Capacitan al personal de las fuerzas de seguridad en manejo de crisis y negociación


Como parte del programa de capacitación permanente del Servicio Penitenciario Federal se organizó esta actividad de “Gerenciamiento de crisis y negociación” que brinda herramientas para el manejo de situaciones de crisis e intentos de suicidios. Participan personal del Servicio Penitenciario Federal, Servicio Penitenciario Provincial, Policía provincial, Gendarmería, Ejército, Prefectura, Policía Federal y Aduana.

Adrián Espinosa director de la UP XVII del SPF y el comisario inspector Jorge Scalzo. Radio Libertad

El prefecto Adrián Espinosa director de la Unidad Penal XVII del Servicio Penitenciario Federal (SPF), explicó que la actividad comenzó el lunes y culminará el viernes. Se trabajó con personal del Servicio Penitenciario Federal, Servicio Penitenciario Provincial, Policía provincial, Gendarmería, Ejército, Prefectura, Policía Federal y Aduana.

 

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Espinosa director de la UP XVII del SPF

Indicó que trabajan con la seguridad dinámica, dentro de ella está la capacitación del personal para la negociación ante casos de crisis. Destacó que es la primera jornada que reúne a todas las fuerzas de seguridad con presencia en la provincia, agradeció el acompañamiento de las demás fuerzas en esta primera actividad.

 

Espinosa recordó que a principios de año tuvieron una situación de crisis, gracias a las técnicas de negociación se pudieron resolver sin afectaciones. También se han dado casos de intentos de suicidio de las personas alojadas en el penal, que fueron resueltas por el personal interno. Ante estas situaciones surgió la necesidad de capacitar al personal para que todos puedan contar con herramientas de negociación.

 

Espinosa valoró poder contar con el comisario inspector Jorge Scalzo; ex Subdirector del Grupo Halcón de la Policía de Buenos Aires. Scalzo explicó que “la unidad de negociadores da respuesta a la problemática de suicidio en curso donde otras instituciones, medicas o psiquiátricas, no intervienen porque es un trabajo netamente policial”.

 

El comisario trabajó varios años como jefe de negociadores del Grupo Halcón, donde usan técnicas de comunicación efectiva y Programación Neurolinguística para afrontar situaciones de crisis con rehenes y asistencia a potenciales suicidas.

 

Scalzo explicó que la capacitación busca preparar al personal para resolver situaciones de crisis, siempre usando la herramienta de la negociación, es decir a través de la no violencia. La capacitación sirve para abordar tomas de rehenes, intentos de suicidio, allanamientos de complejidad, motines, se pueden adaptar este tipo de herramientas para diversos tipos de problemáticas, trabajando con la persuasión y el uso de la palabra para resolver los conflictos.

 

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Scalzo ex jefe de negociadores del grupo Halcón

Un negociador de rehenes debe saber que va asumir un riesgo que sobrepasa la actividad normal del resto del personal de las fuerzas de seguridad. El negociador se ve expuesto en su trabajo rutinario a una serie de peligros que van desde el estrés, el shock postraumático, y fundamentalmente el riesgo de vida. En los niveles de riesgo,  catalogados internacionalmente, alcanza el grado 3 y 4 respectivamente categorizadas como de alto y altísimo riesgo, en esa actividad las posibilidades de muerte o lesión severa se encuentran por encima del 65%.

 

Scalzo plantea que “a vida es una negociación permanente, con nuestra esposa con nuestros amigos, con el tipo del peaje, con el del almacén. Permanente uno está negociando en todos los órdenes y tratando de llegar a una alternativa justa para dos personas”.

 

Aunque el concepto “los negociadores nacen y no se hacen”, resulta falso. La negociación no es un simple procedimiento intuitivo, ya que dentro de ella existen teorías, estrategias y habilidades que se practican y se perfeccionan. Por ello Scalzo indicó que los negociadores a formarse deben ser voluntarios, por la carga emocional que demanda el trabajo.

 

Para negociar efectivamente, más allá del entrenamiento táctico o policial, se aprenden técnicas de comunicación basadas en estudios psicológicos, eso hace que la formación del negociador sea muy amplia y en muchos puntos debemos tratar de cotejar con otros profesionales de otras disciplinas para formular hipótesis de trabajo.

 

Se trabaja fundamentalmente con emociones humanas, muchas veces, en muchas otras disciplinas, se puede aplicar más claramente el rigor científico, por ejemplo en un accidente, el estudio de las huellas de frenado es igual acá o en Japón, la inercia va a ser siempre la misma, pero cuando se trata de emociones humanas es un asunto mucho más complejo. Cada uno tiene una mochila emocional que va cargando en su vida, con lo que cree que sabe y a veces suele ser pesada, y eso influye en la forma como percibe la realidad.

El reclutamiento y formación del personal para ejercer esta tarea es una cuestión crítica, los negociadores tendrán a su cargo la responsabilidad de salvar vidas a través de su intervención y sus habilidades de comunicación, o colaborar en gran medida al decidir sobre la muerte de un sospechoso cuando se resuelve utilizar la fuerza. ¿Como mantener la “sangre fría”? ¿Quiénes pueden trabajar de esto?

 

Es necesario entender que negociar en este campo es un compromiso íntegro de principios, no sólo estratégicos y tácticos, sino también humanos y éticos. No será su oficio el negociar objetos, su labor será la de negociar vidas. El requisito fundamental del negociador es que sienta la necesidad desde lo humano de ayudar a otras personas.

 

La mejor técnica que puede usar un negociador es comunicarse desde el corazón, desde la voluntad de ayudar a otro ser humano, siempre que hable desde la necesidad de ayudar a otro ser humano, siempre va a dar con la técnica apropiada.

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