River debutó con un triunfo en la Copa Sudamericana

Lejos de Boca en la lucha por el campeonato doméstico y eliminado de la Copa Argentina, River inició la defensa del título de la Sudamericana como principal objetivo antes de viajar a Japón para disputar el Mundial de Clubes.
La lluvia que cayó en Buenos Aires y el escaso público que arribó al Monumental en el comienzo del espectáculo no representaron ningún aliciente para que el equipo de Marcelo Gallardo salga al Antonio Vespucio Liberti con una actitud agresiva. Sólo transcurrieron 60 segundos cuando Leonardo Pisculichi se hizo cargo de un tiro libre que cayó en la cabeza de Lucas Alario, para que el ex Colón busque el palo más lejano de Alexander Domínguez, quien respondió con solvencia.
La pasividad de la Liga de Quito favoreció notablemente al juego del «Millonario». Las sociedades conformadas entre Nicolás Bertolo, Rodrigo Mora y Carlos Sánchez significaron un daño notable en la última línea ecuatoriana, aunque la más clara llegó en los pies del ex Argentinos. El atacante volvió a adueñarse de una pelota parada, y con toda su clase hizo temblar al travesaño adverso. El monólogo estaba vestido con una banda roja que generaba un final muy perceptible.
Antes de llegar a la media hora se produjo la acción más interesante del espectáculo. El circuito ofensivo porteño concretó una conquista magnifica para imponer justicia en el resultado. Las combinaciones entre Sánchez, Pisculichi, Mora y Alario conformaron un golazo para que River encauce el triunfo en su casa.
En el complemento no varió la fórmula. Los del «Muñeco» mantuvieron el dominio completo del pleito y las limitaciones de los conducidos por Luis Zubeldía no inquietaban a Marcelo Barovero. A pesar del fastidio del ex entrenador de Racing y Lanús, sus jugadores simplemente se dedicaban a enviar pelotazos esporádicos al solitario Diego Morales.
La expulsión a Luis Romero debilitó aún más a la Liga de Quito, y los ingresos de Gonzalo Martínez, Camilo Mayada y Tabaré Viudez aportaron otros recursos a los ataques locales. Así, los uruguayos se juntaron para estirar la diferencia. Una proyección del ex Nacional y un cabezazo de Mora hicieron delirar a un estadio que para esas alturas ya estaba colmado.
El «Millonario» comenzó con el pie derecho su defensa al título, aunque la diferencia de dos goles no garantiza la clasificación a los cuartos de final. Si bien la Liga demostró ser un rival muy limitado, los 2.800 metros de altura sobre el nivel del mar le podrán causar un dolor de cabeza a Gallardo y compañía.

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