La persona que lo encontró pensó que era parte de un auto y cuando empezó a desenterrarlo descubrió una estructura ovalada «gigante».
José vio algo que creyó era parte de un auto, se acercó al objeto que estaba cercano a una ruta de Ezeiza y empezó a desenterrarlo. Así descubrió un «huevo» de un metro de largo y dos metros de diámetro.
«Yo lo vi desde la ruta cuando pasaba y pensé que era una parte de un vehículo», contó José, luego siguió: «Pensé que era una piedra, pero a medida que avanzaba fue apareciendo el huevo, y cavé y cavé primero con una pala y después con las manos».
En realidad no se trata de un huevo sino de un resto fósil, posiblemente se trata de un gliptodonte prehistórico.