Con el real más bajo de la historia sufren comerciantes y los demás solo piensan en la playa

La cotización del real cayó ayer por debajo de los 25 centavos de dólar, llegando así a su valor más bajo desde que fuera creado en 1994. Más allá de las notorias implicancias que tiene para la economía argentina la constante devaluación de la moneda de su principal socio comercial, el impacto también se siente a escala local y mucho más en la zona de frontera. En Bernardo de Irigoyen, tal vez la plaza comercial más integrada y más dependiente de Brasil, la actividad cayó alrededor de 60 por ciento desde que el real pronunció su caída frente al dólar, hace unos dos años. La contracara se ve en las agencias de turismo, donde las consultas para viajar a las playas hacen presagiar un verano muy activo para ese sector.
En diálogo con Misiones Online, el intendente de Bernardo de Irigoyen, Edgardo Aquino, advirtió que ya no se ve prácticamente a ningún brasileño recorriendo las calles de esa ciudad. “Fueron viniendo cada vez menos y ahora directamente no vienen. Lo que pasa es que nuestros precios dejaron de convenirles. Venían mucho por los combustibles, pero la nafta subió bastante en el último tiempo y encima el real está cada vez más bajo, al punto que ahora da lo mismo cargar acá que allá, así que no vienen”, explicó.
Advirtió además que es cada vez mayor la lista de productos que conviene comprar del lado brasileño y con ello aumenta la cantidad de misioneros que cruzan a hacer sus compras. Especialmente traen muebles; materiales de construcción, especialmente cerámicos y baldosas; indumentaria, especialmente calzados; electrodomésticos y alimentos, incluso aquellos que no deberían transponer la frontera por cuestiones fitosanitarias, como carnes y frutas.
Por su parte Javier Cordeiro, de la Cámara de Comercio de Irigoyen, estimó que la actividad cayó entre 60 y 70 por ciento y eso se tradujo en pérdidas de puestos de trabajo, alrededor de 200 en el transcurso del año.
En la vereda opuesta, las agencias de turismo aparecen como las ganadoras en este nuevo escenario cambiario. Desde varios comercios del rubro en la provincia confirmaron que el turismo receptivo está estancado, pero todo lo contrario ocurre con el turismo emisivo. La tendencia se mantuvo durante todo el año, pero en las últimas semanas, en coincidencia con el pronunciamiento en la devaluación del real, el interés se concentró en los destinos de Brasil.
El interés de los misioneros por viajar al vecino país quedó al descubierto durante la última Feria Forestal Argentina, donde el stand montado por la agencia Carlota Stockar fue uno de los más visitados. Desde la empresa afirmaron que la mayoría consultó por paquetes a Brasil, con Rio de Janeiro a la cabeza de las preferencias.
Al igual que en el comercio de frontera, para el turismo la clave pasa por los precios. Ocurre que mientras los destinos argentinos aumentaron sus valores en entre 25 y 30 por ciento en relación al año pasado, los brasileños variaron muy poco sus precios en reales, lo que hace que, devaluación mediante, el destino haya bajado en pesos.
La cotización oficial de la moneda brasileña cerró ayer apenas por encima de los tres pesos por unidad, mientras que en la frontera se está vendiendo a cuatro pesos, valor que coincide con el “real tarjeta”, que es el que se obtiene al aplicar la percepción de 35 por ciento que cobra la AFIP.
Pero hay una opción para conseguir reales más baratos. Consiste en comprar dólares para ahorro, para los que se aplica una percepción de solo 20 por ciento, y cambiarlos por reales en Paraguay o directamente en Brasil, aunque quienes opten por esta última opción deberán tomar en cuenta que en las playas más pequeñas resulta difícil o poco ventajoso vender los dólares.

JRC EP

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