Los médicos del Hospital Lagomaggiore que la operaron durante más de dos horas detallaron una gran cantidad de heridas en su cuerpo. Está inestable y su pronóstico es crítico. Sucedió en Mendoza.
Rosana Sosa, de 37 años, recibió más de cinco puñaladas en zonas vitales que hasta le provocaron la fractura de una costilla. El ataque fue propinado por su marido, Fernándo Fernández (39), médico del Hospital Central y jefe de residentes de terapia intensiva de ese nosocomio. Él también continúa internado bajo sedación.
«Está muy grave. Nunca se estabilizó y permanece con respirador. Hay que esperar las 48 horas críticas», indicó un médico del Hospital Lagomaggiore sobre el estado de Rosana Sosa.
El mismo indicó que la operación que le hicieron durante el lunes fue de más de 2 horas donde detectaron que tenía más de cinco heridas con un cuchillo que le provocaron severas lesiones.
Las heridas de la mujer son una fractura de una costilla derecha, una lesión en uno de sus pulmones, otra herida en el diafragma y también en su hígado.
Los médicos controlan sin descanso a Sosa para evitar que tenga una hemorragia interna, pero indicaron que la primera operación fue muy exitosa y hasta el momento no necesitó otra intervención.
Pese a esto, desde que salió de cirugía la mujer no estabilizó sus signos vitales, situación que permanece hasta la mañana de este martes. Está en terapia intensiva con respirador artificial y hemodinámicamente inestable, además se le colocan transfuciones de sangre debido a que perdió mucha en el momento del ataque y hasta que llegó al Hospital.
Los galenos aseguraron que su situación es muy crítica y que será fundamental que pase las próximas 48 horas.
El marido, médico del Hospital Central
Para el entorno de la pareja es completamente inexplicable lo ocurrido, debido a que nadie creyó que pudieran terminar de esa forma y mucho menos que él tuviese una reacción tan violenta.
El ataque ocurrió cerca de las 18 del lunes en su departamento del coqueto complejo Portal Alto Las Heras, de calle San Rafael y Zanjón de los Ciruelos, donde estaban sus tres hijos de 4, 10 y 13 años.
Una vez que la mujer estaba completamente lesionada, Fernando Fernández, jefe de residentes del Central, escapó del lugar.
Con el correr de las horas se supo que el hombre fue directamente al Hospital Central, donde habría dicho que se había accidentado con su moto.
Fue asistido por sus compañeros y cuando lo dejaron solo se encerró en una habitación donde desansan los médicos de guardia y se apbría aplicado potentes medicamentos para hacerse daño. Esto fue detectado por otro profesional e inmediatamente lo sacaron de allí.
Como consecuencia quedó internado y los médicos indicaron que debía permanecer al menos 24 horas, por lo que el fiscal Fernando Giunta dispuso una guardia policial.
Fernandez continúa bajo efectos de los sedantes y los especialistas indicaron que con el correr de la tarde bajaran la medicación para que el hombre despierte.
Los hijos del matrimonio
Los chicos de 4, 10 y 13 años que vieron a su madre herida quedaron bajo el cuidado de una amiga de Rosana Sosa.
Además el fiscal Giunta le dio intervención al Órgano Administrativo Local (OAL) para la asistencia psicológica de los chicos.
Uno de ellos fue quien auxilió a su madre junto con los vecinos que salieron a ver qué ocurría. Rosana estaba consciente y debido a los conocimientos que tiene por ser enfermera les dio indicaciones de qué debían hacer con sus heridas.
De esa forma la subieron al auto de un vecino y la llevaron hasta el Lagomaggiore, donde permanece internada en grave estado.
Imputación
El fiscal giunta espera que Fernández reaccione para imputarlo y disponer todas las medidas necesarias como estudios psicológicos y luego determinar dónde quedará detenido.
La acusación que recae sobre él es femicidio en grado de tentativa lo que prevé una pena de entre 10 a 15 años de cárcel.
Pero en el caso que su mujer muera, la imputación pasará a ser femicidio con una pena de prisión perpetua.
