Crucero del Norte le rescindirá en los próximos días el contrato a Ernesto «Pinti» Alvarez, quien partirá en los próximos días y ya no jugará en lo que resta del certamen (faltan 7 partidos) con el Colectivero.
Pinti tenía contrato hasta diciembre, pero Julio Koropeski decidió apurar la terminación del vínculo, según confirmó a Misiones Online el propio jugador.
«Estoy yendo al club estos días, pero no trabajo con mis compañeros, voy al gimnasio para hacer algo, en los próximos días terminaremos de definir la rescisión», dijo el jugador paraguayo a Misiones Online.
Pinti regresarà a Paraguay a Sol de America, el club dueño de su pase y donde tiene un contrato por cinco años que se reactivarà con la finalización de su vinculo con el club misionero.
Luego de la caída ante Nueva Chicago hace tres semanas, que dejó prácticamente sin chances de pelear la permanencia a un equipo que ya venía con resultados muy pobres, Koropeski avisó que iba a comenzar una limpieza del plantel, para «darle oportunidad a los chicos de las inferiores».
A pesar de la escasez de jugadores con rodaje en las divisiones mayores del fútbol argentino, a Koropeski no le tembló el pulso y ya prescindió de Fabián Monserrat, Juan Cabrera, Claudio Caito Fileppi y Marcelo Lamas.
Pero esta vez, el pope Colectivero se desprende del jugador mas querido, del ídolo que volvió a comienzos de año para volver a brillar, y que, a decir verdad, nunca consiguió volver a ser el goleador implacable de la temporada 2013-2014 de la B Nacional (cuando consiguió 18 tantos).
En Primera, «Pinti» apenas convirtió dos tantos (ante Rafaela y Defensa y Justicia), le atajaron un penal e incluso, fue suplente en varios pasajes del certamen.
La salida de Pinti, refleja también la política del club para encarar los siete partidos que quedan en la Primera División, que incluyen los cotejos ante River, Boca,Independiente y Racing.
Crucero se va a arreglar con lo que tiene, pase lo que pase. Y ya no hay nadie que estè a salvo de la purga en el club.
«Algunos jugadores no entendieron que este partido era una final», disparò, disgustado, Koropeski, tras la frustrante caída de hace quince días ante el Torito de Mataderos. Dìas después, despachó a sus jugadores en un coche semicama a La Paternal para enfrentar a Argentinos, una forma de viajar vàlida, pero insòlita para la elite del fútbol argentino, no importa lo modesto que sea el presupuesto del club.
Koropeski también aseguró sin dudas: «Las chances son mínimas». Y en rigor de verdad, no hizo otra cosa que ser realista. Desde ese diagnóstico el equipo, que ganó por ultima vez hace tres meses antes del receso por la Copa América, perdió 4 a 0 ante el Bicho y 3 a 1 el sábado pasado ante Lanùs en Santa Inés.
Rambert tiene tan pocos delanteros que el otro dìa hizo jugar de nueve a Ariel Còlzera, una posición que no es la ideal para el mediapunta. Cabe recordar que el 9 titular, Gabriel Avalos, se rompió los ligamentos y tiene para seis meses fuera de las canchas.
De esta forma, Crucero encara estos siete partidos con un único objetivo: no pasar papelones y dejar una imagen digna. Las chances matemáticas aún están, pero a juzgar por los resultados en la cancha, por el clima que hay en el club, y por el desmantelamiento anticipado de un plantel, de por sí corto, sería todo un milagro salvarse de bajar a la «B».
