El suceso sacudió a la localidad bonaerense de Florencio Varela. Las autoridades judiciales acusaron a la madre, de 39 años, de “Privación ilegal de la libertad”, pero resolvieron no detenerla hasta que no se le tome declaración en la causa.
En un horrendo suceso, las autoridades policiales rescataron a un adolescente de 15 años, quien padece un retraso madurativo y a quien su madre mantenía encadenado a una cama.
El dramático caso se registró en la localidad bonaerense de Florencio Varela y la mujer argumentó que tenía encerrado al chico para impedir que se escapara de la vivienda. Las autoridades judiciales acusaron a la señora de “Privación ilegal de la libertad”, pero resolvieron no detenerla hasta que no se le tome declaración en la causa.
Los voceros revelaron que este tremendo hecho se descubrió cuando los integrantes de la comisaría 2ª de Florencio Varela recibieron una denuncia al número telefónico de emergencias 911, que hacía referencia a una persona, que estaba retenida contra su voluntad en una humilde finca, situada en el cruce de 505 y 548.
De inmediato, los policías de la seccional arribaron a esa casa, oportunidad en la que localizaron al menor, a quien su progenitora, de 39 años, había encerrado en una de las habitaciones. Según manifestaron los informantes, el joven tenía una cadena amarrada a un tobillo y que el otro extremo de la misma se hallaba sujeto a una cama. El adolescente, de 15 años, se encuentra afectado por una deficiencia mental.
Posteriormente el menor fue trasladado a un centro sanitario para ser revisado por los médicos. Al respecto la mujer -que tiene otros dos hijos- argumentó que el niño acostumbraba a marcharse del hogar y que por tal motivo ella había resuelto encadenarlo y encerrarlo, para de esta manera evitar que fugara de la vivienda y también para atender a los otros chicos.
Preventivamente este expediente ha sido caratulado “Privación ilegal de la libertad” con intervención el doctor Darío Provisionato, fiscal de la Unidad Funcional Nº 1 de Florencio Varela, dependiente del departamento judicial de Quilmes.
El funcionario apenas notificó a la mujer de la formación de la causa en su contra, pero decidió no apresarla, hasta que no se le tome declaración. Se cree que la denuncia al teléfono 911, que permitió descubrir la escalofriante situación, habría sido llevada a cabo por alguno de los vecinos de la zona, en el sur del conurbano provincial.
Mientras tanto, el caso provocó enorme polémica en el humilde barrio, debido a que algunos habitantes justificaron el método implementado por la progenitora de la víctima, luego de considerar que la única forma de preservar la integridad física del chico era la de mantenerlo encerrado en la vivienda.
Un antecedente
En noviembre de 2013, en el denominado Barrio Schuster, en la localidad misionera de Oberá, una pareja reconoció que tenía que encadenar a su hijo de 12 años, ya que el menor integraba una patota y acostumbraba a marcharse de su domicilio para drogarse y consumar asaltos. Después los patoteros amenazaron de muerte a los progenitores del chico, por impedir que saliera de la vivienda.
