La heredera del actor tomó medidas contra la automotriz por el accidente en el que su padre murió calcinado.
La empresa alemana Porsche le respondió a Meadow Walker, la hija de Paul Walker, quien presentó una demanda por la muerte de su padre, ocurrida el 30 de noviembre de 2013 en un duro accidente automovilístico que terminó con el actor calcinado.
La joven acusó legalmente a la empresa por las fallas en el sistema de seguridad que tiene el modelo Carrera GT en el que se accidentó su padre, que supuestamente colaboró con su muerte en el accidente.
La empresa no dudó en contestarles a los abogados de Meadow de manera extraoficial, desligándose completamente de la responsabilidad por la muerte de Paul: «Como hemos dicho antes, nos entristece cada vez que alguien es herido en un vehículo Porsche, pero creemos que los informes de las autoridades en este caso establecen claramente que este trágico accidente se debió a la conducción temeraria y exceso de velocidad», fue la respuesta de la empresa, según publicó la cadena CNN.
La demanda presentada por Meadow explica que el sistema de cinturones de seguridad fue el que provocó en primera instancia la rotura de las costillas y la pelvis del actor. Por otro lado, estuvo al menos un minuto y medio sin poder salir del vehículo, lo que terminó en su muerte por calcinación.
«La línea de fondo es lo que hace de Porsche Carrera GT un automóvil peligroso. No pertenece a la calle. Y no deberíamos estar sin Paul Walker y su amigo Roger Rodas», explicó el abogado Jeff Milam, representante de la joven.
Según las pericias, Walker viajaba a una velocidad de entre 130 y 150 kilómetros por hora, mientras que la defensa del actor y de su hija sostiene que iba entre unos 100 y unos 115 kilómetros por hora. Este dato será determinante para resolver la demanda presentada por Meadow.
