Testigos confirmaron que Zorrilla manejaba el auto que atropelló y mató De La Cruz

En la la segunda jornada del debate por la muerte del gendarme José Riquelme De La Cruz en el Tribunal Federal de Posadas declaró el que le prestó el auto al policía acusado. También otros testigos que confirmaron que vieron al acusado en el rodado.
Asimismo, compareció un amigo del procesado que iba en el vehículo al momento del hecho y reconoció que atropellaron al uniformado en Itacaruaré.
Los primeros en comparecer ante los jueces Manuel De Jesús Moreira, Mario Hachiro Doi y Norma Lampugnani, fueron dos gendarmes que integraban el personal que el 11 de abril de 2013 realizaban un control sobre la ruta provincial 4.
Se trata de Carlos Ramírez y Gilberto Pereyra. Los uniformados no estuvieron en el momento del accidente ya que formaban parte del grupo que montó el primer control, el que evadió dando la vuelta en U el ex cabo de Policía, Daniel Zorrilla.
Ellos vieron cómo el Mégane que conducía Zorrilla al ver su puesto giró y regresó al otro puesto donde ocurrió el choque.

El primero en llegar
Después prestó declaración el cabo de Policía Fabio Peralta (32) quien fue el primer uniformado provincial en llegar a la escena donde habían atropellado a De La Cruz. “Trabajaba en ese momento en el destacamento de Seguridad Vial y me avisaron del accidente en el kilómetro 14. Cuando llegué observé al gendarme fallecido, lo conocía del pueblo, sabía quién era”, dijo.
A su vez manifestó que “después se hizo presente Ricardo Melo diciendo que el auto del accidente era suyo y que se lo había prestado al policía Zorrilla. Vino en un VW gol gris”, agregó.
Otro uniformado en declarar fue Julio Ojeda (39) quien trabajaba e el destacamento ubicado en el paraje Tres Esquinas, sobre la ruta Provincial 4 a unos kilómetros del lugar de accidente. “El día del hecho Zorrilla vino en un Renault Mégane a traerme una plata de un adicional que había hecho. Estaba con otro muchacho, era de mañana. Luego se fueron en dirección San Javier-Alem”, indicó.

Compinche
También llegaría la hora de declarar para Ricardo Melo, quien le prestó el auto al imputado. “Era de mi madre y Zorrilla era mi compinche por eso se lo presté. Me dijo que tenía que ver a una chica. Eso pasó a la mañana del 11 de abril, a la tarde yo me enteré que había un accidente cuando estaba en el centro y fui a ver. Ahí noté que era el auto de mi madre y bajé a preguntar qué pasaba”.
Cuando los magistrados y la fiscal Vivian Barbosa le preguntaron si sabía lo que llevaba Zorrilla en su auto, dijo desconocer totalmente. Esto de algún modo no coincide con lo que habían dichos los gendarmes el primer día, cuando apuntaron que Melo llegó y en broma dijo “tanto lío por siete cajas” (cigarrillos) sin saber que habían atropellado y matado al suboficial De La Cruz.
Otros dos que declararon fueron Héctor Espíndola (55) y Juan Balmaceda (36), ambos de San Javier. No aportaron muchos datos y en el caso del primero pareció claramente un testimonio inducido. En todo momento la fiscal le recriminaba que no mirara al abogado defensor para responder sus preguntas. Dijo entre otras cosas, que él pasaba por el lugar y escuchó un golpe como un accidente. Volvió a mirar y aseguró ver dos autos, un celeste con las puertas abiertas (Mégane) y otro de color azul. Este fue el primero en declarar en consonancia con Zorrilla, quien en su indagatoria afirma haber esquivado a un coche que se le cruzó y en eso choca a De la Cruz.
Por último llegó Lucas Machado, el acompañante de Zorrilla. Básicamente lo que hizo el joven de 21 años fue reforzar la teoría del imputado y reconoció que manejaba el auto como así también que atropellaron a una persona pero nos sabía que era un gendarme. “Ese día Zorrilla me fue a buscar para ir a dar una vuelta por San Javier y luego a Alem. Cuando nos regresábamos de esa localidad, vimos un auto al costado de la ruta y paramos. Nos ofreció 800 pesos para llevar cigarrillos hasta el cruce de San Javier. Cuando vimos a un hombre correr hacia la ruta y colocar un cono, a esos de 200 metros de nosotros, dimos la vuelta. Ahí un auto azul que venía en sentido contrario se atravesó en la ruta”, agregó.
Dijo que para evitar colisionar con ese rodado, su amigo hizo una maniobra brusca y fue allí que se topó con un hombre que según él se tiró arriba del auto. Agregó que cuando reaccionó su compañero estaba conmocionado y no se movía. “Ahí le dije para irnos porque nos estaban disparando”.
El debate continuará el viernes con otros siete testigos y recién después de eso el tribunal decidirá si hace lugar al pedido de la defensa de hacer una reconstrucción del hecho.

 

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