En la Iglesia Catedral de la Diócesis de Posadas se vivió una verdadera fiesta por la Ordenación Sacerdotal de los diáconos Sebastián Báez, Miguel Ángel Moura y Pedro Ferrari.
La Santa Misa que tuvo lugar el pasado 4 de diciembre fue presidida por nuestro Obispo, Monseñor Juan Rubén Martínez y concelebrada por los sacerdotes de la Diócesis de Posadas y de otras Diócesis.
Los presbíteros Sebastián, Miguel y Pedro fueron acompañados por familiares, amigos, seminaristas y el Pueblo de Dios que se acercó para compartir la alegría de contar con nuevos sacerdotes y darle gracias a Dios por seguir llamando “obreros para su mies”. La Iglesia Catedral se vio plenamente colmada.
En el inicio de la homilía el Obispo Juan Rubén destacó la alegría con la que se estaba celebrando la Eucaristía porque tres seminaristas, que ya habían sido ordenados diáconos, recibirían el sacerdocio. “A Dios le agradecemos porque es Él, con su amor Misericordioso, quien va acompañándonos en el caminar y hace que nuestra historia, sea historia de la salvación…”. Remarcó la generosidad de Sebastián, Pedro y Miguel en responder al llamado y al amor de Dios con su sí. En este sentido destacó que siempre es Dios el que llama, “no somos nosotros los que decimos que queremos ser sacerdotes. Hemos experimentado en el inicio de la vocación el amor de Él, su llamado. Entonces, esto que estamos celebrado inicia con un llamado del Señor…”.
Al Pueblo de Dios el Obispo le agradeció especialmente el acompañamiento y las oraciones para que sigan prosperando vocaciones y ordenaciones sacerdotales. “Así Dios va haciendo posible que, con la ayuda de ustedes, con sus colaboraciones y oraciones, hoy podemos realizar esta celebración”.
Sobre el texto bíblico, elegido por los seminaristas para su ordenación, que fue el diálogo que Jesús tiene con Pedro en el que le pregunta si lo ama y le manda a “apacentar sus ovejas”, el Obispo dijo que era un diálogo muy fuerte y que iba a subrayar tres aspectos: “el primero es profundizar siempre nuestro vínculo con el Señor, nuestro vínculo de amor y de entrega; en segundo lugar la necesaria pasión por el Reino que tenemos que tener los sacerdotes y esto tiene que ver con Evangelizar, la razón de ser de la Iglesia, y en tercer lugar, en nuestro ministerio, privilegiar a los más pobres y a los más necesitados…”.
Al finalizar la Ordenación y antes que terminará la Misa, los nuevos sacerdotes hablaron al Pueblo de Dios y manifestaron su agradecimiento al Señor por sus vidas, por el llamado y también a todos los que los acompañaron y acompañan cada día.
