Crucero-Guaraní y una historia de desencuentros: otro año sin amistoso entre los dos grandes del fútbol misionero

Crucero del Norte y Guaraní A. Franco una vez más, evitarán disputar un partido amistoso de pretemporada a pesar de la imperiosa necesidad que tienen ambos equipos de encontrar rivales de su mismo calibre y cercanos geográficamente para poner a punto a sus flamantes planteles antes del inicio de sus respectivas competencias.

Una vez más, como el verano pasado, el club que prefirió no avanzar con la posibilidad de jugar el clásico es el de Villa Sarita. Según pudo comprobar Misiones Online, las dirigencias de ambos clubes intercambiaron mensajes y empezaron a negociar los detalles del encuentro amistoso, hasta que finalmente las conversaciones se cayeron por la negativa del club franjeado. Si bien no lo quisieron confirmar oficialmente, el motivo sería el mismo que el año pasado. Luego del descenso, Guaraní teme un resultado adverso en un clásico, aunque sea de entrenamiento, que genere más presión en Villa Sarita. También trascendió que la dupla técnica conformada por Humberto y Martín Zuccarelli no ve con malos ojos evitar el clásico y enfocarse en la puesta a punto del equipo.

A los dos grandes equipos misioneros los persigue un karma desde que la Franja llegó a la B Nacional en agosto de 2014: no se pueden cruzar en un clásico por los puntos o al menos, amistoso, que pueda hacer honor a la sana rivalidad deportiva que existe entre ambos clubes.

En agosto de 2014 los dos clubes, en una situación histórica, se encontraron en la B Nacional para disputar el torneo de Transición 2014. Justo en esa ocasión, la AFA decidió desalentar los clásicos y dividió a los 22 equipos en dos zonas, separando a aquellos que compartían una misma ciudad, como Crucero y Guaraní o Unión y Colón, en la ciudad de Santa Fe.

En ese torneo, sin embargo, los equipos que por entonces conducían Chaucha Bianco y Gabriel Schurrer disputaron un amistoso en Santa Inés. Como el torneo se inició una semana más tarde por el fallecimiento de Julio Grondona, volvieron a jugar otro amistoso de práctica, aprovechando la inmejorable condición que implica para los dos encontrar un rival de la misma «talla» viajando apenas unos minutos en autobus.

Pero el final de ese torneo de Transición encontró a un Crucero sonriente por el ascenso y a un Guaraní frustrado, porque a pesar de los refuerzos de jerarquía que trajo, no pudo hacer pie en la segunda división del fútbol argentino. Otra vez separaban sus caminos, una en la «A» y el otro en la «B».

 

Así llegaron al verano del año pasado, con la dirigencia Colectivera buscando hacer un partido amistoso e incluso pensando en poner en juego alguna Copa de Verano, y la dirigencia franjeada evitando un encuentro a cancha llena que metiera más presión en Villa Sarita, que ya por entonces sentía la desilusión y cierto descontento de la hinchada por el bajo resultado deportivo y el alto costo que generaron los 18 jugadores traídos de afuera para conformar el plantel de cero. Al final, se cayó el clásico. Juan Nazer, por entonces titular de Guaraní, reconoció que «no nos queríamos exponer» en caso de un resultado adverso.

Este final del 2016 encontró a los dos equipos descendidos y nuevamente, sin cruzarse, ya que si bien hasta último momento -y tras confirmarse el descenso del Colectivero- los futboleros de la provincia soñaron con un clásico por los puntos en el certamen de la B Nacional que arrancará el 30 de enero, lo cierto es que en el último partido Guaraní no pudo con Gimnasia en Jujuy (equipo conducido por Gabriel Schurrer, el ex DT colectivero) y terminó bajando al Federal A.

Así llegaron a este verano, otra vez renovando casi de cero sus planteles. Los dos se fueron al descenso. Pero Crucero tiene más aire para «bancar» un resultado adverso ante Guaraní. Su descenso fue algo esperable, ya que competía con los mejores del país con el plantel más modesto. En cambio, en Guaraní muchos hinchas todavía hacen sentir su desilusión por haber perdido la categoría con un plantel poblado de figuras. El equipo de los Zuccarelli, en rigor, levantó mucho y dejó una buena imagen, pero la mala campaña del año anterior obró como un salvavida de «plomo» y el equipo al final se fue al Federal A.

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