Nicotina: los peligros del veneno más atractivo del mundo

Es una de las drogas sociales más consumidas y sólo en Argentina causa más de 40 mil muertes por año.

El cigarrillo “digestivo” luego de una comida, el que hace más llevadera la espera de algo o de alguien, el que alivia la tensión que produce el tráfico, el que se enciende porque otro lo encendió, el que “ayuda” a concentrarse o mantenerse despierto, pero también el que se fuma “porque sí”. La nicotina es una de las drogas sociales más consumidas a pesar de que a muchos fumadores les cueste reconocerse como adictos.

Y si bien hay quienes afirman que pueden controlar el «vicio», lo cierto es que se trata de una droga que, debido la rápida tolerancia que produce el cuerpo, tiene una fácil entrada y una difícil salida. Las claves son la dependencia física y psicológica que su consumo genera.

La nicotina, su componente adictivo, se absorbe con gran velocidad mediante la mucosa oral y nasal, el tracto gastrointestinal y los pulmones y llega al cerebro en tan solo 10 segundos. Sus efectos se perciben rápidamente y duran entre 10 y 20 minutos. Por ese motivo, y para prolongar la sensación que produce la nicotina en el cuerpo, es común el consumo de varios cigarrillos en un corto período de tiempo.

La tolerancia a esa droga también se desarrolla rápidamente. Cuando una persona comienza a fumar experimenta algunas sensaciones displacenteras como mareos o náuseas, pero se trata de efectos que desaparecen al cabo de días o unas pocas semanas.

Según el estudio «Radiografía del Tabaquismo en Argentina (2013)» publicado por el Ministerio de Salud de la Nación, el tabaquismo es una adicción que afecta aproximadamente al 23% de la población del país y que, según datos obtenidos por el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), produce más de 40 mil muertes por año. En su mayor parte, como consecuencia de enfermedades cardiovasculares y pulmonares.

Ficha técnica: la nicotina
Clasificación: No tiene una clasificación específica. En adultos, su uso es legal en todas sus formas.
Drogas individuales: tabaco, chicles de nicotina, parches de nicotina, chicles de tabaco, tabaco en polvo, cigarrillos, cigarros, tabaco de pipa, cigarrillos electrónicos
 
Efectos en el cuerpo: estimulante que aumenta el nivel de atención, concentración y memoria. Muchas personas también aseguran que la nicotina alivia la ansiedad y proporciona cierta calma.
 
Peligros de una sobredosis: Es raro que ocurra una sobredosis de nicotina, aunque es posible. Una sobredosis seria puede producir temblores y convulsiones que podrían paralizar los músculos necesarios para respirar y así provocar la muerte. Los casos menos serios incluyen mareos, debilidad y náuseas que desaparecen en cuanto la droga se elimina. Varias personas experimentan esos efectos secundarios cuando fuman por primera vez o cuando comen un chicle de nicotina para dejar de fumar (estos chicles despiden mayor cantidad de nicotina que un cigarrillo). Como sucede con muchas otras drogas, la nicotina alcanza al feto de una mujer embarazada y puede provocar un daño irreversible al futuro bebé. Si la madre fuma, muchos de los efectos negativos específicos que implica el fumar impactarán en el feto.
Combinaciones peligrosas con otras drogas: la nicotina estimula tanto el corazón como la circulación. Por ese motivo, puede generar problemas en combinación con otras drogas que también incrementen el ritmo cardíaco o la presión sanguínea o bien que reduzcan la capacidad de la sangre de transportar oxígeno. Ese es el caso de la nicotina y la cocaína empleadas en forma simultánea; su combinación aumenta el riesgo de muerte súbita debido a un ataque cardíaco.

Efectos en el cerebro

El monóxido de carbono presente en el cigarrillo combinado con la falta de oxígeno producida en los pulmones puede derivar en efectos secundarios peligrosos. Además, los chicles de nicotina tienen una concentración mayor de esta droga con lo cual incluso a los que ya son fumadores les puede producir una sensación de malestar (náuseas y mareos).
Investigaciones han determinado que la nicotina, al igual que la heroína y la cocaína, activa células nerviosas que contienen dopamina lo cual se relaciona con las emociones y el comportamiento. Además, la abstinencia de nicotina luego de un uso crónico, produce efectos similares a los que ocurren al abstenerse de otras drogas adictivas.

Los jóvenes y el cigarrillo

Las advertencias sanitarias que figuran en los paquetes de cigarrillos son claras: “Fumar causa cáncer”, «Fumar causa ataque cerebral (ACV)», «Fumar causa muerte o enfermedad grave» son algunas de las leyendas con las que el Ministerio de Salud de la Nación busca reforzar los mensajes de concientización y sensibilización en adultos y en jóvenes. Las estadísticas indican que gracias a estas advertencias el consumo se vio disminuido en un 9%.
Si bien se trata de una cifra alentadora, al mismo tiempo se observó que un gran porcentaje de personas jóvenes no se considera vulnerable a los efectos negativos del cigarrillo, ya que «son un problema de la gente mayor”. Sin embargo, las personas que comienzan a fumar en su adolescencia corren serios riesgos de convertirse en fumadores crónicos: la mayoría de los fumadores comenzaron a constituirse como tales en su juventud.
Las razones del inicio en el tabaquismo suelen tener una raíz psicológica. Pertenecer a cierto círculo, demostrar madurez o desafiar a la autoridad son algunos de los mensajes implícitos de los jóvenes en el consumo del cigarrillo.
La depresión es un fenómeno común entre los adolescentes que podría exacerbarse con el uso del cigarrillo. Expertos aseguran que entre el 15% y el 20% de los adolescentes padece períodos de depresión durante esa etapa. Al fumar, los jóvenes serían dos veces más proclives a padecer episodios de este tipo en relación con aquellos que no fuman.
También hay otros factores asociados con el acto de fumar. Ciertos estudios afirmaron que existe una clara relación entre el nivel de educación y el hábito de fumar: cuanto más alto es el nivel educativo de una persona, menores son las posibilidades de que fume.
Por su parte, en la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes Argentina 2012, que se realizó a estudiantes de entre 13 y 15 años, se observó una disminución en relación la Encuesta Mundial de Tabaquismo en jóvenes (EMTJ) realizada en 2007 (24,1% contra 24,5%).
Según afirma el Sedronar los jóvenes que fuman tienen más probabilidad de consumir drogas ilegales como marihuana y cocaína.

¿De qué está hecho el cigarrillo?

El 50% del cigarrillo está compuesto por hojas de tabaco, el 30% por tabaco reconstituido y el 20% por tabaco expandido con dióxido de carbono.
El último informe del Cirujano General de los Estados Unidos estima que el humo de tabaco contiene 7 mil componentes, de los cuales casi 70 son sustancias que producen cáncer (arsénico, benceno, berilio, cadmio, cromo y níquel son solo algunas de ellas).

Qué le sucede al cuerpo

El Sedronar establece que las personas que fuman pueden:
1) Sufrir depresión mental y física dado que el cigarrillo produce endurecimiento de las arterias (aterosclerosis) e hipertensión.
2. Tener cáncer pulmonar, enfisema, afecciones bronquiales y accidentes cardiovasculares.
3. Envejecer más rápido y, en el caso de las mujeres, experimentar la menopausia a una edad más temprana.
4. Si son jóvenes embarazadas, correr mayor riesgo de que sus hijos nazcan muertos, prematuros o con bajo peso natal.
5. Si son varones, ver disminuida su potencia sexual por alteraciones en los vasos sanguíneos.
6. Los fumadores pasivos pueden tener cáncer de pulmón, aterosclerosis y las mismas enfermedades respiratorias que los activos. El tabaquismo pasivo aumenta en gran medida el riesgo de infecciones respiratorias en los niños y de muerte súbita en los bebés.

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