Un bebé de 43 días fue ahogado en un fuentón con agua en una vivienda de la localidad bonaerense de Capitán Sarmiento y por el crimen quedó detenida su madre, una mujer de 40 años que según indicaron padece problemas psicológicos y psiquiátricos y fue a la policía a contar lo que había hecho.
El asesinato ocurrió durante la tarde de este jueves en una vivienda situada en Rivadavia al 300 de Capitán Sarmiento, a unos 145 kilómetros de la Capital Federal, y la víctima fue identificada por la policía como Adrián Cabrera Heredia, nacido el 4 de noviembre último.
Fuentes policiales informaron que todo comenzó cuando la madre del bebé, Estela María Heredia, se presentó en la seccional local y de manera espontánea manifestó «haber ahogado» a su hijo, a raíz de lo cual los efectivos se trasladaron hasta el domicilio de la mujer.
Cuando la policía llegó a la vivienda el padre del bebé, Ramón Carlos Cabrera (39), relató que él y su madre habían trasladado a recién nacido al hospital, donde murió a pesar de que los médicos le practicaron las tareas de reanimación.
Según las fuentes, el hombre contó que él había llegado a la casa donde encontró sobre la mesa una nota en la que su esposa le decía que había llevado al bebé a una sala de primeros auxilios.
Poco después llegó su suegra y le dijo a Cabrera que acababa de ver a su hija deambulando sola por la calle, por lo que comenzaron a buscar a Adrián por la casa y finalmente lo hallaron sumergido en un fuentón con agua, detallaron los voceros.
La madre del bebé quedó detenida por «homicidio agravado por el vínculo» y este viernes será indagada por el personal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 del Departamento Judicial San Nicolás, a cargo de la causa.
Las fuentes agregaron que Cabrera había efectuado el 6 de diciembre pasado una denuncia por «averiguación de paradero» pues su mujer llevaba varias horas ausente del domicilio. Y señaló que anteriormente se habían producido hechos similares en los que Heredia abandonaba el hogar y regresaba horas más tarde.
La madre de la detenida declaró que su hija presentaba un cuadro depresivo y que en años previos ya se había ausentado de su casa por períodos de hasta siete días, añadieron los informantes.