El fútbol es una vorágine y no da respiro. Tras la salida del club de Sebastián Pascual Rambert el día lunes, ayer a la mañana, Miguel «Pico» Salinas dirigió su primera práctica al mando del primer equipo ya ratificado como técnico por la dirigencia del club. Crucero debutará el próximo domingo 31 de enero a las 17.30 visitando a Los Andes.
En una entrevista que le dio al sitio web del Colectivero, «Pico» Salinas sorprendió al avisar, de entrada, que va a cambiar el sistema de juego que venía implementando el equipo, aunque «sin dejar de pensar en el arco contrario».
Con Rambert, la idea de juego era pensar primero en atacar y parar al equipo más adelante en la cancha, más lejos del arco propio. Realizando una presión alta que requería orden, concentración y mucha solidaridad, sobre todo de los volantes externos y marcadores de punta para volver a la fase defensiva cuando el equipo perdía la pelota. Pico Salinas no dio precisiones sobre su «idea» pero es probable que sea algo más conservadora.
La idea de juego de Rambert generó un cambio importante en Crucero en las primeras fechas. El equipo pasó a atacar más, fue protagonista e incluso logró resultados concretos. Apenas llegó Rambert el club ganó dos de los únicos tres partidos que iba a llevarse en Primera, el anterior había sido el 3 a 0 a Temperley bajo la conducción de Gabriel Schurrer. Pero el ambicioso plan de juego tuvo dos caras: los cinco primeros partidos que restaban de la primera fase, que dejaban un crédito abierto, y la decepcionante segunda rueda del torneo.
Tras el parate por la Copa América, el equipo y la idea se fueron desmoronando, sobre todo a partir de la falta de resultados, la pérdida de confianza, algunos jugadores clave lesionados y un par de partidos que significaron un quiebre en la moral del equipo, como el 3 a 3 ante Huracán, partido que debió ganar Crucero (iba 3 a 0 a 15 minutos del final).
En rigor, Pico Salinas no está haciendo modificaciones radicales en el sistema de juego, teniendo en cuenta que la idea de Rambert se diluyó en los últimos ocho o diez partidos, cuando el equipo -ya totalmente entregado- solo buscaba no pasar un papelón sobre todo ante los equipos grandes y la mirada de todo el país futbolero. Así, Crucero llegó a salir a jugar con una línea de cinco defensores en partidos en los cuales casi ni pateó al arco. Entonces Crucero, haciendo gala de su condición de mosca blanca del fútbol argentino, hizo lo que ningún club se anima a hacer. En lugar de echar al técnico y mantener a los jugadores, se liberó de casi todo el plantel y ratificó al DT. Se esperaba que Rambert en la B Nacional, una divisional más acorde al presupuesto de Crucero, iba a volver a un plan de juego parecido al del comienzo, con gran protagonismo del cuadro amarillo.
Ahora será «Pico» el encargado de darle un perfil futbolistico a un Crucero que busca encontrar una identidad hace ya un buen tiempo.
Sacar buenos resultados
«Estoy muy contento por la oportunidad que me da el club y quiero aprovechar al máximo para sacar buenos resultados para beneficio del club, queremos que sea un equipo compacto dentro de la cancha e intente jugar a la pelota, ojalá que me entiendan y podamos plasmar eso dentro de la cancha», dijo Salinas.
Más tarde, el plantel pasó a moverse bajo las órdenes de Daniel Jara y su nuevo ayudante, Luis «Mingo» Rosas, quien ya ha tenido otros pasos por la institución años anteriores. Asimismo, los arqueros, Requena, Arce y Bachke, trabajaron junto a «Choco» Rodriguez.
Antes de culminar la mañana, hubieron tareas neuromusculares y movimientos de velocidad, comandado por los Preparadores Físicos.
El plantel, volverá a prepararse esta tarde, desde las 18:30 horas, en el Andrés Guacurarí, ya pensando en el inicio del Campeonato, del 30 de Enero ante Los Andes en el estadio Manuel Gallardón, del Sur del Conurbano bonaerense.
MB
EP
