“Macri no cuenta lo que hará porque si lo cuenta, nadie lo va a votar”

«Lo bueno de este balotaje es que le permite al ciudadano que tome en serio investigar a cada uno de los candidatos y más allá de la simpatía o la bijouterie de campaña, ver la cuestión de fondo y la confrontación de los modelos que son son muy diferentes. No es especulación ni suposiciones, sino que a lo largo de estos años, Mauricio Macri y Daniel Scioli han sido claros en las cosas que van a hacer. Macri no puede ocultar las cosas que hará, cuando a lo largo de toda su vida política lo viene sosteniendo. Y no es campaña sucia desenmascarar lo que hará si es presidente. Es bueno que la gente sepa”.
El secretario de Hacienda, Adolfo Safrán se apasiona cuando compara los dos modelos. Está convencido de que el rol del Estado es central para no volver a repetir crisis del pasado y por eso se opone férreamente a las ideas de libre mercado que pululan en el PRO y algunas oposiciones.
Sin embargo, Safrán sostiene que hay que adoptar medidas rápidas para recuperar competitividad, especialmente en las economías regionales. La diferencia está en el como.
“Los dos hablan de devaluar la moneda, lo que es necesario, porque el tipo de cambio está atrasado, pero hay muchas formas de devaluar.
Lo que propone Macri, propio de los gobiernos liberales, ya lo vivimos con la crisis de 2001, en 1989 con la hiperinfación, en la dictadura con las políticas de José Alfredo Martínez de Hoz. Los gobiernos liberales siempre han aplicado devaluaciones de shock».

¿Cómo es eso?
Te levantás un día y te encontrás con el dólar a 20 pesos, el combustible de 15 pesos se fue a 25 o a 30 pesos. Las tarifas eléctricas, si pagás 300 pesos, de luz, vas a pagar mil por la quita de subsidios, pero los salarios estarán congelados. Los tarifazos, la devaluación, el congelamiento de salarios y jubilaciones y el recorte del gasto del Estado son una fórmula. Esto ya lo vivimos, con Néstor Mario Rapanelli (segundo ministro de Economía de Carlos Menem), en la crisis de 2001, con Martínez de Hoz, en el Rodrigazo del 75. Es de manual. Devaluar, congelar salarios, generan aumento de los precios, porque están atados al dólar.
De la noche a la mañana, la gente se empobreció. El comerciante, el trabajador, el cuentapropista se dará cuenta de que sus ingresos pierden el 40 por ciento de su capacidad de compra».

¿A quien beneficia una devaluación?
A los sectores concentrados. Es cierto que se necesita exportar, recuperar competitividad, pero no provocar un shock donde los únicos beneficiados serán los sectores concentrados, ligados a la exportación, que van a tener un dólar competitivo, sin retenciones, porque Macri ya anunció que eliminará las retenciones a todos los productos sin aplicar políticas redistributivas a quienes tienen buenos ingresos. Se genera una redistribución de la renta, pero a la inversa, de los que menos ganan a los que más ganan.
Scioli plantea políticas graduales. Se puede corregir el tipo de cambio en seis, doce o quince meses, donde el impacto en la clase trabajadora, comerciante, cuentapropista, va a ser mucho menor y no se va a sentir una caída en el salario real.

Es decir que la clase media será la más perjudicada…
Es paradójico. Me encuentro con algunos comerciantes que le quieren votar a Macri y serán los más perjudicados por sus políticas. Pero Macri no cuenta lo que va a hacer porque si lo cuenta, nadie lo va a votar.
¿Cuál será el impacto en Misiones si se eliminan las retenciones a la soja?
Para Misiones son cerca de 600 millones de pesos al año, de los cuáles, más de 200 se distribuyen entre los municipios y 400 quedan para la Provincia. Pero en el Presupuesto 2016, hay incluidos ocho mil millones de pesos provenientes de recursos federales, de los cuáles, se pueden perder 2.500 con una política de ajuste. Por ejemplo, el Artículo Nueve si la Provincia se tiene que hacer cargo. Si la Nación nos deja de enviar fondos para viviendas, que se reciben a través del Fonavi y fondos extras, cerca de 2.500 millones para viviendas. Eso podemos perder en función de reasignar partidas para otras provincias. En estos doce años, hubo un proceso de justicia para con las provincias periféricas y Misiones se vio favorecida para poder achicar la brecha entre el país central y las más pobres. Macri va a llevar los recursos federales al centro del país.
El NOA, el NEA y el Sur, seremos relegados y otra vez más pobres. Si hay un ajuste como anuncia Macri, entre recursos para viviendas, el Incentivo Docente y otros fondos, Misiones puede dejar de percibir no menos de 2.500 millones, de un presupuesto estimado en poco más de 30 mil millones de pesos.
También limitará mucho la posibilidad de incrementos salariales…
En ese caso, sin recursos federales, las provincias no contaremos con recursos para obras y obviamente para salarios. Misiones deberá ajustarse a vivir con los recursos de origen provincial y la coparticipación, que es mucho menos que lo que recibe hoy. Es una limitación.

 

Safrán no duda que las políticas de ajuste causarán un tremendo daño a las provincias que ya tienen una experiencia reciente con la situación económica de fines de los 90 y la explosión de 2001 que fue costeada por los más desprotegidos, cuando hubo que achicar el gasto del Estado y hasta recortar salarios. De todos modos, reconoce que son necesarias correcciones para que las provincias recuperen aire y la actividad económica vuelva a tener tasas de crecimiento positivas. Él es proclive a minidevaluaciones controladas para que el impacto sea menor y los nuevos valores no se trasladen a los precios, lo que volvería a disparar la inflación.

Si se reconoce que hay problemas económicos, ¿Cuál es la salida?
Empezar a corregir el tipo de cambio, de modo gradual para que no haya impacto y se recupere competitividad porque no se puede exportar con dólar a diez pesos. Se debe eliminar las retenciones a las economías regionales, como ya anunció Scioli en Misiones que va a ser para el té, la yerba, tabaco o los productos forestales de las Pymes, que son productos de la economía misionera que pasan por un momento regular por condiciones mundiales y locales.
Hay que sincerar variables, ordenar el gasto público, pero con sintonía fina. Eliminar los subsidios, como quiere Macri, significa que de pagar 300 la luz, pagarás mil pesos y el salario será el mismo. El transporte que hoy tiene subsidio, tendrá un importante incremento. Lo que tiene que hacer Scioli es sintonía fina. Por ejemplo, podés recortar subsidios para los que tienen buenos ingresos. Esa sintonía se puede hacer, que le va ayudar al Estado nacional a ahorrar y corregir el déficit fiscal, pero que sin que signifique un gran impacto.

Uno de los argumentos del PRO es que la economía está un desastre…
No se puede decir que la economía del país es un desastre. En estos años Argentina creció de manera espectacular y después, hay que ubicarse en el contexto mundial. China viene desacelerando, Estados Unidos recién sale de su proceso recesivo, cumpliendo el objetivo de desempleo de seis por ciento, Europa recién se está recuperando. Cuando hay una economía mundial deprimida, se reciben coletazos. Lo recibe Brasil que tiene problemas económicos mucho más graves. Lo reciben Perú, Colombia y también Argentina y así y todo, el país tuvo tasas de crecimiento, cuando la economía mundial viene cayendo. No es una economía desastrosa. Hay que corregir variables. La inflación, sin dudas, que preocupa a todos los argentinos, porque cuando supera el 25 por ciento, genera incertidumbre, genera problemas al comerciante, al que le cuesta fijar precios, que no puede trasladar y significa una merma en las ganancias. Scioli tendrá que ocuparse de bajar a valores más razonables, por lo menos cercanos al diez por ciento, que es mucho más manejable para cualquier economía.

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