Papa Francisco: «La Tierra, nuestro hogar está empezando a parecerse cada vez más a una inmensa pila de basura»

El egoísmo del hombre, el facilismo, el utilitarismo a ultranza, es un estilo de vida que nace del desarrollo tecnológico del siglo XX. El “úselo y descártelo”. El problema ecológico se debe asimismo al descuido o desidia y la mayoría de las veces, detrás de ellos están los intereses económicos.

Algo similar ocurre en las relaciones humanas, a las cuales inclusive poco tiempo se les dedica acentuándose en los extremos de la vida, temas éstos que son tratados en la última Encíclica “Laudato Sí”, donde  previene y advierte sobre qué hacemos con lo que “descartamos”.

Por décadas existió la tendencia en los habitantes de países sudamericanos a un uso indiscriminado de las riquezas de sus recursos naturales, ello ha traído graves problemas ecológicos que requieren un efectivo cambio de mentalidad y nuevos estilos de vida presididos por la sobriedad, templanza y autodisciplina, tanto a nivel social como personal donde inclusive podríamos aplicar hasta conceptos preventivos de seguridad e higiene (muy comunes en industrias y organismos) en nuestros hogares y en todos los órdenes, algo que hoy escasea. «Prevenir es la consigna”

Estamos en búsqueda de una ética ecológica, que implique el alejamiento de esa moral utilitarista e individualista y promocione la justicia y la solidaridad como valores indispensables e insoslayables.

Es necesario abandonar la lógica del mero consumo y promover formas de producción agrícola e industrial que respeten el orden de la creación y satisfagan las necesidades primarias de todos. Una actitud semejante, contribuye a eliminar diversas causas de desastres ecológicos.

En el país

Hoy en el norte de nuestro país existen dos efectos terribles: uno es el cambio climático, todo ese equilibrio creado por Dios en la ecología que al quitarse el monte y colocar represas, produce inundaciones como en los ríos Pilcomayo, Bermejo y Uruguay. El otro es un cambio gravísimo en la cultura de los pueblos originarios, ellos interactúan con la naturaleza de manera muy profunda, pero al quitarles los elementos de la naturaleza con los cuales ellos han desarrollado esa relación durante siglos, les estamos quitando un aparte vital de su cosmovisión.

Hay cambios previstos en el calentamiento terrestre, sobretodo en altas latitudes, acidificación de los mares, un aumento de la frecuencia de las temperaturas extremadamente cálidas, olas de calor y fuertes precipitaciones, así como aumento de la intensidad de ciclones tropicales. Frente a los cambios comprobados y los previstos, es urgente implementar medidas de atenuación, mitigación y adaptación.

“En el mundo Griego, tres conceptos estaban relacionados entre sí: Dios, la naturaleza y el hombre; ahora, en el mundo de la Biblia, hay otro triángulo que se superpone: Dios, hombre y naturaleza”, según Franz Rosenzweig.

En Misiones

En el año 1832, Misiones se anexa a Corrientes y en 1877 Corrientes dicta dos leyes, el 4 de Agosto y 27 de septiembre creando poblaciones agrícolas de 2500 Ha. donde antes hubo reducciones jesuíticas, así se reservaron las tierras de Apóstoles. Para 1894, el agrimensor Queirel lleva a cabo la mensura del centro agrícola de Apóstoles, pueblo y colonia adyacente y al año siguiente, se crea el departamento de Apóstoles.

Posteriormente a varios gobernadores asumió en 1896  Juan Lanusse, quien fomentó la inmigración, recibiendo a los primeros colonos en Agosto del 1897 y ayudándolos sin dádivas, pero con creces hasta el final de su mandato y manteniendo un contacto permanente con el intendente oportuno.

Misiones ha sido pionera en temas de medio ambiente, asignatura pendiente podría ser la generación de energía “limpia”, como ser Biogas, una manera económica de proveer gas a una familia, escuela rural o ciudad, por medio de grandes plantas de tratamiento de residuos orgánicos, permitiendo utilizar la fracción orgánica de la basura y de animales de granja. Un sistema que crea activos económicos, exitoso en varios países del mundo, que genera sustentabilidad de los sistemas productivos, mejorando el uso de los recursos naturales y disminuyendo el creciente problema de los residuos sólidos orgánicos. A su vez, dicho proceso genera un segundo producto de alto valor como ser los biofertilizantes, que no solo aportan macro nutrientes a los suelos sino que también aportan materia orgánica, micro nutrientes, minerales, fito hormonas, que mejoran la sustentabilidad de la tierra.

En Apóstoles

aposarcoEn Apóstoles, hace años se está clasificando sus residuos domiciliarios, aportando una mejor calidad de vida, cuidando los recursos naturales, medio ambiente, energéticos, económicos, sanitarios y sociales que afectan directamente la calidad de vida de cada vecino y de las futuras generaciones.

Es por esto que el desarrollo de tecnologías limpias, que busquen satisfacer estas necesidades es cada vez más importante. Dentro de este marco aparecen las energías renovables como una de las alternativas. Dichas energías abarcan entre otras, a la energía solar, la eólica, biomasa, mareomotriz, hidráulica, entre otras.

El protocolo de Kyoto

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A nivel mundial, transcurrieron siete años y el 16 de Febrero de 2005 entró en vigencia el Protocolo de Kyoto, posteriormente grandes potencias no lo han cumplido, llegando a la situación de hoy día en que Estados Unidos está tomando medidas agresivas para reducir las emisiones de carbono que conducen al cambio climático y su Presidente definió al cambio climático como una amenaza para la seguridad nacional.

En diciembre próximo participarán en la conferencia sobre cambio climático de las Naciones Unidas en París.

Lo que dice la Encíclica Laudato Sí

En la Encíclica Laudato Si, se alienta al esfuerzo valiente y responsable para “reorientar el rumbo” (L Si, 61) y para evitar las más grandes consecuencias que surgen del degrado ambiental provocado por la actividad humana. La urgencia evidente es que el cambio climático es un problema que no se puede dejar a la próxima generación. Todavía tenemos tiempo para hacer los cambios necesarios para lograr “un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar” (LSi,13).

Somos responsables de la formación de las nuevas generaciones, debemos ayudarlas a ser capaces en la economía, la política y firmes en los valores éticos.

El futuro exige hoy la tarea de rehabilitar la política, una de las formas más altas de la caridad y nos exige también una visión humanista de la economía y una política que logre cada vez más y mejor participación de las personas, evite el elitismo y erradique la pobreza.

La creación y distribución de la riqueza, es un elemento vital en la lucha contra la pobreza y el cambio climático.

Nos dice el Papa Francisco:“El dinero, el placer y el éxito deslumbran , pero luego desilusionan: prometen vida, pero causan muerte; falsas riquezas son”; la Fe y las riquezas, no pueden convivir. Debemos liberarnos de la seducción de los ídolos y de la ceguera de nuestras ilusiones.

Un desarrollo económico que no tiene en cuenta a los más débiles y desafortunados, no es un verdadero desarrollo. La medida del modelo económico ha de ser la dignidad integral del ser humano que imposibilite la existencia de personas de segunda, tercera ni de cuarta.

La política responde a la necesidad imperiosa de convivir para construir juntos el bien común, una comunidad que resigne intereses particulares para poder compartir, con justicia y paz, sus bienes, sus intereses y su vida social.

Hay una crisis ambiental que es la que nos va a destruir a todos a menos que se haga algo al respecto. Hace 65 millones de años, un asteroide golpeó la Tierra y causó la extinción de los dinosaurios, permitiendo el desarrollo de humanos y mamíferos, pero fue una época de gran destrucción de las especies. Estamos en la misma situación, sólo que ahora los humanos somos ese asteroide que causa la destrucción.

«Si no se soluciona esta crisis ecológica rápidamente, entonces las otras preguntas simplemente van a desvanecerse». Noam Chomsky.

El agua implica cuestiones de justicia y de respeto; también podemos decir que el agua es una cuestión de un derecho humano fundamental, recordando asimismo que esta consideración tiene que ser enmarcada por un fuerte sentido de sus dimensiones sociales, comunales, ecológicas y de nuestra responsabilidad mutua y la solidaridad. decir que el agua realmente es vida. Es un regalo de Dios para toda la Tierra, un signo visible de su gracia, y una parte vital, no negociable, de la vida abundante que Dios desea para todos nosotros.

«La Tierra la tomamos prestada de nuestros hijos»

Compartimos la conciencia ambientalista de que “La tierra no la heredamos de nuestros padres, tan sólo la tomamos prestada de nuestros hijos”, debemos por lo tanto tener cuidado con las promesas que les hacemos a los niños, ya que nuestras conductas sobre el medio ambiente, hablan. Fomentamos la familia, que desde el Génesis, es cuna de sueños y esperanzas, y es donde logramos el equilibrio humano, personal, familiar y social; sin familia los subsistemas personales se atrofian y mueren y esta muerte afecta la ecología humana; complementamos así, lo explayado en el articulo La Mujer y como Madre en estos tiempos, se ha convertido en columna vertebral de la Familia” de esta semana.

Apostamos a la continuidad de la otrora reducción jesuítica “Apóstoles San Pedro y San Pablo”, cultivando y cuidando el jardín, como pide Dios (Gen 2,15).

“Dios perdona siempre, el hombre perdona de vez en cuando, y la naturaleza no perdona nunca”, crudo es que la creación puede existir sin el ser humano pero el ser humano no puede existir sin la creación.

En el mes de San Francisco de Asís, patrono de los ecologistas, debemos tenerlo muy en cuenta!!!

La huella existe, y tal como lo aconseja “Laudato Si”, armemos buenos cimientos y definamos la traza del camino a recorrer en busca de un mundo posible.

(Fuente: Gabriel Alsó, ex alumno salesiano, colaboradora oriunda de Apóstoles, Claudia M. Fassa)

Bibliografia:

Biblia, dialogo vigente; por Jorge Mario Bergoglio

De Ucrania a Misiones, Esteban Snihur

Ecoteologia, Eusebio Lizarralde – Dr. Alfredo Salibian

Informes NASA “la estrella de la redención”, Franz Rosenzweig.

 

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