Hace pocos días Carlitos Okulovich, que venía de un fin de semana flojo ante su público en la fecha 11va del Turismo Nacional que se corrió en el Rosamonte, publicó una frase en twitter que describe su actitud en lo que queda de la temporada y, sobre todo, de cara al 2016.
«La diferencia entre ganar y perder, frecuentemente es no rendirse», firmado Walt Disney.
Con ese espíritu el obereño fue a Comodoro Rivadavia tres días después de su frustrante puesto 21° en el TN -donde fue campeón en 2010- para tratar de mejorar «todo lo que se pueda».
Y vaya si cumplió. El misionero estaba teniendo su mejor fin de semana del año en la máxima categoría del automovilismo misionero.
Tras un comienzo estandar en los entrenamientos del jueves, el viernes sorprendió con una clasificación en la 8va posición, su mejor performance del día previo a la carrera en 2015. Había ilusión para una buena serie y final.
En la serie también hizo un buen papel y se metió en la tercera posición, esto le valió salir en el cajón 9°.
En la final venía muy bien y estaba todo dado para volver a meterse entre los 10 primeros, el objetivo de Okulovich para este año, ser un piloto top 10. Sin embargo, a cuatro vueltas del final protagonizó un espectacular choque -más espectacular que otra cosa- donde participaron Mariano Werner, Gabriel Ponce de Leon y Norberto Fontana. Esto motivó el ingreso del Pace Car y el abandono de Okulovich, que así no pudo redondear lo que hubiera sido una linda recuperación para terminar el año con una sonrisa.