La novela que sigue: María del Mar Cuello Molar, durísimo chat contra la madre de Matías Alé

La flamante esposa del actor habló por WhatsApp con Pamela David y desnudó una explosiva interna con su suegra, Elena.

La noche del lunes 2, Matías Alé (38) protagonizó una escandalosa situación producto de un brote psicótico en la que tuvo que intervenir la policía por el nivel de desborde del actor: en medio de la triste circunstancia, él gritaba por su esposa, María del Mar Cuello Molar (23), y rezaba el Padrenuestro.

En la madrugada del martes, Alé fue trasladado a la fuerza y en ambulancia al Sanatorio de La Trinidad y, una vez estabilizado, a la institución psiquiátrica Avril. Pero en las primeras horas del miércoles, Matías debió ser trasladado a la clínica Otamendi debido a un cuadro febril.

En medio del delicado momento personal, salieron a la luz las fuertes diferencias que Matías y María del Mar mantienen con la madre del galán, Elena. La joven cordobesa le envió a Pamela David una serie de polémicos chats, tras ver las declaraciones de Elena, dijo: «Decidí no ir al casamiento, por problemas personales. A Nancy –la suegra de Alé- la conocí hoy. Me presenté y me fui a hablar con el psiquiatra. Y a su mujer (María del Mar) le dije ‘hola, cómo te va y punto’. No voy a hablar de esta chica».

Furiosa, María del Mar estableció una extensa conversación en WhatsApp con la conductora de Desayuno Americano y expuso su malestar con Elena: «Hola Pame, perdón por la hora. Recién vuelvo de la Clínica Otamendi. Tuve que trasladar a Mati por órdenes de los médicos. Necesito pedirte un favor, en la desesperación que tengo.

Acabo de ver las notas que dio la madre de Matías ¡y no lo puedo creer! El primer brote lo tuvo acá en Buenos Aires, en la casa de la madre. Ahí Matías pidió por favor que el mejor amigo, Luciano, lo lleve a Carlos Paz para poder estar conmigo. Cuando Mati se recupera y vuelve a tener relación con la madre se da cuenta que muchas cosas no le cerraban, como el manejo que tuvo todos estos años con su dinero. Ahí entran en pelea, madre e hijo».

Luego, ahondó un poco más en la mala relación de Alé con su madre: «Se dejan de hablar, que no mienta. La única persona que está día y noche con Matías soy yo, porque la madre sólo apareció hoy para figurar en las cámaras para atajarse, y el hermano se borró. Gracias a Dios, tengo la contención de mi mamá que la hice venir, y de mi amiga May. De esto tengo prueba de todo.Después de lo que estoy viviendo con Mati, en esta situación, a ella sólo le importa las cámaras».

Casa embrujada, batalla contra el diablo y las sectas

El religioso quien acompañó al actor y su familia luego de confuso episodio envuelto en acusaciones de agresiones, delirio místico y brote psicótico, detalló cómo fueron las horas previas a que se desate lo peor.

En medio de los rumores sobre qué le ocurrió verdaderamente a Matías Alé luego de que agreda a su flamante esposa, María del Mar Cuello Molar y su suegra, Nancy Moler, y entre en estado de shock, producto de un delirio místico o brote psicótico, habló el padre Manuel Acuña, asesor espiritual del actor, quien estuvo junto a él y su familia tras el escándalo.

El religioso dialogó con Jorge Rial en La Red y detalló -desde su postura espiritual- cómo fueron las horas de terror del actor: «Lo que yo puedo decir es sobre lo que me dijo su señora: no hubo violencia, lo que sí hubo una especie sensación de amenaza por la que él intentó defender a su esposa y su suegra de algo peligroso».

«El gritaba ´nadie las va a tocar, nadie las va lastimar’«, agregó.

En este marco, explicó que «cuando gritó el Padre nuestro lo hizo para liberarse de algo». «No creo que haya pasado por posesión, sino sanidad generacional, que libere o desate algún mal que tenga. Porque el campo de batalla del diablo es la mente y psiquis. Libró una batalla contra algo amenazante  que agredía a su esposa y la madre de ella», agregó.

Mientras que descartó que se trate de una secta lo que lo llevó a tomar una postura mística: «No estoy de acuerdo con lo de la secta, no hay grupo, ni nada. Estamos ante un hombre con sensibilidad espiritual que va a necesitar un abordaje terapéutico desde lo espiritual, porque el alma no se cura con pastillas».

La casa embrujada

El Padre confirmó que tanto Alé como María del Mar habían hablado de que el departamento estaba embrujado: «La casa se encuentra embrujada y él gritaba y las cuidaba tratando de que nada las abordara y protegerlas, pero no está poseído porque si no no habría rezado el Padre Nuestro».

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