidios (con el consiguiente aumento de tarifas) y dejar que algunas partidas discrecionales a las provincias, como fondos para infraestructura caigan en forma real. Es decir, crezcan menos que la inflación. El costo parece alto porque según las proyecciones que divulgó el ministro de Economía, Alfonso Prat-Gay, el déficit caería solo en parte; de 7,1 a 4,8% del PBI en el primer año de gestión.

«Dado que el 54.6% del gasto primario ajusta automáticamente (coparticipación, AUH), y el otro 45,4% no automático tiene un fuerte componente social y político (sueldos estatales), se opta por una reducción gradual y no de shock del déficit fiscal heredado», dice E&R, dejando en claro que las medidas de Prat-Gay buscarán «gambetear» todo lo que pueda el afrontar un costo político alto.

«Una lenta disminución del déficit fiscal acompañada con una suave reducción de la inflación no está exenta de costos económicos…atentando contra el ritmo de acumulación de capital, del aumento de productividad, del
crecimiento y de la generación de empleo», dice el informe de la consultora que fundó Rogelio Frigerio en el año 2000 y que se especializa en la relación fiscal entre la Nación y las provincias. El actual ministro del Interior asumió en 2011 como Legislador porteño por el PRO y se desvinculó de la consultora, dirigida actualmente por la economista Verónica Sosa.

Sosa es una Licenciada en Economía de la UBA con dos posgrados, uno en finanzas (ITEG-BCRA) y otro en gestión ambiental (ITBA). Tiene una vasta experiencia en la elaboración de proyectos de desarrollo e inversión para el interior con financiamiento de organismos internacionales.

¿Y la máquina de imprimir?

Por otra parte, el otro objetivo del Gobierno será reducir la inflación, también en una pequeña medida -recordar que Prat-Gay proyectó que recién en el último año del mandato de Macri la inflación podría ser menos a 10% anual- a partir de emitir dinero para seguir cubriendo el déficit, pero inmediatamente sacar ese dinero del mercado mediante títulos o bonos del Banco Central conocidos como LEBACs.

«Si parte de este financiamiento del déficit no se consigue en el mercado, lo tendrá que “poner” el BCRA», dice el informe de E&R divulgado este viernes a la prensa.

Esto genera, además de un costo denominado costo cuasifiscal -son los intereses que paga el Banco Central a los bancos públicos y privados y otros fondos que compran estos bonos- un incremento en las tasas de interés que se traslada al sector privado. Por ejemplo, a una pyme metalurgica que necesita descontar cheques y paga tasas muy elevadas. Otra medida que desalienta la actividad económica y tiene como premio solo una reducción muy moderada de la inflación.

Pero además, el informe de E&R reconoce que el sector público buscará endeudarse para paliar el déficit y no tener que pedirle al Banco Central que emita tanto dinero. Y estos fondos que tomará el Estado, no estarán disponibles para el sector privado. Otra medida que incentivará un enfriamiento de la economía.

En Misiones también se empezó a sentir este efecto de la política monteria. «La sensación es que no hay dinero en la calle», dijo a Misiones Online, Nicolás Trevisán, titular de la Cámara de Comercio de Posadas. Sus comentarios están en línea con los dichos de otros dirigentes gremiales empresarios a lo largo y ancho del país.

Un costo muy alto por un premio muy pequeño

En síntesis, las medidas que están implementando el ministro Alfonso Prat-Gay y el titular del BCRA, Adolfo Sturzzeneger, parecen tener un costo muy alto a cambio de un premio muy bajo. Frenarán la economía a cambio de una «victoria» muy acotada y parcial en el campo de la inflación y el déficit, que seguirán siendo altos, según las proyecciones oficiales.

En el primer año el Gobierno de Mauricio Macri necesita conseguir una base de apoyo importante para garantizar la gobernabilidad y generar buenas expectativas entre los actores económicos, con lo cual, el costo que pagará por esta política puede ser mucho más elevado aún.

Casi todas las consultoras privadas prevén una contracción de la economía para 2016 y ahora también se sumó el Fondo Monterio Internacional, que incluso revisó su pronóstico para la Argentina. El FMI pasó de preveer una contracción de 0,7 a una caída de 1 por ciento en la actividad para el presente año.

En el día de ayer, Alejandro Werner, director del Hemisferio Occidental del Fondo, aseguró que el país comenzó una «importante transición» en el camino de corregir las distorsiones en la política económica de los últimos años. En un informe escrito, agregó que el nuevo enfoque «ha mejorado las perspectivas de crecimiento para el mediano plazo, pero es probable que el ajuste genere una leve recesión en 2016». Lo que se dice, todo un abrazo del oso el del polémico FMI.

 

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