El fiscal de la UFI-AMIA temía que ciertos rumores, que planteaban que podían quitarlo del cargo o nombrar a un fiscal adjunto, fuesen verdad. Por eso Alberto Nisman decidió adelantar su regreso de las vacaciones que en enero del año pasado compartía con su hija por Europa.
El viernes 9 de enero decidió volver antes de lo previsto desde España. El lunes 12 llegó a Buenos Aires, ese día fue filmado por las cámaras de seguridad del aeropuerto de Ezeiza.
Nisman aceleró el trabajo en una denuncia que vinculaba a la presidente de ese momento, Cristina Kirchner. El martes 13 el fiscal no pasó por su oficina, pero sí se comunicó con sus empleados y habló de la presentación del escrito con la denuncia.
El miércoles 14 su secretaria Soledad Castro fue a su casa, él firmó uno papeles y ella fue a Comodoro Py 2002, y dejó radicada la denuncia contra Cristina Kirchner.
Al día siguiente, el jueves, Nisman habló con Alberto Massino, ex alto jefe de la SIDE cercano al espía Jaime Stiuso. Massino le dijo: «Qué quilombo armaste, tocayo» y Nisman contestó: «No me quedaba otra, me dijeron que me rajaban».
El viernes Nisman volvió a comunicarse con Massino para preguntarle por Jaime Stiuso, quien no le contestaba. Por su parte su secretaria le aconsejó que no declarara en público en el Congreso, porque la denuncia contra la presidente Cristina Kirchner tenía tramos secretos.
El sábado 17, Nisman habló con Castro varias veces y le dijo que iba a ir al Congreso, pero sólo a la comisión, y a declarar en reserva, informó el diario La Nación.
Ese día Nisman llamó a uno de sus custodios , Rubén Benítez, le pidió asesoramiento para comprarse un arma. Luego llamó por teléfono a su empleado Lagomarsino y le pidió su pistola prestada por unos días. Nuevamente Nisman llamó a Stiuso sin recibir respuesta.
El domingo al mediodía la secretaria de Nisman intentó hablar con él para terminar de trabajar en la presentación que el fiscal haría al otro día en el Congreso. Ambos acordaron hablar al mediodía del tema, pero cuando Castro contactó a Nisman por WhatsApp para encontrarse, pero ya nadie respondió.
En la madrugada del lunes 19 la madre del fiscal abre la puerta del departamento de su hijo. Encuentran el cuerpo de Alberto Nisman con un tiro en la cabeza, tirado en el baño de su departamento de puerto Madero.
