Dios que no quiso venir al mundo de otra forma que no sea por medio de una familia donde la Mujer se convierte en pleno amor, entrega total, ayuda adecuada, compañera, y a través de ella, la humanidad reencuentra su vocación, es pacificada y renovada. Hoy en el Día de la Madre, un homenaje a dos madres de Misiones, hijas de descendientes de inmigrantes europeos, Mary Kitegroski, madre de los Hermanos Benítez, y Fabiana Sniechowski.
El Arcángel Gabriel le anunció a María su maternidad; llegó el día del nacimiento de Jesús, y «no había un lugar para ellos» (Lc 2,7); no tenían una casa, ni una habitación para recibir a su hijo, no había espacio tampoco donde pudiera dar a luz, ni familia cercana, estaban solos, en una cueva de animales. Posteriormente, deciden la huida del grupo familiar a Egipto, a exiliarse, ya que sus vidas corrían peligro, marcharon así a tierra extranjera, convirtiéndose en migrantes perseguidos por la codicia y la avaricia del emperador. Finalmente la Virgen María, madre entre las madres, fue asunta al cielo.
Francisco: «Las madres son el antídoto más fuerte ante la difusión del individualismo egoísta»
En su ciclo de Catequesis sobre la Familia el Papa Francisco habla hoy sobre las madres. Reconoce que a pesar de su entrega son poco escuchadas y valoradas, incluso en la comunidad cristiana. Usando las palabras del siervo de Dios, Oscar Arnulfo Romero, subraya que son las madres quienes hacen una opción radical por la vida, ofreciéndose en un sacrifício cotidiano. De ellas la sociedad recibe la transmisión de la fe a los niños, la ternura, la entrega y la fuerza moral. Por eso -dice – ‘las madres son el antídoto más fuerte ante la difusión del individualismo egoísta’. presentamos a
El Papa valoró a las Madres paraguayas
El Papa Francisco, en su visita al Paraguay las resaltó diciendo: “quisiera referirme de modo especial a ustedes, mujeres y madres paraguayas que, con gran valor y abnegación, han sabido levantar un país derrotado, hundido y sumergido por una guerra inicua. Ustedes tienen la memoria, la genética de aquellas que reconstruyeron la Vida, la Fe y la Dignidad de su Pueblo junto a María. Han vivido situaciones muy pero muy difíciles, y cuando todo parecía derrumbarse, sobre sus hombros de madres, esposas y viudas, han llevado el peso más grande, y han sabido sacar adelante a sus familias y a su país infundiendo en las nuevas generaciones la esperanza en un mañana mejor. Dios bendiga ese tesón, Dios bendiga y aliente la fe de ustedes, Dios bendiga a la mujer paraguaya, la más gloriosa de América”.
Luego Francisco se dirigió a los Jóvenes, tal como consejos de una Madre:”Busquen charlar, aprovechen a escuchar la vida, las historias, los cuentos de sus mayores y de sus abuelos que hay sabiduría allí. Pierdan mucho tiempo en escuchar todo lo bueno que tienen para enseñarles y dialogar, ellos son los custodios de ese patrimonio espiritual de Fe y Valores que definen a un pueblo y alumbran el camino. Ellos con sus consejos, nos ayudan a lograr un corazón libre, ya que la libertad es una bendición, un regalo que nos da Dios,(Laudato Si,226)”. Hay que saber tener el corazón libre; sin ataduras provocadas por la explotación, la tentación del “dinero fácil” para sobrevivir, la drogadicción, ya que todas esas cosas nos quitan la libertad.
Y les recordó que “el abandono es la enfermedad más grave del anciano y también la injusticia más grande que pueda padecer; los que nos han ayudado a crecer no deben abandonarse cuando necesitan nuestra ayuda, nuestro amor, nuestra ternura”.
«Agradezcamos a nuestras madres poseer un corazón libre, que nos ayuden a ejercer la tolerancia, el servicio de los demás, la humildad, entrega, altruismo que nos fortalecen frente a tentaciones de lujos temporales y los exhibicionismos generados por las redes sociales con su consecuente “colección” de amigos. ¡Ese es un corazón libre!; que fomente paz interior, entusiasmo y alegría de vivir los desafíos cotidianos.
«Las primeras madres “míticas”, son mujeres solas, cabezas de clan, especie de divinidades femeninas que transmitían el conocimiento y sus experiencias; pero al llegar el patriarcado, perdieron su propia historia»
Las madres que llegaron con las inmigraciones
Argentina recibió millones de inmigrantes en el siglo XIX, ofrecía a los europeos marginados en sus propias tierras, la posibilidad de concretar sus ideales que les eran negados; libertad, derechos, igualdad, propiedad de la tierra, trabajo , movilidad social, educación, justicia, paz, dignidad humana. Personas desesperadas por hallar un nuevo cobijo bajo el nuevo cielo y el nuevo sol. La tierra Argentina, fue sin duda la concreción de un sueño para los inmigrantes europeos.
Misiones, es un territorio donde nada se debe envidiar a las comarcas más ricamente dotadas por la naturaleza; solo así se comprende que los Jesuitas con perspicacia y previsión que nadie ignora, hayan decidido por esa silenciosa foresta, para fijar su asiento favorito para conquistar por medio de bondad, dulzura y caridad a los aborígenes que a la voz de la religión se unieron en reducciones. Fundan en el año 1638 la reducción Jesuítica de los Apóstoles de San Pedro y San Pablo, siendo expulsados en 1768.
Dejando atrás dolorosos recuerdos, con la resignación pintada en sus rostros y un aire de abatimiento moral que caracteriza a las víctimas de largos despotismos, sumisos hasta la exageración, hombres y mujeres cargando por igual, jóvenes, algunas adolescentes, otras llevando sobre si el nombre de Madres, con un fuerte amor acompañaban a sus esposos, protegían a sus hijos y guardaban silencio porque el asombro ante lo desconocido, así lo exigía; llegaron a Apóstoles las doce primeras familias de inmigrantes en Agosto de 1897.
La zona se estaba despoblando, eran tierras marginales, desoladas por bandolerismo, nada, solo campo, aves, animales y arbolitos; (esto es verdaderamente el infierno, hasta la tierra es colorada !!, dijo una de las esposas). Penurias y sacrificios para no pocos, una época de heroicas abnegaciones, donde recibían ayuda en alimentos, semillas, herramientas, animales a cancelar posteriormente contra cosechas.
Esas madres, abriéndose paso como lo hacen los seres humildes, con pocos momentos de alegría, luchando incansablemente cada día por el porvenir de la familia y transformando la noche en día. Sus rostros mostrando profundas arrugas, sus cabellos prematuramente blancos, la piel reseca, las manos llenas de asperezas, pero sin embargo ello no era impedimento para las tiernas caricias, para bordar primorosamente sus atuendos, para amasar el pan con sabor de la tierra tan añorada.
Cada una de las seis familias Ucranias y seis Polacas, fueron identificadas por su paternos apellidos, ciclópea e infructuosa tarea hemos tenido con mis colaboradoras en la obtención de los nombres de la totalidad de los grupos familiares; será motivo de un próximo articulo.
Todos sabemos que “al lado de cada gran mujer, hay un gran hombre”, por lo que tan sólo pretendemos enunciar algunas madres dignas de «googlear», quienes que ya pasaron a la historia: Emilia Kaczorowska, madre de Karol Józef Wojtyła (Papa Juan Pablo II); Regina Sivori, madre de Jorge Bergoglio, (Papa Francisco); Marie Curie Marja Sklodowska( primera mujer en ganar un premio Nobel); Wisława Zymborska(Poeta, Nobel Literatura); Honorata Kucy (de los primeros inmigrantes); Karolina Paranowska; Bronislada Kruchowski; con más, las humildes y sacrificadas desconocidas hasta la fecha.
A pesar del peso de la tradición paternalista de los colonos, y siendo altamente individualistas y autosuficientes, sus esposas se administraban con una austera autolimitación en recursos y gastos, trabajaban lado a lado con sus hombres en la auto explotación con mano de obra intensiva, adquiriendo más autoridad en las chacras y en su manejo, con tareas de clasificación de tabaco y carpida de yerba en verano entre otras y que conformaban los medios para formar su capital familiar. Por su tradición y tenacidad, eran altamente conservadores, minimizaban el riesgo, no adoptaban cambios hasta no estar comprobadamente convencidos, poseían gran apego a la tierra, al nuevo idioma, costumbres y de todo lo relacionado con la nueva vida, su labor ha sido grandiosa. Arroz, poroto, papa y raíz de indio (mandioca), fueron los primeros resultados, debiendo esperar por meses el pan por el problema de las hormigas “mineras” sobre el maíz. Se ayudaban mutuamente para la construcción de sus viviendas y se prestaban los elementos de labranza y los bueyes que eran muy escasos. La familia Bednas colaboraba con su molino.
En ese contexto, las madres con su paz, ternura y cariño familiar encaraban la difícil tarea de cocinar entre la escasez y desconocimiento de los alimentos del lugar; trabajo domestico y relaciones sociales, constituían funciones femeninas no menospreciadas.
Una vida con sabor a hogar, como dijo Francisco: “con gestos de madre, abuela, padre, hijos, hermanos, gestos del plato caliente, desayuno temprano, al madrugar, con la bendición antes de dormir y abrazo al regresar luego de jornada de trabajo”.
Austeros y trabajadores, no eran nada viciosos, ni holgazanes, constantes en el trabajo y tenaces, muy morales; asimismo buenos, amables, caballeros, hospitalarios, amantes de nuestro suelo y respetuosos de las leyes. El Padre Polaco Salesiano Estanislao Cynalewski, primer sacerdote de la colonia, a quien llamaban el “sacerdote, maestro, campesino y médico de los polacos”, fue un acérrimo defensor de los inmigrantes frente a las interesadas opiniones que con ligereza, intensionadas y de mala fe que los tildaban de “elemento negativo” para la sociedad; rumores debidos a las actitudes y conductas dadas por su cultura, subcultura, clase social, grupos de referencia, grupos de convivencia, familia e individuo. Su opinión sobre las mujeres:” son honestas, buenas madres y esposas ejemplares; aún no ha llegado hasta ellas la triste moda tan vulgarizada en medio ciudadano de destruir la encantadora maternidad que aureola la mujer con una especie de santidad“.
Corría el año 1900, y llegaron unos 1600 inmigrantes, en un fraternal gesto, los colonos recibieron hasta cuatro familias en cada hogar; superando los dos mil.
Con la fuerza del trabajo, regaron las desiertas selvas con el sudor de su frente hasta hacerles florecer espigas de oro, arrancando a la dura tierra sus valiosos secretos. Años más tarde, llegaría el “carrito polaco” con capacidad de carga de 500 kilos.
En 1902 al vencer los primeros pagares de las tierras cedidas, los colonos adelantaron sus pagos, ya que consideraban un deber de honor dar el fiel cumplimiento de los mismos.
En 1936, el gobernador Vanasco, recordó a esa colonia como formada por “una raza fuerte y vigorosa, donde descollaban mujeres graciosas y guapas, que eran las mejores compañeras de tareas de los hombres de trabajo con quienes realizaban esa obra progresista de transformación, ellos con sus propias manos roturaron las tierras y arrojaron las semillas y recogieron los frutos forjándose el bienestar solido que hoy gozan, así como el aprecio del pueblo y los gobernantes”.
Madres de Misiones hijas de inmigrantes europeos
En una amena mateada posadeña, atardecer en familia que hemos disfrutado con las señoras Silvia Fabiana Sniechowski Rys y Mary Kitegroski, ambas descendientes de polacos como tantas madres en esta tierra colorada.
Fabiana, nacida un Enero de 1966 en Oberá fue madre de dos hijas Agustina y Carla; con perfil en Bellas Artes, turismo, docente especialista en área grafica hace 20 años, creadora de las artesanías y dulces “Polski”. Actualmente junto a su compañero Luis Przysieznik organizan las actividades culturales en la Asociación Polaca de Posadas. Su inspiración proviene de su eterna abuela Enrica, quien la motivo en la cultura y el ballet, participando de la fiesta del Centenario de Apóstoles el 27 de Agosto de 1997.
En aquella inmigración del 1900, llegaron sus tátara abuelos Julián Szychowski y Carolina Padanowski, junto con sus hijos Juan, José y Helena. Juan, su bisabuelo quien con empeño y visión, emprendió diferentes obras, que hoy se pueden conocer en el Museo que lleva su nombre y que se encuentra en La Cachuera. En el mismo contingente, llegaba la que sería su futura esposa, Bronislada Kruchowski, quien lo acompañaría en todos los emprendimientos, colaborando en el diario vivir, cocinando para la familia y los trabajadores que colaboraban en las diferentes tareas emprendidas, (Broña), siempre supo dar afecto a los que la rodeaban, inclusive, a la edad de once años se ocupó de ayudar a cuidar a sus cinco hermanos menores, cuando su padre Ladislao Kruchowski, falleciera por una mordedura de serpiente a tan solo un año de su arribo a las inhóspitas tierras; tuvo que dejar de ir a la escuela para colaborar con su mamá Clementina Chichanoski. Bronislada y Juan tuvieron ocho hijos, cuatro varones y cuatro mujeres, una de ellas era su abuela Enrica, quien solía decir: “hay que darle tiempo al tiempo”… se casó con José Sniechowski.
Aprendiendo sus oraciones al lado de la cama, previas a los sueños, gracias a su querida abuela Gueña quien a sus 15 años, se caso con Stanislaw Rys. Gueña, les inculco los “Domingos”, donde Fabiana y sus tres hermanas mayores llegaban hasta la Iglesia vestidas de punta en blanco, con zapatos blancos recién pintados, el cabello impecable y vestidos bien planchados.
Hoy día, con sus hermanas, continúan con las tradiciones polacas, transmitiéndolas de muy diversas maneras en la Colectividad Polaca de Misiones, a través de la preparación de alimentos, cumpliendo ciertos rituales en las Fiestas de Navidad o Pascuas, participando de la Fiesta Nacional del Inmigrante en Oberá, ya sea en el espectacular desfile, vestidas a la usanza polaca o bailando las típicas danzas.
Mary Kitegroski, familia de músicos
Intentando algunos pasos, Mary, del ’64, nos comentaba: un “semi-milagro”, como con sus siete hijos entre 7 y 28 años, llegó a ser “la cocinera” del grupo “Benítez y Benítez” de músicas argentinas, kolomeika y polka rural. Laboriosa como sus antepasados, que realizaban tareas de carpir, sembrar, arar, transportar la caña de azúcar, picar leña, preparación de almidón de mandioca, acompañar en la faena de chanchos, limpieza de tripas, picar tocino, embutir y atar el tacuarado previo al ahumado.
Nos relató un romántico secreto, “como llegó el apellido Britez a su familia desde su bisabuelo paterno Wictor Kitajgrocki”, Polaco, llegado en 1903; su madre, Ramona Banachoski, su padre Domingo Kitegroski, y su abuelo Ladislao Kitegroski quien vivió en una casa de adobe, ladrillos caseros y revoque de bosta de vaca, aserrín y barro ñaú en Tres Capones.
Así empezaba “la conexión Britez” ….desde sus bisabuelos maternos, Elena Manchuki y Eugenio Britez y abuelos respectivos Trinidad Britez y Casimiro Banachoski. Elena, de 20 años, obligada a casarse con un polaco, a la madrugada, y a la usanza de aquella época, en los momentos finales de la fiesta, aprovecho a escaparse por la ventana disfrazada de hombre, afuera la esperaba Eugenio en su caballo, juntos escaparon a Paraguay. Luego de siete meses de gran tensión familiar por el desafío social asumido, pudieron regresar a la Argentina para así Elena poder formalizar su amor plasmándolo en la familia esperada.
“Mujer-madre; Mujer-esposa; Mujer-hija; Mujer-hermana; Mujer-trabajadora; guía, apoyo, punto de referencia, quien unida al hombre aporta vida social con su sensibilidad, intuición, generosidad, constancia, participando en ámbitos sociales, económicos, culturales, artísticos, políticos y con su femeneidad enriquece la comprensión del mundo y contribuye a la plena verdad en las relaciones humanas”. “Cuantas mujeres han sido y son todavía más tenidas en cuenta por su aspecto físico que por su competencia, profesionalismo, capacidad intelectual, riqueza de su sensibilidad y en definitiva por la dignidad misma de su Ser!!!” Carta del Papa Juan Pablo II a las mujeres, 29/6/1995.
Otros datos de las Madres
De acuerdo al informe de Misiones Salesianas de Mayo, #Cada año, quedan embarazadas 13.000.000 de niñas, la mayoría en países en desarrollo. Con programas de la OMS (Organización Mundial de la Salud), UNPFA (Fondo de Población de las Naciones Unidas) como Stop Early Marriage (paremos matrimonios precoces) , generalmente el embarazo precoz, no es el resultado de una elección deliberada, sino de la ausencia de opciones, reflejando impotencia, pobreza y presiones de los padres, parejas, familias y comunidades; desde la CEPAL ( Comisión Económica para América Latina y el Caribe) alertan que “ los embarazos adolescentes son una alarma temprana de la desigualdad, ya que se están produciendo en hogares pobres, generando serias consecuencias físicas y psicológicas y discriminación en la comunidad, abandonando la escuela , perdiendo mayormente su futuro.
La educación es la clave, ya que provoca un círculo virtuoso que rompe con la pobreza, casándose más tarde, convirtiéndose en madre responsable y provocando que sus hijos vayan a la escuela, asimismo conocerá medidas de higiene y salud, cuidará mejor de su familia, tendrá un mejor empleo, conocerá sus derechos y querrá ejercerlos; hará oír su voz y trabajará para mejorar su entorno. Así, la educación es la pieza clave para el desarrollo de los pueblos. “Educar a una mujer, es educar a un pueblo”. #
“Existen situaciones viciadas de permisivismo hedonístico, en que prosperan mas fácilmente tendencias de machismo agresivo. En semejantes condiciones, la opción del aborto (que es siempre un pecado grave), antes de ser una responsabilidad de las mujeres, es un crimen imputable al hombre y a la complicidad del ambiente que lo rodea”. Carta del Papa Juan Pablo II a las mujeres, 29/6/1995.
El Papa Francisco notificó una medida de carácter de excepción: “con vistas al Año jubilar (del 8 de diciembre del 2015, al 1 septiembre del 2016), he decidido conceder a todos los sacerdotes la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo han practicado y arrepentidos de corazón piden por ello perdón”, “Conozco bien los condicionamientos que condujeron a las mujeres a esa decisión, sé que es un drama existencial y moral; he encontrado a muchas mujeres que llevaban en su corazón una cicatriz por esa elección sufrida y dolorosa”. “El perdón de Dios no se puede negar a todo el que se haya arrepentido”.
“La mujer no es un objeto para ser usado y tirado a la basura, debemos evitar todo tipo de violencia de género, la misma es “mimética y epidémica” y esta potenciada por la reiteración de la noticia en los medios. Existe una guerra contra el cuerpo y la vida de la mujer, una guerra contra la familia”. Nos dice la antropóloga, Rita Segato.
“Si queremos sanar a la humanidad, tenemos que sanar primero a la familia; en la confusión de los problemas actuales es lo único importante, todos los otros problemas y las otras miserias, desaparecen ante la miseria de la familia”, Cardenal Mindszenty.
Margarita Occhiena, Madre de Don Bosco, era una mujer admirable, con su alma y su corazón en santo equilibrio, madre dulcísima, enérgica, de buen humor, con fuerza de voluntad poco común, habilidad de espíritu muy particular y una vigilancia del corazón muy cristiana; no pensaba solamente en las necesidades del cuerpo, sino en la alimentación del alma. Sus hijos sabían muy bien que cuando decía no, era que no. No había capricho capaz de hacerle cambiar de parecer.
“Esa pasta magnifica humana de Don Bosco, tan dispuesto para el trabajo de modelación de la gracia, es el fruto de la virtud, del trabajo y del amor de una madre cristiana que en su pequeñez ha tenido la grandeza de saber formar un hombre para que fuera un hijo de Dios”, Cardenal Caggiano.
“Tras algunas horas de diversión, cuando yo estaba bien cansado, cesaban los juegos, se hacia una breve oración y cada cual volvía a su quehacer”, conto Don Bosco de su madre.
Don Bosco nos decía: “da mihi animas”, “Salva a un niño, y salvaras al mundo” y recuerden “no basta amarlos, es preciso que se den cuenta que son amados”.
Todos los niños tienen sus defectos, lo cual no quiere decir que en otras edades, adolescentes, hombres maduros o viejos carezcan de ellos.
Jo Croissant, nos señala: “se asoció liberación sexual y liberación de la mujer, con técnicas de anticoncepción, ella se hacía igual al varón; pudiendo rivalizar en todos los campos. Siguió con la devaluación de los valores propios de la mujer, tanto en plano biológico como espiritual, eliminando toda noción de misión específica y desvalorizando a la mujer misma. Hace falta reencontrar el verdadero sentido de la vocación de la mujer, en una búsqueda autentica, desembarazándonos de todos los viejos estereotipos que la obstaculizan”.
“No es la mujer liberada aquella que es igualada a un hombre, sino el eterno femenino, el que cobrará una gran importancia”, decía Berdiaeff.
“uno no nace mujer, se hace”, Simone de Beauvoir.
“una pequeña lámpara en la iglesia alcanza para no tropezar. Las mujeres deben ser una lámpara allí donde estén. Siempre se espera de ellas que sean esas lámparas que iluminen la noche del mundo y lo ayuden a retomar coraje”, Jo Croissant.
En uno de sus poemas, “Contribución a la estadística”, Wislawa Szymborska enumera cuántas de cada cien personas son las dispuestas a admirar sin envidia (dieciocho), las capaces de ser felices (como mucho, ventitantas), las que de la vida no quieren más que cosas (cuarenta, aunque quisiera equivocarse), las inofensivas de una en una pero salvajes en grupo (más de la mitad seguro), las dignas de compasión (noventa y nueve) y acaba: “Las mortales: cien de cien. Cifra que por ahora no sufre ningún cambio”.
Cuando el mundo estaba vacilando al filo de una crisis nuclear, el santo Papa Juan XIII escribió la Enciclica “Pacem in Terris”, que no se conformaba con rechazar la guerra, sino que quiso transmitir una propuesta de paz dirigida a todos los católicos, y “los hombres de buena voluntad”.
El Papa Pablo VI, nos habló abiertamente de la problemática ecológica como una consecuencia dramática de la actividad del ser humano. Su mensaje “en una civilización tecnológica solo se restaurará la armonía entre el ser humano y la naturaleza cuando la persona decida “ser más” por encima de “tener más””.
Papa Juan Pablo II: “Paz con Dios, paz con toda la creación”.
Papa Benedicto XVI: “Si querés promover la paz, protege la creación”.
Patriarca Bartolomé: “Que los seres humanos degraden la integridad de la tierra y contribuyan al cambio climático, desnudando bosques , destruyendo zonas húmedas, contaminando aguas, suelo , aire; todos estos son pecados , porque es un crimen contra la naturaleza, un crimen contra nosotros mismos , y un pecado contra Dios”.
El Papa Francisco, en su Encíclica Laudato Si, nos habla de tolerancia y ecología en la vida social cotidiana, de una paz interior necesaria, de ideales (147/8/9) y nos invita a otro estilo de vida (203/4/5/6).
En (Laudato Si, 213), se caracteriza el concepto de “familia”, nosotros queremos resaltar la figura de la MADRE (matka / матір), quienes con su AMOR (kochać / любов), siempre estuvieron, están y estarán junto con sus sombras, expectantes de sus hijos hasta el final de sus días como pilares de Familias.
Muy presentes están las maestras, esas “semi-madres”, quienes nos ingresan en las normas de la sociedad y acompañan en los primeros pasos del conocimiento.
Sabemos que “quien desconoce sus orígenes y su historia, no tiene futuro”, lo que motivó no hiciera falta un gran “brainstorming” para concluir con mis colaboradoras que este articulo deberíamos haberlo titulado “La Mujer y como Madre en estos tiempos, se ha convertido en columna vertebral de la Familia y del planeta Tierra”.
Gracias Madres por estar !!!.
Bibliografia:
Una madre ejemplar, A. Auffray, M.A.F.
Vida de Margarita Bosco, Alberto Prin
La mujer sacerdotal, Jo Croissant
Enciclica Laudato Si
Lic Claudia Stefanetti Kojrowicz
La Colonización Polaca en Misiones, Padre Federico Vogt S.V.D.
Hno. Eusebio Lizarralde, Lateralenses
Colonos y ocupantes, Gabriela Schiavoni
Los polacos en la argentina, Estanislao Pyzik
Apóstoles, historia, memorias y cultura de un pueblo, Nélida Szeliga
Los colonos de Apóstoles, Leopoldo Bartolomé
De Ucrania a Misiones, una experiencia de transformación y crecimiento, Esteban Snihur
Por las huellas de los antepasados, Padre Antonio Wrobel O.F.M.
Historia política e institucional de misiones, Aníbal Cambas
Misiones Salesianas Mayo 2015, Procura España
Apóstoles, la revista del centenario del arribo de los primeros colonos polacos y ucranios
Imágenes: propias; Misiones Salesianas, Procura España
(Artículo de Gabriel Alsó, ex alumno salesiano, colaboradoras Claudia M. Fassa, Paula Zanek)
