Indignación por un psicópata que frotó con gasoil a un cachorro y lo prendió fuego

Uno de los actos de crueldad más grandes es el ataque a un ser indefenso. En este caso la víctima es un cachorro callejero de 6 meses. Ricardo Manzo lo frotó el martes con gasoil y lo prendió fuego. Sucedió en Mendoza.

Ya fue imputado por el fiscal de Guaymallén, Tomás Guevara, por violar la Ley Sarmiento de protección animal y también será sometido a un examen psicofísico en el Cuerpo Médico Forense.

El incalificable suceso congregó a más de 150 personas de distintos departamentos de Mendoza, tras enterarse de lo ocurrido por las sociales. Todos ellos hicieron un piquete frente a la vivienda del hombre, en calle Azcuénaga, de San Francisco del Monte, en Guaymallén.

Aquí fue que tuvo que intervenir la policía para aplacar la indignación que iba acrecentándose a medida que más personas se sumaban a la protesta por lo que le hicieron al perrito.

Una vecina dijo “No creí nunca que vivía cerca de un psicópata”. Así calificó a Manzo. Este esgrimió como argumento defensivo que el perro lo molestaba  cuando asomaba su hocico entre las rejas de la planta baja.

“Hay que tener en cuenta que él vive en un segundo piso y por lo tanto –dijo su vecina Silvia Pavés– mal podría haberle ocasionado molestia alguna. Además, quién podría hacer tanto daño a un animalito. Nadie sabe cómo se llama, pero todos lo queremos en el vecindario”.

Los manifestantes decidieron prender fuego a ramas sobre la vereda y uno de ellos escribió en el piso con grandes letras rojas: “Este es un hijo de puta y un asesino”.

La bronca era generalizada y los gritos e insultos no paraban. Además, los manifestantes cortaron la calle. La policía tuvo que desviar el tránsito en esa cuadra porque ya habían prendido fuego a varias ramas de un extremo a otro de la arteria.

Fue llamativo observar cómo una vez que el caso trascendió en las redes sociales llegaron más manifestantes de Godoy Cruz, Maipú, del mismo Guaymallén, San Martín e incluso, una turista de Trenque Lauquen, provincia de Buenos Aires.

Los bomberos fueron convocados para apagar el fuego, pero tuvieron que esperar a que parara la movilización que estaba en su apogeo y solamente una hora y media después se calmaron los ánimos y entonces sí pudieron apagar los últimos vestigios de llamas y limpiar la calle.

“El perrito,según contó Johana Quevedo, quien radicó la denuncia en la Oficina Fiscal 18– gritaba de una manera desesperada. Yo salí detrás de mi abuela y lo vi ardiendo y buscando refugio por los dolores que tenía, debajo de una camioneta. Lo saqué y lo metí en una acequia para apagarle las llamas. Fue algo tremendo que no se lo deseo a nadie. Luego llamé a la policía y a un veterinario.

Afortunadamente a dos cuadras está la veterinaria Madagascar y Mariano Cárdenas –uno de sus veterinarios– vino corriendo a buscarlo. Era impresionante cómo aullaba y finalmente, su quejido fue apagándose de a poco.

Mariano lo llevó y él y la otra veterinaria, Eliana Raineri (31) se ocuparon de darle asistencia inmediata. Muchas personas se acercaron hasta el lugar para expresar su solidaridad con los profesionales por el gesto que tuvieron y no dejaban de preguntar qué posibilidades de salvarse tenía el perrito. Incluso hubo quien ofreció dinero para contribuir con los gastos que su atención demande”.

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