El nuevo rol del DT: Rambert pone la cara, administra la escasez y busca mantener la cabeza en alto

Sebastián Rambert ya dejó de lado su ambiciosa idea de jugar pensando en el arco de enfrente a pesar de tener un plantel claramente inferior en jerarquía a la mayoría de los otros 29 equipos que integran la Primera División.

Sus ideas, sus métodos, dieron resultado inicialmente en la cancha, y también en los resultados en el final de la primera rueda, cuando reemplazó a Schurrer en la fecha 12va, y a pesar de que arrancó con una goleada en contra 5-2 ante Unión en Santa Fe, después fue enderezando el barco hasta que se fue al receso por la Copa América ganándole 3 a 1 a San Martin de San Juan y fuera de la zona de descenso directo (estaba en un virtual desempate con Huracán).

Pero en la reanudación del torneo vino la debacle. El equipo perdió todo lo que jugó desde entonces, incluido rivales directos como Chicago de local. Solo empató con Huracán 3 a 3 en Santa Inés, y paradójicamente ese resultado fue el que los derrumbó, porque Crucero le ganaba al Globo por tres tantos a 15 minutos para el final.

A partir de ahí el equipo se derrumbó y Rambert ya hace dos partidos que cambió su idea, ante la escasez de jugadores (se lesionó Avalos el goleador, la dirigencia le rescindió contrato a Pinti, se lesionó el 5 Nicolás Olmedo y también rescindió) de un plantel ya de por sí corto.

La suerte también liquidó la audaz idea de juego de Rambert, ya que Crucero perdió puntos increíbles en los últimos instantes de varios partidos: (San Lorenzo le ganó 2 a 1 a 2  minutos del final; Gimnasia le ganó 2 a 1 en el último minuto del descuento; Chicago le ganó 1 a 0 a 4′ del final; Estudiantes le ganó 2 a 1 a 6′ del final; Huracán le empató también en el último minuto del descuento). A todos esos equipos (salvo el Torito) Crucero le hizo goles y le hubiera sacado puntos, de no ser por sus últimos minutos fatales. Todo eso también formó parte de una levantada futbolística que, al no plasmarse en resultados, dio pie a la irremediable caída.

Si los partidos se jugaran a 85 minutos en lugar de 90 (más el descuento), Crucero tendría 7 puntos más. Y estaría vivo en sus esperanzas de salvarse. Pero también es cierto que ese lapso final de los cotejos también es responsabilidad del DT. Rambert y Crucero levantaron, pero nunca pudieron cerrar los partidos y eso en este deporte se paga caro.

Por todo esto, para el ex delantero de Independiente, River y Boca, la idea «ya fue». Ahora plantea una línea de cinco defensores y una segunda linea de volantes que juega bien cerca, también, del arco propio. Adiós a la presión alta, a buscar llegar al área con muchos jugadores. Rambert, que presentó la renuncia hace varios partidos, sabe que ahora su rol es otro. Poner la cara, cargar con la «cruz» del descenso, tratar de no pasar papelones futbolísticos (si semejante calificativo cabe) y resignarse a un futuro incierto en su carrera de DT, ya que cantidad de derrotas que cosechó (y que en cualquier otro club se hubieran cortado por renuncia/despido) le generan en su estadística una mancha negra en su CV que será dificil de revertir en un fútbol regido por los resultados.

Ayer, tras el partido, Rambert compartió con la prensa misionera algunos aspectos positivos que dejó Crucero y que son el resultado de la nueva idea futbolística que podría sintetizarse así: hay que pasar este mal momento de la mejor manera y no pensar demasiado en el futuro.

«En el primer tiempo tuvimos quizás las situaciones más claras, salió a la perfección el planteo, después también River saco su estirpe de grande, podria haber convertido algún gol más pero Ramírez nos ayudó, estuvimos cerca de meternos en partido, pero River tiene jugadores muy buenos y lo hace muy bien», dijo Pascualito, ex jugador del Millonario.

«Es difícil, siempre la derrota y la situacion en que estamos nosotros fin de semana tras fin de semana nos duele y cuesta, pero como siempre decimos, hay formas y formas, porque de esta forma es diferente, la imagen que se deja, uno puede perder pero debe tener la valentía de muchas cosas para entrar a una cancha, hoy hemos tenido entrega, estrategia, un plan, en algún momento estuvimos cerca de conseguir el empate», dijo Rambert.

Cualquiera que conozca las enormes limitaciones que afronta Crucero, de todo tipo, no podrá sino estar de acuerdo. Crucero ayer hizo un buen partido. Es cierto que perdió, pero no le queda resto para mucho más. Y su DT ahora se dedica a administrar esa escasez y poner la cara tras cada nueva derrota.

MB

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