La fundación Osde invitó a la presentación del libro “El sexto Lucifer”, de Rubén Emilio «Tito» García, hoy miércoles a las 17:30, en el salón ubicado en calle Bolívar 2218 casi Junín. La presentación de la obra estará a cargo de la escritora Rosita Escalada Salvo y la historiadora Liliana Rojas.
Prólogo de Liliana Rojas
Todo relato ficticio, en parte o en su totalidad, en el cual ciertos personajes protagonizan hechos en un tiempo y en un espacio, constituye una novela, una “noticia”.
Y es ésta una nueva novela, El Sexto Lucifer, de Rubén Emilio “Tito” García. Digo nueva porque hace poco tiempo aportaba otra “Las Misiones. La República utópica de los jesuitas”, arrancada de la historia guaraní-jesuítica en nuestra región.
En este caso nos ofrece una novela corta, de treinta relatos sencillos, con diálogos breves y descripciones precisas de los hechos y referencias interesantes de los personajes. La treintena de relatos tienen cierta autonomía que hasta pueden ser leídos como cuentos breves. Una parte de los relatos son ficciones, otra no, pero el escenario, el ambiente, y gran parte de los personajes son reales. Hasta se podría decir que es una novela de acción porque la intriga está presente como un nudo gordiano en toda la extensión de la obra, o novela de espacio y sociedad por la importancia que otorga el narrador a la descripción del ambiente histórico y social en el cual se desarrolla la trama.
Además de novela corta, es histórica y dramática, porque parte de los relatos son verídicos o se aproximan a lo que realmente ocurrió, y es dramática por la presencia de hechos sangrientos. No están ausentes el romance, el suspenso, el conflicto que permite que la historia no sea aburrida.
En todo discurso narrativo, no es tan importante el cómo se expresa el narrador sino lo que expresa. Y, según mi interpretación, García emplea conversaciones para las cuales, sin exagerar, toma palabras de los personajes tal cual fueron expresadas, lo que permite también comprender a los personajes.
Muchos de los personajes mencionados o descriptos en la obra, los conocemos, porque el autor ha elegido un escenario conocido, la ciudad de Posadas allá por mediados del siglo pasado y unas décadas posteriores; ello ha permitido al autor, conocedor del lugar y de los personajes, apelar a su memoria, o la de otros testigos, para describir el ayer de Posadas, aquella de los recuerdos de Balbino Brañas o del TotoAlterach.
El carnaval con sus comparsas y sus diablos ocupa un lugar importante en el relato. Y era así. Se vivía el carnaval en Posadas, se lo festejaba, se participaba. García lo toma como el nudo central para que, a partir de entonces, se entremezclen los demás relatos, de las costumbres posadeñas y el misterio de asesinatos entre luciferes.Desde ahí lo real se mezcla con lo posible, el conocimiento da paso a la ficción, lo que pudo ser y lo que a su vez, divierte al mismo narrador.
Entre relato y relato, se nos evoca a la Posadas de calles de tierra, sus barrios, costumbres y personajes; desfilan ante nuestros ojos las lavanderas del río, el lechero, la vida escolar, los oficios, los clubes, la vuelta al perro de la plaza principal, la banda de los Catalano, la bañadera de González, la presencia de algún famoso, los sueños de los pibes, el fútbol, el crecimiento de la ciudad. Y en medio de todo, la organización de los corsos y sus luciferes, los asesinatos y las ilusiones truncas de los jóvenes personajes.
La resolución de la obra es un misterio. El caso del sexto Lucifer no está resuelto. ¿O sí? ¿O todo fue un pudo ser y no fue?
“Tito” nos deja el producto de sus recuerdos, de su imaginación y su capacidad de relato. De acuerdo con Paul Ricoeursolo queda la reconfiguración del material por parte de los lectores. Es el reto para un autor que, seguramente, pretende que su obra sea un relato atrapante, que obligue al lector a substraerse de la realidad y adentrarse en la historia que el libro le ofrece.
Liliana M. Rojas
MAB
