Enríquez debe decidir entre un Guaraní «caro» para buscar la vuelta rápida a la «B» o un Guaraní modesto, más realista

Exitoso empresario, acostumbardo a tomar decisiones importantes, Roberto Enríquez debe determinar en los próximos días qué Guaraní quiere para el 2016 y todo parece indicar que debe optar por dos alternativas: un Guaraní «caro» que retenga a algunas figuras y referentes y traiga otros refuerzos de jerarquía para buscar la vuelta rápida al Nacional B o un Guaraní más modesto, con un presupuesto acorde al Federal A.

Mientras tanto, en Villa Sarita todo es incertidumbre y todo el mundo está a la espera de las señales del empresario. La idea de los Zuccarelli era seguir entrenando estos días, hasta el comienzo de las vacaciones pautadas por Agremiados para fin de mes. Los «Z» planearon la semana de trabajo apostando a un triunfo en Jujuy y la consecuente permanencia, algo que no pudo ser.

El descenso disparó la decisión de la dirigencia -lógica- de licenciar a todo el mundo. Pero los jugadores no se fueron a sus provincias, no arrancaron las vacaciones, a pesar de que tienen permiso para hacerlo. Todos están en Posadas esperando el llamado de la dirigencia para definir su futuro y de paso, asegurarse del cobro de premios y contrato hasta su finalización. Más allá de que Guaraní es un club prolijo con los sueldos prácticamente al día, nadie se movió de Posadas. Además, muchos querrían quedarse, otros preferirían buscar un club para seguir jugando al menos en el Nacional B.

La «pelota» la tiene Enríquez en su cancha, ya que el equipo no rindió y todos los contratos vencen en diciembre. Es un hecho que la mayoría del numeroso plantel de Guaraní va a emigrar.

Pero el empresario también debe saber con qué presupuesto cuenta para el 2016, donde no tendrá los ingresos de Fútbol para Todos, que asciende a 600.000 pesos mensuales en esta temporada. Más importante aún, debe definir el apoyo del Gobierno provincial, con el que cubre aproximadamente la mitad del presupuesto del club. A su vez, con el balotaje presidencial el domingo próximo, es imposible «abrochar» este tipo de definiciones de parte del Gobierno en estos días.

¿Quién será el técnico?

La dupla técnica integrada por Humberto y Martín Zuccarelli tiene contrato por seis meses más y quiere quedarse. Pero la última palabra la tiene el titular franjeado, quien anunció que se reuniría hoy con los técnicos platenses.

Una vez que defina eso, la dirigencia de Guaraní debe decidir a qué jugadores retiene, empezando por su figura, referente y goleador, Cristian Barinaga, quien ya no oculta que buscará nuevos horizontes. «La prioridad la tiene Roberto», dicen en el entorno del jugador, cuando se lo consulta sobre el futuro del Barigol.

Partirían también los jugadores con mayor jerarquía porque se les vence el contrato y también porque ellos buscarían seguir jugando en la B Nacional o incluso Primera en casos como los del «Chino» Benítez, Luciano Leguizamón o Enzo Bruno.

Lo principal parece ser definir si retiene a alguno de los jugadores de mayor jerarquía y a los referentes, como Federico Cosentino,  Tobías Albarracín o Elian Kopp.

Jugadores como Eros Medaglia, Lautaro Formica, Brian López, Jossimar Mosquera, Cristian Leyes, Jorge Armando Piñero da Silva, Maxi Zbrum, Sergio Sagarzazu también se irían.

Guaraní «caro» o Guaraní barato

Pero nada se resolverá hasta que el club no defina qué tipo de proyecto quiere para el 2016. De esa resolución dependerá todo lo que se decida después. Hoy parece difícil optar por un Guaraní «caro» que busque el ascenso rápido en el Federal A del 2016. Este torneo, según se acaba de definir en el Consejo Federal de la AFA, arrancará el 14 de febrero y terminará en junio. Tendrá apenas un ascenso a la B Nacional entre los 40 equipos participantes y dos descensos.

Enríquez no quiere hipotecar el club fundando sus planes en la posibilidad de un resultado deportivo que siempre es incierto. Pero también quiere ser protagonista de ese torneo y llevarle esperanza a la gente de Guaraní.

Si bien todo el mundo está a la espera de un llamado de la dirigencia para hoy, mañana o pasado mañana, no parece improbable que todo se pase para la semana que viene, al fin y al cabo, pasaron apenas 72 horas de la caída de Guaraní, que todavía está de duelo.

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Enríquez hace apenas tres días, cuando todavía había esperanzas, en La Tacita de Plata, esperando el partido con un grupo de socios e hinchas. El empresario goza de gran apoyo en el club, aunque también están los que le piden cambios. Enríquez y el resto de la CD tomarán una determinación en los próximos días.

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