Misiones: el mayor productor de té de Argentina fue vendido a un grupo británico

La mayor productora de té de la Argentina, Casa Fuentes S.A., se vendió a la firma de origen británico Finlays -el mayor productor mundial-, hace más de un año en una operación que en su momento no fue divulgada y que hoy se conoce.

El empresario Antonio Carlos Espinoza, de Buenos Aires, decidió en septiembre del 2014 venderle al grupo británico la firma que fundó su padre en 1936. La firma opera íntegramente en Misiones donde tiene cuatro plantas procesadoras de té y más de 2000 hectáreas de tierra propias, además de adquirir la producción de cientos de chacareros.

Casa Fuentes es la principal productora de la Argentina y si bien siempre se habla del grupo de los cuatro grandes exportadores, es mayor que Urrutia, El Vasco y Don Basilio, los otros competidores de gran envergadura en el mercado local.

Si bien no pasó por ninguna autoridad de la provincia, la aprobación de la venta no fue fácil ya que Casa Fuentes, con semejante cantidad de tierra en la zona centro y del río Paraná, opera en zona de frontera. La venta de tierras en esta zona está restringida por ley a los compradores extranjeros. Sin embargo, el Registro Nacional de Tierras Rurales como la Secretaría del Interior de la Argentina (por las regulaciones de la zona de frontera) dieron el visto bueno a la operación, que contó con la asesoría de dos de los principales buffetes de abogados de Buenos Aires, especializados en fusiones y adquisiciones.

El estudio Beccar Varela asesoró a Finlays y Allende & Brea a Casa Fuentes. «La transacción requirió un arduo trabajo en materia jurídica como financiera ya que no existían antecedentes del proceso de aprobación de la Secretaría de Tierras Rurales en grandes compras de acciones», dijeron ambos estudios jurídicos en un comunicado conjunto difundido oportunamente.

La aprobación oficial llama la atención, por un lado porque desde la mega crisis del 2001 se establecieron mecanismos para salvaguardar la compra de tierras por parte de extranjeros o al menos limitarla. No hubiera sido difícil bloquear esta operación.

Pero mucho más porque se trata de un comprador de origen británico. Para el 2014 la tensión diplomática entre la Argentina y Gran Bretaña era muy importante. Incluso el Gobierno de Cristina Kirchner impulsó una ley para que las empresas británicas que exploraran por petróleo en la zona de Malvinas no pudieran realizar operaciones de ningún tipo en el resto del país.

Una tensión política que el nuevo Gobierno intenta aliviar a partir de la reunión que esta misma tarde sostuvieron Mauricio Macri y el premier inglés, James Cameron en el marco del foro de Davos.

De cliente a dueño

La firma de Espinoza ya tenía una relación de larga data con Finlays, que era uno de sus principales clientes. El gigante de origen británico le compraba a la firma el té que se produce en cientos de chacras de la zona de Campo Viera, Campo Grande y otras localidades de la zona centro de la provincia. Pero a partir del septiembre del 2014 Espinoza decidió vender, en parte porque ninguno de sus hijos se dedicó al negocio del té.

Si bien el monto de la transacción no fue revelado, una fuente con gran conocimiento del mercado comentó a MOL que «la operación no debe haber sido por menos de 50 millones de dólares».

De todas formas, como parte del acuerdo de compra Espinoza sigue al frente de la firma, donde continuará ejerciendo el mando durante un tiempo más.

Finlays es la típica firma británica de ultramar fundada en el 1700, pleno apogeo del Imperio Británico, que desplegaba sus colonias a lo largo y ancho del mundo para abastecerse de materias primas y vender allí los productos de la metrópolis en pleno auge de la Revolución Industrial. Desde entonces, es el líder mundial en producción de té, con plantaciones en India, Sri Lanka y Kenia, entre otros países y subsidiarias en Estados Unidos, China y varios puntos de Sudamérica. También se fue expandiendo y opera en rubros como el algodón, el caucho y la forestación.

Su casa central está en Londres, en el 59 de Buckingham Gate, una de las zonas más coquetas de la capital inglesa.

Pero su poder como empresa es aún mayor. En el año 2000, Finlays fue adquirida por otro conglomerado aún más gigante. Swire Group, otro grupo de origen británico, con fuertes operaciones en el Asia-Pacífico pero que hoy opera también en Europa, Estados Unidos y América. Swire es un gigante de la industria naviera, inmobiliaria (Hong Kong y China) y también está en la industria de alimentos y bebidas, donde es un socio estratégico importante de Coca-Cola. Además, tiene muchos otros negocios, como la aerolínea Cathay Pacific. Swire facturó u$s29,000 millones en 2014 y tiene 137.000 empleados en todo el mundo, de acuerdo a su página web.

En un comunicado publicado en la web de Finlays (www.finlays.net) la firma informa que «Casa Fuentes es la mayor productora de té en la Argentina con una capacidad anual de 27 millones de kilos de té negro/año en la provincia de Misiones. Con más de 50 años en el mercado, ha sido pionera en la exportación de té al mercado de Norte América y un proveedor clave en la industria. Casa Fuentes posee más de 2000 hectáreas de plantaciones y 5 plantas totalmente equipadas para procesar, mezclar, envasar, almacenar y embarcar. Casi el 90 por ciento del té es exportado, principalmente a Norte América. Además, Casa Fuentes tiene una planta de yerba mate con capacidad para procesar 3 millones de kilos al año».

El Director Ejecutivo de Finlays, Ron Mathison, dijo sobre la compra en ese comunicado que «asegurarnos la provisión de té producido de forma sustentable, libre de pesticidas es una estrategia fundamental para Finlays. Todo el té producido por Casa Fuentes tiene la certificación de Rainforest Alliance y está libre de pesticidas. El té negro producido en Argentina es particularmente útil para la producción de extractos de té que son ampliamente buscados por la industria de la bebida en los Estados Unidos».

«Esta compra no solo nos asegurará la provisión de materia prima, nos proveerá de una plataforma de Investigación y Desarollo para alcanzar blends de té específicos».

¿Qué significa para Misiones?

Para la provincia de Misiones el ingreso de un gigante multinacional no parece ser una buena noticia. Si bien desde que se realizó la operación no ha habido cambios significativos en la forma de operar de Casa Fuentes, a diferencia de otras adquisiciones que suelen generar despidos y/o cambios de mando. Aquí solamente se modificó la composición accionaria y una millonaria suma cambió de manos, pero por ahora la operación sigue como cuando Fuentes era proveedora de Finlays.

Sin embargo, en algún momento Espinoza -el empresario argentino, ahora ex dueño- se retirará de la dirección de Casa Fuentes y es probable que la firma envie a un nuevo titular desde su casa matriz, aunque también podría ser alguno de los ejecutivos locales que trabajan en las oficinas porteñas de Casa Fuentes.

Para los otros tres granes exportadores, incluso, significa cierto alivio ya que ahora que Fuentes es de Finlays, hay otros compradores del exterior que dejaron de comprarle a Casa Fuentes, en beneficio de Urrutia, Don Basilio o El Vasco.

Hay dos cuestiones fundamentales a las que habrá que estar atento en el futuro. Uno es el de la compra de tierras por parte de Casa Fuentes. En los últimos años, los malos precios pagados por el té generaron que muchos productores chicos, ahogados financieramente, vendieran sus chacras, generando cierta concentración -no cuantificada- en favor de los grandes jugadores. Si Finlays decidiera salir a comprar tierras no habría forma de contener semejante avance, si las autoridades no toman cartas en el asunto. Su capacidad financiera no tiene ningún correlato en el mercado local.

El otro aspecto es el de precio pagado a los pequeños productores por su té. Ahora con el respaldo de una multinacional, se hace dificil argumentar que no se puede respetar el precio pactado en la mesa en la que se sientan chacareros, industriales y gobierno. En ese sentido, al ser consultado por Misiones Online, Cristian Klingbeil, vicepresidente de APAM, señaló que «Casa Fuentes es uno de los pocos que está cumpliendo» con el precio de 10 centavos de dólar (1,40 pesos aproximadamente) por kilo de té verde pactado en el acuerdo de octubre del año pasado». De todas formas, Klingbeil no ve con buenos ojos el desembarco de una multinacional. «Es algo que se sabía desde hace tiempo en el ambiente, pero se cuidaron mucho de no difundir hacia afuera», contó.

Por último, no hay que soslayar el aspecto simbólico y sentimental de esta operación. En un país que tuvo su mayor ciclo de crecimiento en la década pasada y que últimamente no pasó por una crisis económica como la de 2001, duele mucho que un negocio próspero y con tanta incidencia en los pequeños productores haya sido vendido al capital extranjero. Al capital inglés.

 

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Finlays tiene desde 1730 plantaciones en Sri Lanka, Kenia y otros países. Ahora también en Misiones.

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