Bélgica sigue en alerta y vincula a un cuarto sospechoso con los atentados de París

El gobierno belga mantendrá por al menos por una semana el nivel máximo de alerta en la región de Bruselas por temor a un atentado, informó el primer ministro belga, Charles Michel, mientras prosigue la cacería en Bélgica de uno de los autores de los ataques del 13-N en París y de otra célula islamista.
Y suavizará progresivamente las medidas excepcionales y, a partir del próximo miércoles, se reanudará la circulación del subte en la capital y las clases en los colegios, mientras que para el resto del país se aplicara durante toda la semana el nivel 3, correspondiente a las situaciones de riesgo «posible y probable».
Luego de dos días operativos y allanamientos, autoridades informaron que 21 personas fueron detenidas, incluyendo un sospechoso que fue acusado hoy de haber participado en actividades de un «grupo terrorista» y en los ataques de París del pasado viernes 13, que dejaron 130 muertos y más de 360 heridos.
Abdelhamid Abaaoud, el belga de 29 años y ascendencia marroquí, considerado el «cerebro» de los atentados en París, y tres de sus autores materiales vivieron en Bélgica, entre ellos Salah Abdeslam, quien, según los investigadores franceses, a último momento decidió no inmolarse con un cinturón de explosivos que portaba y regresó a Bruselas al día siguiente de los ataques.
El sábado pasado, el premier Michel ordenó poner a la región de Bélgica bajo el máximo nivel de alerta posible, cerrar lugares públicos y suspender el servicio subte ante la posibilidad de un atentado similar al de París, un estado de excepción que fue prolongado ayer y otra vez hoy.
«Todavía afrontamos el mismo tipo de amenazas que mencioné el domingo», dijo hoy Michel, que recordó que existe un riesgo «grave e inminente» contra los lugares que habitualmente reúnen a muchas personas, en particular, las calles y centros comerciales y el transporte público.
Para el resto de Bélgica se aplicará el nivel 3, de amenaza «posible y probable», indicó Michel en una comparecencia ante los medios, según informó la agencia de noticias EFE.
Sin embargo, y con el objetivo de «empezar a volver a la normalidad», las autoridades belgas han decidido «reabrir las escuelas el miércoles», detalló Michel, que aseguró que «se tomarán medidas de seguridad adicionales».
Asimismo, se volverá a poner el subte en funcionamiento, probablemente de manera progresiva, indicó.
«Es una señal clara y fuerte de que queremos evolucionar hacia una situación normal», subrayó el premier.
En paralelo al mantenimiento de los actuales niveles de alerta, el jefe del Ejecutivo explicó que seguirán aplicándose medidas para la disminución de los grandes eventos con mucho público, por motivos de seguridad, pero también para liberar a efectivos de la policía y el ejército.
Por otra parte, se reforzará la presencia sobre el terreno de la policía y el Ejército en Bruselas, pero también en el resto de Bélgica, y las fuerzas de seguridad estarán «muy atentas a los transportes públicos».
Indicó asimismo que el próximo lunes habrá una nueva evaluación de la amenaza por parte del Órgano de Coordinación y Análisis de la Amenaza (Ocam).
Según el primer ministro, el trabajo de los investigadores y juristas prosigue, es un «trabajo difícil», pero que debe seguir adelante.
También hoy, la Fiscalía General belga informó que 21 personas fueron detenidas durante una operación iniciada ayer en Bruselas, incluyendo a cinco arrestados hoy, aunque entre ellos no está Abdeslam.
Uno de los detenidos anoche fue acusado por un juez de haber participado en actividades de un «grupo terrorista» y en el ataque de París, informó más tarde la Fiscalía, pero sin dar más detalles.
De esta manera, son en total cuatro los sospechosos acusados en Bélgica de haber participado en los atentados en la capital francesa.
Las otras 15 personas que fueron detenidas anoche en los 19 registros en viviendas efectuados en la región de Bruselas y en Charleroi, al sur de la capital, fueron puestas en libertad.
El primer ministro reiteró hoy a la población belga su agradecimiento por su «serenidad y comprensión» en un momento «difícil, de circunstancias muy duras».
El domingo, el gobierno belga dijo que el estado de alerta no se justificaba sólo por la posible presencia de Abdeslam, sino que, insistiendo con declaraciones de Michel del sábado, se seguía la pista de varios sospechosos de querer cometer ataques en diversos lugares.
Además, durante los operativos, un hombre de 20 años fue herido a tiros por policías al lanzar su auto contra un grupo de agentes en la comuna bruselense de Molenbeek, donde vivieron Abdeslam y su hermano Ibrahim, quien se inmoló en los atentados de París.
La policía dijo que esperaba que el hombre, que no fue identificado y quedó detenido, se recupere de la lesión que sufrió en un brazo para poder interrogarlo.
En este contexto, el gobierno belga solicitó a Marruecos una colaboración «estrecha y avanzada» en materia de inteligencia y de seguridad tras los recientes atentados de París, informó hoy el Ministerio de Interior del país norafricano en un comunicado.
Esta solicitud se produce a raíz de una conversación telefónica entre el rey Felipe y Mohamed VI de Marruecos, en la que el monarca belga pidió la colaboración de los servicios de inteligencia y de seguridad de Marruecos «tras los últimos atentados de París y sus ramificaciones en Bélgica y en otros países europeos».
Recientemente, el coordinador antiterrorista de la Unión Europea, Gilles de Kerchove, destacó la ayuda «valiosa» de Marruecos en la operación policial de Saint Denis que permitió la detección del presunto cerebro de los últimos atentados de Parí­s.

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