De acuerdo a la última información disponible, se estima que habrían ingresado US$ 26.700 millones en exportaciones vinculadas a granos y sus principales derivados industriales en 2015, con un ajuste del orden de US$ 2.100 millones respecto del flujo 2014.
Los agro-dólares se habrían reducido un 7%, dato negativo pero no de la magnitud que se esperaba considerando que la baja de precios externos superó holgadamente el 20% en todos los productos clave. Afortunadamente, el crecimiento de los volúmenes de exportación, en particular del complejo sojero, gracias a un ciclo productivo récord amortiguó parte del problema de precios.
Para el año 2016 se proyecta un escenario de exportaciones en un rango de entre US$ 23.200 millones y US$ 25.200 millones, un ajuste de entre US$ 1.500 (6%) y US$ 3.500 millones (13%) respecto del 2015. Los agro-dólares volverían a reducirse básicamente por la estabilización de precios internacionales en niveles inferiores a los del 2015. Por su parte, el rango determinado obedece a la regularización o no de las existencias del complejo sojero. Si los productores y la industria se desprenden de un volumen significativo de existencias (6 millones de toneladas consolidando soja/harina de soja), las exportaciones se aproximarían al límite superior del rango antes señalado.
La nivelación del tipo de cambio en un valor realista con las capacidades de exportación en particular de economías regionales e industrias sustitutas de importaciones, junto con la percepción que se avanza hacia la estabilización macroeconómica a partir de un programa fiscal y monetario consistente, parecen ser dos condiciones sine qua non para la liquidación de existencias y la generación de divisas comerciales adicionales a las que aportarán los flujos de la nueva campaña agrícola.
En una economía necesitada de divisas el aporte del campo y del complejo agroalimentario será clave en el año 2016.
Esta contribución se encuentra en parte definida, los granos producidos en el ciclo agrícola 2014/2015 que se utilizarán en el primer trimestre 2016, particularmente en el complejo sojero/aceitero. Afortunadamente este ciclo que pasó ha sido muy bueno en lo productivo, con record histórico de soja, lo que deja un arrastre importante para el año que viene hasta el momento en que empiecen a entrar los granos de la nueva cosecha.
Con respecto al ciclo 2015/2016, que será determinante de las divisas de los últimos tres trimestres de 2016, el clima terminará definiendo los volúmenes finales, aunque a priori la campaña pinta buena en lo productivo.
Para tener una referencia, según los registros de aduana, el precio medio de exportación del grano de soja del 2015 se aproximará a los US$ 367 la tonelada, mientras que el precio 2016 con el que se trabaja como escenario base se ubica en US$ 325 (un ajuste del 11%).
En todos los casos en que se dispone de mercados de futuros (Chicago, MATBA) se han considerado los precios esperados para tener una referencia más precisa. En los casos en que no se cuenta con esta posibilidad, caso de algunos productos del complejo manisero (aceite de maní), la cebada o el sorgo, se trasladan los mismos precios de 2015 para 2016.
Finalmente, se definen para cada producto los posibles volúmenes de exportación durante el año entrante.
Estos volúmenes estarán determinados por la dinámica del mercado interno y lo que termine sucediendo con la producción. Un tercer factor que podría influir es algún cambio en las existencias de soja o en las de otros productos derivados (en particular harina de soja) respecto del 2015, tema que se analiza al final.
En cuanto a las situaciones específicas de los distintos productos relevantes se supone:
a) Una leve suba en los volúmenes exportados de trigo, de 5 millones a 5,5 millones de toneladas, y de cebada, de 1,9 millones a 2,1 millones.
b) Una baja en las exportaciones de maíz, de 17,5 millones a 15,5 millones de toneladas.
c) Una baja en las exportaciones de harina de trigo y pre-mezclas, de 513 mil toneladas a 487 mil toneladas.
d) Con respecto a los productos del complejo sojero, un escenario supone exportaciones 2016 de 11,5 millones de toneladas de soja, 31 millones de harina de soja, 5,7 millones de aceite de soja y 700 mil toneladas de biodiesel.
Sería un escenario conservador. El otro escenario implica una baja significativa en las existencias de soja y harina de soja, que agregaría 6 millones de toneladas adicionales (equivalente soja) a las exportaciones de productos del complejo. Sería un escenario optimista.
Los escenarios considerados en materia de precios y volúmenes de exportación determinan el ingreso de divisas esperado.
Bajo todas las consideraciones anteriores se proyecta un flujo de divisas de entre US$ 23.200 millones y US$ 25.200 millones para 2016, según sea el escenario (conservador, optimista) que prevalezca en productos del complejo sojero.
