Apuntan a “Satanás” como el líder de la banda que vendía droga cerca de una escuela

Comenzó este miércoles en el Tribunal Federal de Posadas el proceso en el que se juzga a dos hombres por la comercialización de estupefacientes en inmediaciones de un establecimiento educativo y de uno deportivo en el barrio San Jorge de la capital misionera.
Se trata de Roque Abel Santander y Gerardo Pinto. El primero de ellos fue marcado por los testigos como quien lideraba la organización que vendía dosis de marihuana a cambio de dinero o cualquier elemento.

Gerardo Pinto al momento de retirarse del tribunal
Gerardo Pinto al momento de retirarse del tribunal

Ante los magistrados Manuel Jesús Moreira, Norma Lampugnani y Mario Hachiro Doi, pasaron cuatro testigos. Un quinto, que también debía declarar, se quedó con las ganas porque no se dieron cuenta de su presencia. Por eso, recién comaprecerá hoy.
El hecho que se juzga comenzó en mayo del 2013 pero recién en octubre del mismo año se concretó las detenciones de los imputados.
La primera en declarar fue Roxana Solís, una vecina del barrio San Jorge que fue testigo del procedimiento donde detuvieron a Santander, más conocido como “Satanás” y a Pinto.
Dijo que los policías en ese momento le mostraron que los mencionados tenían droga y que solían juntarse junto a otros jóvenes cerca del polideportivo El Zaimán, pero no aportó mucho más.
Las testimoniales fuertes vinieron por parte de los policías que se dieron cita en la sala de debates ubicada en calle Félix de Azara. Primero pasó el subcomisario Víctor Caballero. Confió que obtuvieron el dato de que había hombres que vendían droga a unos 10 metros de la Escuela 125 y muy cerca también del centro de deportes mencionado.
Aseguró que Satanás era el que mayormente hacía las transacciones, ya que se hicieron filmaciones en el marco de la investigación.
Esta versión fue ratificada por los dos uniformados que se encargaban de obtener el material fílmico para encontrar pruebas en contra de los acusados, a raíz de dichos de vecinos que aseguraban que siempre vendían droga en pequeñas cantidades en ese barrio y a menores.
Raúl Centurión y Arnaldo Villalba fueron los que aseguraron que en mayo, cuando comenzó la investigación, ya había indicios de que Santander era el principal eje de la gavilla y era a él a quien debían investigar.
En el caso de Centurión, precisó que lo grabaron a Satanás y a otros hombres cerca de la escuela cuando se acercaba gente a retirar pequeños envoltorios a cambio de dinero.
Siempre el horario era entre las 8 y 12 del mediodía, pleno horario escolar, aunque nunca vieron a un alumno identificado con guardapolvo o uniforme.
Por su parte Villalba aportó que hasta mujeres con hijos iban con Santander a comprar presumiblemente la droga y hombres de todas las edades.
Otra cuestión que indicaron es que las detenciones de Santander y Pinto se produjeron luego de varios meses de pesquisa y que al momento de ser capturados tenían marihuana lista para la venta.
Al inicio de la jornada de ayer se le dio lugar a los imputados para que declaren. En el caso de Pinto solo dijo que pasaba por el lugar y en un kiosco estaba tomando una cerveza cuando fue detenido. Reconoció que por todo el barrio se consigue droga pero se desligó de esa actividad. Sin embargo, los testigos también lo pusieron en la escena cuando investigaban a Santander.
“Satanás” no declaró y solo aportó que él era consumidor pero que no vendía.
Hoy se reanudará la audiencia con el testigo que en la víspera no declaró. Posteriormente harán los alegatos los defensores oficiales Susana Criado (Pinto) y Ricardo Fores (Santander), al igual que la fiscal Vivian Barbosa.
Se prevé que también la sentencia del juicio pueda conocerse mañana mismo con penas de entre 5 y 10 años de prisión en caso de que los acusados sean encontrados culpables.

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