En la localidad cordobesa de Sebastián Elcano, vecinos encontraron los cadáveres de una adolescente de 16 años y un hombre de 37 en medio de un maizal. Los investigadores analizan la hipótesis de que ambos eran pareja y que se trató de un femicidio seguido de suicidio.
Sebastián Elcano es una localidad de poco menos de 2.500 habitantes, ubicada a 173 kilómetros al noreste de la ciudad de Córdoba, en el departamento Río Seco.
Según fuentes judiciales y policiales, un hombre que circulaba por una zona rural en moto advirtió que sobre el lateral de un Renault 12 blanco había dos personas muertas.
El lugar es un camino de ripio, a las afueras del pueblo, que conduce al cementerio de esa localidad. De inmediato, dio aviso a la policía local, que llegó hasta el lugar y se topó con la macabra escena. Se trataba de los cadáveres de Leonela del Valle Cabrera (16) y Jorge Nicolás Armas (37).De acuerdo con los informantes, tanto el hombre como la adolescente presentaban disparos de armas de fuego: ella tenía un balazo detrás del oído izquierdo y él un orificio en el parietal derecho. Debajo del cuerpo de Armas, se hallaron una pistola calibre 22 y vainas servidas.
A partir de ese momento, se convocó a los agentes de la División Homicidios y a los peritos de la Policía Judicial.
El caso quedó caratulado, en principio, como “homicidio seguido de suicidio”, según lo dispuso la fiscalía de feria de Deán Funes, a cargo de Eduardo Gómez.
Relación amorosa
Según los testimonios recogidos, Cabrera y Armas habían iniciado una relación sentimental hace dos años.
En un contexto humilde, ella era empleada doméstica, mientras que Armas, casado y padre de niños pequeños, se ganaba la vida con trabajos esporádicos en el campo. Ahora, estaba desempleado. Los dos eran oriundos de esa pequeña localidad cordobesa.
Desde que comenzaron a salir juntos, también empezaron los reclamos. La diferencia de edad fue uno de los motivos. Que Armas aún no estaba separado, el otro.
Tiempo atrás, el hombre se presentó en la comisaría local para dejar asentado que su mujer y la madre de Cabrera los “hostigaban” de manera permanente, ya que se oponían a la relación.
El viernes a la noche, la madre de la joven había ido a la comisaría para denunciar que su hija no había regresado al domicilio y no podía encontrarla ni entablar contacto con ella.
