Durante tres días y hasta el domingo, el experto en dibujo, el profesor Carlos Carmona dictará un taller de dibujo en el Museo Yaparí para los artistas visuales, organizado por el Consejo Federal de Inversiones. Dijo que en las escuelas se debe enseñar dibujo, y le preocupa que en algunas universidades se quiera sacar esta materia. En los últimos años, después la muerte de su esposa, la artista plástica Liliana Trotta aparece a menudo monstruos voladores sobre la ciudad, en los temas de sus obras.
Carlos Carmona en el museo Yaparí. (Audio Misiones on Line).
Reivindicó el oficio del dibujo
Para el destacado profesor de arte, en las escuelas se debe enseñar dibujo “absolutamente”, y reivindicó el oficio del dibujo “en tiempos que está muy confuso un poco, hoy día hay versiones que en algunas universidades están queriendo quitar el dibujo porque hay como un avance de ciertas materias teóricas sobre el tema de la plástica”.
Consideró “con todo respeto puede ser muy importante lo teórico pero creo que el artista tiene que tener oficio como cualquier tarea, nadie diría que un médico no tiene que conocer anatomía, nadie dudaría que tiene que tener un buen oficio, creo que se ha puesto en duda en estos momentos las artes plásticas y ha entrado como presencia el todo vale, no creo en esas teorías creo que el artista debe tener buena formación y cuando más elementos tiene es más libre”.
«Cuando uno es joven se siente inmortal»
Ante la pregunta de los temas raros de sus dibujos, reconoció que en los últimos años aparecen monstruos voladores sobre la ciudad, y que “son más bien representativos de la idea de la muerte presente en los últimos tiempos en mi trabajo, un poco el tema de la presencia de la muerte en el ser humano, en el caso mío inquietante por varios motivos, creo que como soy un hombre grande por edad, y por otro lado es como un límite que lo siento muy presente, en estos momentos quizás la sociedad trata de ignorarlo pero en mi caso personal la muerte es una cosa que está muy presente”.
Y la razón es, según dijo porque “sufrí la pérdida de mi mujer hace tres años y es un golpe muy fuerte cuando a uno lo toca muy de cerca, ella era la artista plástica Liliana Trotta”.
El artista explicó que “esos monstruos son como una metáfora de lo que sería la muerte de una persona, propia o de algún ser querido, o de personas de la cual uno tiene una estima, cundo uno es muy joven la muerte no existe, uno se siente inmortal, cuando uno ya no es tan joven va tomando conciencia de que es un elemento que está presente sin plantear una cosa obsesiva”.
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