Matías Alé, internado en una clínica psiquiátrica tras un brote psicótico

El mediático Matías Alé fue detenido este martes por la madrugada acusado de agredir a su esposa y a su suegra en el barrio porteño de Palermo. Ordenaron su derivación bajo custodia a una clínica psiquiátrica.
Alé quedó detenido por «atentado y resistencia a la autoridad», afirmó a Télam una fuente de la comisaría 31, pero por su estado «fue trasladado primero al Sanatorio La Trinidad y después a una clínica psiquiátrica, por orden del Juzgado Correccional 7, a cargo de Alejandro Litvasck.
Fuente judiciales se negaron a dar información acerca del resultado del análisis toxicológico al que fue sometido Alé, mientras trascendió en canales noticiosos de televisión que el mismo «había dado negativo».
La derivación de Alé de La Trinidad a Avril, la misma clínica del barrio de Almagro en la que estuvieron internados Diego Maradona y Charly García -afectados por sus adicciones- alimentó esa versión, que se fue desvaneciendo mientras se fortalecía la del brote psicótico, aunque ninguna quedó confirmada por los médicos responsables.
«Su esposa, María del Mar Cuello, de 23 años; y su suegra, Nancy Molar, de 54 años, no radicaron la denuncia hasta el momento», confirmó la fuente policial, y aclaró que el cargo por el que quedó detenido Alé no fue por lesiones «tal como difundieron algunos medios» sino sólo «por atentado y resistencia a la autoridad».
A medida que transcurrieron las horas, desde las tres de la madrugada cuando fue detenido y sacado del domicilio esposado a una silla, las redes sociales se hicieron eco del caso y comenzaron a circular todo tipo de denuncias -también mediáticas- de mujeres que le atribuían a Ale un pasado «violento».
Para Alejandra Lauría, coordinadora del área legal de la Casa del Encuentro, «es vergonzoso el tratamiento que cobra un caso de violencia de género cuando se trata de mediáticos con dinero y fama».
La asesora de la entidad estimó que este caso es un ejemplo más de cómo se «encubre la violencia en una supuesta descompensación psiquiátrica», y añadió que «no es casual» que se lo haya trasladado a un sanatorio y a una clínica privada, como son La Trinidad y Avril, donde a la persona violenta «se la termina protegiendo, se la pone en el lugar de mayor vulnerabilidad, después de haber agredido y puesto en riesgo a otras personas».
«Con esto no digo que no hay que darle atención al agresor, pero lo que no hay que hacer es ocultar con una supuesta adicción o cuadro psiquiátrico la violencia que causó él a las personas a las que atacó», recalcó Lauría.
El hecho ocurrió después de las dos de la madrugada en un departamento del sexto piso de un edificio ubicado en la calle República de Eslovenia al 1900, donde llegó un patrullero de la Policía Federal alertado por los vecinos que escucharon gritos.
Al llegar, los efectivos de la comisaría 31 se encontraron con Alé que «tomaba del cuello y agrediendo físicamente» a una de las mujeres, y cuando quisieron detenerlo fueron resistidos «a patadas y manotazos».
Un vecino y testigo, que prefirió ser identificado como Mariano, aseguró que a la madrugada salió al balcón «por los gritos” que se escuchaban.
Según sus dichos, «Alé gritaba el Padre nuestro” y fueron necesarios “entre tres y cuatro policías para lograr subirlo a la camilla para que se lo lleve la ambulancia”.
“Estuvo como 45 minutos gritando ‘María’, rezando y pidiendo a los gritos que le saquen las esposas hasta que lograron subirlo”, afirmó Mariano en declaraciones a radio La Red, y relató que primero “llegó una ambulancia, después un patrullero y luego dos más”.
La policía ordenó su traslado a la clínica de la Trinidad de Palermo, donde quedó «en observación» por una crisis nerviosa y después se lo trasladó a Avril, en Barrio Norte.

La versión de la mujer
María del Mar Cuello Molar, la esposa de Matías Alé, habló por mensajes con la periodista de Intrusos Marina Calabró para dar su versión de los hechos que terminaron con la internación del actor en un psiquiátrico. De esta forma confirmó que le diagnosticaron un brote psicótico.
Horas más tarde la prensa logró interrogarla. «No hay denuncia. No tengo nada que denunciar», fue lo primero que dijo ante la insistencia de los periodistas, y agregó: «A mí me parece que deberían dejar de inventar tantas cosas. Todo lo que dicen es todo mentira».
Luego explicó el motivo del incidente: «Simplemente tiene un pico de estrés». «Sí, estuve con él recién. No me tiene que pedir disculpas por nada porque a mí no me hizo nada», comentó luego y concluyó: «¿Por qué llamó la policía? No sé, la llamaron los vecinos».
Acto seguido ingresó a un auto y su abogado quedó brindando los últimos detalles a la prensa. Finalmente antes de irse, pidió a quienes la estaban interrogando que dejaran de hacerlo ya que estaba muy cansada.

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