Al término de la goleada en contra ante Independiente, Sebastián Rambert salió otra vez más a enfrentar a la prensa en la zona mixta. El DT ya no tiene explicaciones nuevas para una nueva derrota de Crucero, sino más bien optó por ser claro y directo en el diagnóstico del equipo.
«No hay tanto para rescatar después de un partido donde no encontramos cosas positivas para resaltar, es un momento donde el equipo refleja lo que ha sucedido, es un equipo descendido y le cuesta recomponer en cancha lo que esperamos», dijo Pascualito, quien hace 21 años tuvo una irrupción espectacular en la Primera de Independiente, como un delantero rápido con gran poder de gol.
«Estoy enojado, molesto, caliente, son muchas emociones encontradas, estas situaciones gracia no me causan gracia», dice Rambert.
«De todos los grandes que enfrentamos fue el mejor, no solo nos doblegaron físicamente, sino futbolísticamente, técnicamente, velocidad en precisión, intentábamos pasarlos y en seguida se recuperaran, ayudó la expulsión pero fue el equipo que mejor lo hizo fue notorio en el resultado sino en el juego», explicó.
Incluso, Rambert admitió que su ex club como jugador, en el que también trabajó como ayudante de campo de Ramón Díaz como DT, «podria haber metido un gol más».
«Quedan dos partidos, hay chicos que queremos ver, que tengan mas rodaje, aprovecharemos para darle algunos minutos en campo para poder mostrarse y rodar», dijo Rambert, quien no da precisiones sobre su futuro más allá de diciembre (vence su contrato), aunque da a entender que aceptaría la invitación a dirigir al Colectivero en la B Nacional.
«Crucero estuvo bajo por ese tipo de cosas, está descendido, lo afecta la situación, le cuesta con una expulsión, hemos cometido muchos errores y la diferencia la termina reflejando el resultado», dijo Rambert, quien ni siquiera intentó justificar el mal resultado a partir de la expulsión de Cólzera sobre el final del primer tiempo, cuando el «Ruso» Rodríguez acababa de meter el segundo gol del Rojo de penal.
«Es difícil saber qué va a pasar, aprovecharemos para que estos chicos tengan posibilidades de mostrarse y ver de poder contar con algunos jugadores», señaló, dando alguna pista sobre sus intenciones de quedarse y dirigir en la temporada 2016 en la B Nacional.
Será una buena oportunidad para tomarse una revancha de tantas amarguras que está viviendo como DT, una realidad que no parecía en sus planes cuando asumió al frente del equipo, más allá de que irse al descenso era una posibilidad latente. El problema a esta altura no son los resultados, sino las formas. La manera en que el Colectivero se está despidiendo de la Primera División.
MB
EP
