El Madrid de Zidane debutó con una goleada de 5 a 0

La huella que Zinedine Zidane dejó en el Bernabéu es imborrable. Aún se mantiene en el césped. En su primera noche como entrenador la subrayó. Volvió la Z del Zorro. Ya se nota su mano en su Madrid, que tuvo un estreno de película. Con goleada incluida y una felicidad desbordante.

Algo ha cambiado en el Madrid en muy poco tiempo. Ni una semana ha pasado de la destitución de Benítez. Parece mucho más. Pero la figura de Zidane impresiona. También con traje y corbata, incluso con el chubasquero de la segunda parte. A la afición y también a los jugadores. Nadie pudo disimular su alegría. La ilusión volvió al Bernabéu. Al madridismo no le queda otra que agarrarse al mito futbolista de su nuevo entrenador, quién sabe si a la altura de su gigantesca figura cuando vestía de corto.

La mano de Zidane
En el terreno de juego se descubrieron los primeros trazos del MadriZ. Zidane dibujó un 4-2-3-1 con Carvajal en el lateral derecho, Pepe antes que Varane e Isco de enganche de la BBC. El mensaje del francés ya ha calado en el vestuario. El Madrid fue un equipo alegre y no le importó querer la pelota y mimarla. Los tres de arriba disfrutaron de la fiesta de presentación de Zizou. Bale se apuntó tres goles, Benzema dos y Cristiano no marcó, aunque se transformó en el socio perfecto de los que iban de blanco.

Qué decir del Dépor. Se llevó cinco del Bernabéu, pero casi nada se le podrá reprochar. No perdió la cara al encuentro en toda la noche aunque se la partiesen. Los locales pegan duro. Lucas Pérez pudo abrir el marcador, pero se topó con Keylor. Después marcó Benzema a la remanguillé. Resultó ser un viaje a otra época no tan lejana con Zidane de chaqueta blanca. Primero salvaba Casillas y luego mordía Ronaldo.

Bale, felícisimo de la vida
El Deportivo siguió a lo suyo. Dejó sello de gran equipo a pesar de lo que dijo el electrónico. Que no respeta a nadie. Tampoco el Madrid. Pega sin preguntar. Eso no ha cambiado. Carvajal centró al área y Bale marcó el segundo con la cabeza. Fue otro tanto más con la cabeza con coleta del galés. Otro vuelo sin motor de Gareth.

Si a alguien dio cariño Benítez fue a Bale, que no demostró estar triste con el cambio de entrenador. Se apuntó dos tantos más a lo largo de la noche. Uno a pase de Cristiano recién iniciado el segundo tiempo y otro en un córner botado por Kroos.

En esas, Varane había entrado al descanso por Ramos. Mientras, James y Jesé tuvieron su momento en el segundo acto. Zidane quiere recuperarles para la causa. El Deportivo siguió buscando el gol, pero no llegó. Tampoco el de Cristiano. Sí el quinto del Madrid y segundo de Benzema, que cerró la goleada con rabia. Fue la guinda a un goleada que ilusiona. Es prontísimo para decirlo, pero con Zidane todo es posible. Quién hubiese intentado ese disparo en la final de Glasgow. Sólo intentarlo.

Marca.com

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