Larga vida al chamamé

El festival Haciendo Caminos, organizado por Asociación Argentina de Intérpretes (AADI), homenajeó a Ramón Méndez en una velada en la que diferentes generaciones estuvieron representadas por Los Hermanos Britez y Ricardo “Cacho” Barchuk. El “Tano” Fiorio puso la parte emotiva con una ajustada selección de tangos y folklore regional.

Que el chamamé tradicional goza de buena salud, no lo duda nadie, y una clara muestra de ello es Ramón Méndez, quien a los 83 años de vida se manifiesta con unos bríos y lucidez fuera de serie. Él fue el elegido por la Asociación Argentina de Intérpretes (AADI) para ser homenajeado en esta 4ta edición local del Festival Haciendo Caminos, que ya se ha consolidado en el calendario local de eventos de música regional.

Fabián Meza, delegado local de AADI, destacó la participación del municipio local, con quienes se ha firmado un convenio hace ya cuatro años “y que sin su colaboración no sería posible la realización de Haciendo Caminos, un festival que, además de homenajear a artistas de gran trayectoria, colabora en la difusión de artistas nuevos, para darle un impulso en su carrera artística”. Acerca del homenajeado, Meza destacó que “Ramón Méndez está siendo homenajeado en diferentes eventos en todo el país, y qué bueno que también tenga su merecido reconocimiento en su provincia”.

La fiesta dio inicio con los hermanos Alan y Nazareno Britez, fieles exponentes de lo que son las nuevas generaciones del más puro chamamé tradicional y que estuvieron acompañados en la voz por Leonardo Zarur, quien demostró que su condición de no vidente sólo le engrandeció la voz y el sentimiento. Alan, el mayor de Los Hermanos Britez, en la previa  se manifestó muy orgulloso de compartir escenario con celebridades chamameceras como Ramón Méndez, a quien calificó de “referente absoluto del chamamé tradicional”, y relató que se están preparando para los grandes festivales que se avecinan, comenzando por el del Litoral y, ya en enero, la Fiesta del Chamamé, el Festival Mbrurucuyá y una gira por Brasil.

A continuación fue el turno de Jorge el “Tano” Fiorio, quien con su vozarrón venció al viento que dominaba ese sector de la Av. Costanera. El Tano, firme y contundente, desplegó clásicos del 2×4 acompañado en el piano por Mauri Pérez, y para finalizar se despachó con una sentida (y festejada) versión de Posadeña Linda, cuyo recitado quedó flotando y compitiendo en emotividad con los hinchas xeneizes que comenzaban a llegar al popular paseo para festejar un nuevo campeonato.

 

Doble homenaje

Luego del Tano llegó la hora del homenaje a quien fuera primero discípulo y luego compañero de andanzas de glorias como Isaco Abitbol y Tránsito Cocomarola. Ramón Méndez, quien junto a los antes nombrados y Blas Martinez Riera y don Tarragó Ros, conforman el pináculo del chamamé tradicional, subió al escenario a recibir de manos de Fabián Meza, representante local de la AADI, una placa en reconocimiento a su trayectoria musical. Ramón, lúcido y locuaz como en sus años mozos (hoy cuenta con 83), no sólo sigue componiendo, sino que toca y recibe el cariño de la gente de todo el litoral. En la oportunidad, el homenajeado decidió hacer lo propio con todas las mujeres misioneras, a quienes regaló un sentido y festejado poema de su autoría. Además, esta auténtica leyenda del chamamé, se encargó de recordar y compartir la mención recibida con los grandes intérpretes que lo acompañaron a lo largo de su carrera, “especialmente los Changos Misioneros, que estuvieron desde mi primer festival en Valparaíso(Chile)”, destacó.

El cierre musical estuvo a cargo de otra generación de grandes chamameceros. Así, entre la juventud de Los Hermanos Britez y la longevidad de Ramón Méndez, encontramos a Ricardo “Cacho” Barchuk, quien hace 40 años viene bregando por la salud del chamamé tradicional. Con su brío característico, derrochó musicalidad sobre el escenario. Un rato antes, en la previa, Cacho manifestó su “orgullo por compartir escenario con esta gloria, como lo es Don Ramón Méndez”, con quien también recibió una placa homenaje hace sólo unas semanas, cuando la fundación Tránsito Cocomarola otorgó a ambos una placa en reconocimiento a la trayectoria artística. Así, a veces más reconocido fuera de la provincia que acá, Ricardo Cacho Barchuk deslizó su intención de participar del Festival del Litoral, para luego sí, abocarse a la grabación de un nuevo disco.

 

Palabra de Zamba

Luego del festival, Zamba Quipildor, integrante del Consejo Directivo de AADI, se refirió al accionar de AADI reconociendo lo difícil que a veces resulta divulgar los beneficios que obtienen los artistas al registrar sus obras. “La inversión se va haciendo a  futuro, los intérpretes misioneros de a poco se van poniendo en contacto con nuestra institución y así nos fortaleceremos todos. Al principio fue duro, pero hace cuatro años (seis a nivel nacional), este festival se va institucionalizando, y lo importante es que madure esta visión del músico como trabajador de la cultura. Los artistas en general son los que representan al país cuando viajan. Cada artista muestra sus paisajes, sus costumbres, y a veces no se le da el valor necesario”.

AADI, tiene como fin el proteger los derechos de propiedad intelectual de los autores e intérpretes nacionales, una tarea ardua que conlleva mucho trabajo. Como el que llevó adelante una gloria de la música argentina que rigiera los destinos de AADI los últimos 30 años y que falleciera a finales del año pasado y Zamba lo recuerda: “Leopoldo Federico nos dejó un legado y una gran responsabilidad. Llegaba a AADI a las 11 de la mañana y se iba a las 6 de la tarde. Dejó el legado de honestidad y rectitud que, después de 30 años de labor, se manifiestan con una AADI fuerte capaz de proteger y brindar beneficios a los músicos”.

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