El ex intendente de Posadas, Jorge Brignole es nuevamente candidato en la ciudad por el sublema “Ciudad Segura”, y se refirió a la problemática del alcohol, las drogas y la inseguridad.
Recordó que en los años que estuvo frente al municipio (2003 – 2007) anticipaba que el alcohol “era la puerta de ingreso a otras drogas más fuertes como la marihuana o la cocaína, y logramos que los comercios no le vendan alcohol a los menores, que no se consuma en la vía pública, y hoy hay que agregar el consumo de droga”.
Explicó que su idea es “darle una mano al chico que quiera salir de la adicción, sin obligarlo, ahí tiene que estar el Estado para darle atención”.
Sostuvo que además se necesita tomar la decisión de combatir el narcotráfico que aunque sea un delito federal requiere de la decisión política de todos los sectores, incluso el municipal para obligar a que se instale el tema en la sociedad. En este sentido se refirió al polémico muro de la Costanera. “Hoy lo critican por una cuestión estética, pero pongámosnos en lugar del narcotraficante acá hay una ruta de la marihuana que pasa por Posadas, por el puente y por el río Paraná, no seamos ilusos de pensar que el narcotraficante va a respetar un tejido de alambre, hay que poner un doble control de Aduana o Gendarmería y como sociedad y como gobierno defendernos de ese ataque.
Jorge Brignole afirmó que si es electo nuevamente intendente el Código de Nocturnidad que puso límites en la noche posadeña y la Patrulla Urbana que recorrían las calles de la ciudad y sin tener poder de policía colaboraban con la fuerza, volverán. “hay que proteger la salud de la juventud”.
Finalmente, recordó que cuando impulsó la Dirección General de Control y Lucha contra las Adicciones propuso que todos los funcionarios se hagan una rinoscopía y reveló: “yo sabía que en la municipalidad se vendía droga y sabía cuántos compradores de cocaína había, no sabía quienes eran, salió de un debate cómo ibamos a decirles a los chicos que no consuman drogas si entre nosotros había consumidores, entonces fuimos alrededor de 50 funcionarios y algunos concejales al sanatorio voluntariamente y después salíamos con el argumento moral de pedir que no se consuman drogas”.
J.M
