Rousseff suspendió su descanso para monitorear el plan para evitar que el Congreso vote su juicio político

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, suspendió su descanso y retornó a Brasilia donde ayer, durante el feriado nacional, monitoreaba su nuevo equipo de ministros, que prepara un plan para evitar la votación del juicio político en su contra ya anunciado por el jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha.
Rousseff se encontraba en el Palacio de Alvorada, la residencia presidencial a la que llegó ayer procedente de la ciudad sureña Porto Alegre, luego de suspender su descanso que iba a prolongarse hasta hoy, Día de la Patrona Nacional de Aparecida.
«Tenemos que tener mayoría en el Congreso, tenemos que hacer valer la coalición» con el Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), dijo la jefa del Estado a poco de retornar a la capital federal.
Esa fuerza centrista es la más importante de su base aliada pero un sector minoritario de ella, encabezado por Cunha, se pasó a la oposición al gobierno.
Cunha está acosado por la justicia de Suiza, que descubrió cuatro cuentas secretas suyas en las que se habría lavado dinero del «Petrolao», un esquema de multimillonario desvío de fondos de la empresa estatal Petrobras, por el que también está sospechado en Brasil.
«En realidad no hay ninguna acusación contra la presidenta pero Cunha parece una fiera herida y podrá aceptar un pedido de impeachment (juicio político)», dijo un ministro a condición de anonimato.
El funcionario opinó que «el escenario es imprevisible» dado que Cunha, luego de ser acusado por la justicia de Suiza, al parecer está dispuesto a generar una conmoción con el inicio del juicio político contra Rousseff.
Otro miembro del equipo de Rousseff consideró probable que Cunha de luz verde al juicio político y, de hacerlo, «será su último acto antes de ir a la horca», afirmó el funcionario en diálogo con el sitio del grupo Globo.
Se pone a prueba la eficacia del nuevo gabinete presentado hace una semana por Rousseff, con Jacques Wagner como figura central pues fue nombrado al frente de la Casa Civil (equivalente a la jefatura de gabinete) y hombre de extrema confianza del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Horas después de que el viernes último se hiciera pública la denuncia de la justicia de Suiza contra Cunha, los principales partidos opositores, incluido el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), pidió al jefe de Diputados que dejara su cargo hasta que se esclarezcan las acusaciones.
Mientras las huestes del gobierno y la oposición se aprestan a lo que puede ser una disputa intensa en el Congreso esta semana, también hay novedades en el Poder Judicial.
Diputados del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) solicitaron al Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema) que impida a Cunha la iniciación de un juicio político.
Si los datos procedentes de Suiza afectaron seriamente la situación del diputado Cunha, no se descarta que situaciones similares enfrenten otros políticos y empresarios.
Ocurre que la justicia del país europeo bloqueó los depósitos de Cunha junto a otras 100 cuentas en las que hay unos 270 millones de dólares, según informó hoy la agencia Estado.
Los nombres de los titulares serán revelados en tramos hasta 2016 y luego de que los fiscales que trabajan en Berna reciban en noviembre al procurador general de Brasil, Rodrigo Janot.

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