Premios y castigos

La sociedad misionera marcó claramente sus preferencias políticas. La Renovación, que mantiene una propuesta consolidada desde 2003. Hubo un claro respaldo a las políticas públicas expresadas en la síntesis de Hugo Passalacqua y Oscar Herrera Ahuad, a la conducción de Carlos Rovira y el liderazgo del gobernador Maurice Closs.
En la oposición los resultados permiten apreciar que hubo castigos para los giros ideológicos y los saltos de partidos. Alex Ziegler lo puede apreciar en carne propia. Después de abandonar la Renovación enojado porque no le dejaban ser candidato, coqueteó con varios partidos hasta desembarcar en el PRO, que lo sumó como la gran esperanza de triunfo. Sin embargo, obtuvo 63.949 votos menos que el propio Macri, que apenas pudo pronunciar su apellido cuando vino a sacarse una foto juntos en Eldorado. Ni en su ciudad natal pudo hacer pie y apenas consiguió apenas 8.778 votos.
El radicalismo, que abandonó sus principios populares para mendigar un espacio en el PRO no solo fue despreciado por el espacio de Macri. Sin candidato a presidente propio, rogó ir pegado a la boleta del PRO, pero no movió la aguja. Gustavo González apenas cosechó 51.151 votos y en su propia ciudad, también Eldorado, apenas consiguió 5.842. Los votos de la UCR fueron menos que en el peor momento del partido, después de la fuga en helicóptero de Fernando De la Rúa. En 2003, Pablo Andersen había obtenido 61.073 votos, diez mil más que ahora.
Está claro que González no es el único responsable. Y en la UCR ya hablan de un recambio generacional y de conductas. Martín Arjol aparece como la figura clave en esa transición. Sacó diez mil votos en Posadas, superando al diputado nacional Luis Pastori y a varios candidatos de la Renovación en la capital.
La conducción de Hernán Damiani también entrará en zona de discusión, ya que bajo su mandato, el radicalismo retrocedió varios casilleros.
El Partido Agrario, conducido por Héctor Bárbaro también entró en declive. En 2013 había obtenido 56333 votos en la pulseada legislativa y el chacarero aparecía como una fuerza emergente en la política misionera. Ahora perdió 20 mil votos. Lejos de hacer una autocrítica, el actual diputado culpó a la ley de Lemas por su caída y a la “polarización” forzada por la Renovación.
El legislador se metió en terreno pantanoso al cuestionar el voto en blanco que se convirtió en la tercera fuerza por encima de su propio partido. “No creo que en Azara haya 379 votos en blanco para Gobernador, es imposible, porque no son lugares donde se genere una discusión ideológica y política en la que se decida: “A éste lo vamos a votar en blanco, o aquel, o al otro. No existe esa discusión en los pueblos chicos”, menospreció.
El inédito balotaje presidencial encontrará a la Renovación y al PAyS juntos en el objetivo de juntar votos para Scioli. El resto de la oposición se jugará con Macri, aunque resta saber qué postura ideológica tomará el massismo local, que está liderado por Ramón Puerta.