Una vez más, la salida del Clemente Argentino Fernández de Oliveira se convirtió en una caldera, con la impaciencia de la gente ante un equipo impotente para torcer su destino de descenso.
Consumado el empate 1 a 1, los gritos empezaron a venir desde los cuatro costados, mientras el Clemente se vaciaba, con menos público que en el partido anterior ante Central Córdoba.
Los Zuccarelli habían decidido no dar la habitual atención a la prensa en el campo de juego minutos después, sino hacerlo a la salida del vestuario que da a la calle, más resguardados con una doble valla policial. Hasta los banners de publicidad estaban dispuestos en la pared externa del estadio, preparada para recibir a las cámaras.
Sin embargo, un grupo de no más de 100 hinchas se agolparon del otro lado de la doble valla de contención que dispuso la policía al grito de «andate Zuccarelli, renunciá». El tiempo pasó y la policía observaba que no se desmadrara el descontento.
Pero en un momento alguien empezó a tirar piedras, fue una, dos y a la tercera la policía salió con sus escudos a dispersar a los revoltosos. También disparó un par de balas de goma, aunque el lío no llegó a tanto como en el partido anterior.
Para no agregar más tensión o quizás porque no tienen una decisión tomada sobre su futuro en el club, los Zuccarelli mandaron a decir a los periodistas que no iban a efectuar declaraciones.
MB
EP
