Cerró el ciclo lectivo de las escuelas solidarias

“Nuestra apuesta es con los chicos. Apostamos a la educación más allá de las elecciones. Pasan las elecciones, se renuevan los gobiernos y nosotros seguimos alimentando estas cabecitas porque sabemos que el verdadero desarrollo inclusivo es con educación”, afirmó José Garzón Maceda, presidente del Partido de la Participación Ciudadana (PPC) en los actos de fin de ciclo en los centros participativos de apoyo escolar en el Prosol I (Posadas) y en Santa Clara II (Garupá).

Los centros participativos de apoyo escolar, conocidos como “las escuelitas del PPC” datan del 2007. Están en vigencia desde entonces, porque “sabemos que con educación los chicos podrán superar la realidad de sus padres y ser más útiles a la sociedad”, ratificó el contador, Magister en Gestión Pública y doctor en Administración.

Justamente parte de las especializaciones que realizó Garzón Maceda fue con el proyecto Santa Clara II (el primero en su tipo en Argentina) que fue premiado por el Banco de Desarrollo America Latina y recomendada su vigencia en los países en vía de desarrollo.

El centro participativo de apoyo escolar nació con la idea de la maestra particular gratuita para los niños de escasos recursos. “Nuestra apuesta es fortalecer la educación para que los chicos no dejen los estudios y pasen de grado”, recordó Garzón Maceda mientras se exhibían muestras de los inicios allá por el 2007 con entre 15 y 20 niños en un precario galponcito de Santa Clara. Hoy, en ese mismo lugar y un confortable salón que se hizo con apoyo de la Vicegobernación cuando Hugo Passalacqua ocupaba ese cargo, asisten más de 150 niños.

En ambos centros concurren más de 250 chicos. Las clases se desarrollan de mañana y tarde, son dictadas por maestras de grado. También se sirve el desayuno y merienda y las colaboradoras guiadas por asistentes sociales hacen trabajo de campo y relevamiento con las familias en riesgo.

Seguimiento personalizado
La nueva apuesta planeada por Garzón Maceda es el seguimiento de aquellos chicos que pasaron por la “escuelita” ya terminaron la educación básica, están en la secundaria, en la universidad o trabajando. “Necesitamos saber cómo y en qué están nuestras primeros egresados. Sabemos por los comentarios en el barrio siguen educándose, pero “el año que viene visitemos a uno por uno para corroborar en qué andan. Si bien varios de ellos siguen colaborando con nosotros y con su querida escuelita vamos a realizar un seguimiento personalizado”, anuncio en el acto de fin de ciclo que se hizo este miércoles 30 de diciembre, con la presencia de padres, docentes, colaboradores y dirigentes barriales.

“Busco ayuda porque yo no sé”
Es la frase más común que se viene escuchando sobre todo entre las madres que recurren a esta iniciativa para que sus hijos puedan superarse.”En casa no tenemos libros ni estamos capacitados para enseñar. Gracias por hacer posible que nuestros hijos sigan en la escuela”, afirmó Mabel Díaz, madre de cuatro niños que refuerzan sus estudios en Santa Clara II.

Esta propuesta que puso en práctica Garzón Maceda surgió por iniciativa de los padres. Fue en el 2007 que se le dio elegir una serie de opciones: comedor, merendero o un centro de apoyo escolar. La mayoría optó por esto último porque “no queremos que nuestros hijos repitan nuestra historia”, reconoció Mabel muy contenta porque sus hijos no se llevan materias y son excelentes alumnos en la educación formal.

Acto y regalos
En los centros de apoyo participativo se pone en práctica lo mismo que se hace en las escuelas. Las maestras dictan sus clases de apoyo acompañando la tarea que se pide en las escuelas; se controla la salud de los niños y se toma asistencia. Al cabo de dos faltas, las colaboradoras van a la casa a interiorizarse los motivos de las ausencias.

La participación y su destaque en el centro participativo y en la escuela convencional también se premia para incentivar a que los chicos sigan interesados en la educación. Y ayer fue uno de esos días en donde se cotejaron los boletines y se reconoció el esfuerzo individual.

“La igualdad es el punto de partida, nuestra tarea consiste en buscar la emancipación del alumno. Para ello lo instamos a usar su propia inteligencia, los alentamos a utilizar su capacidad y lo sostenemos en el proceso”, concluyó Garzón Maceda quien agradeció a los madres, docentes y colaboradores por el compromiso asumido y continuo más allá de los procesos electorales porque “todos debemos hacer lo que nos corresponde y un poco más para salir adelante”.

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