El caso fue informado a la policía hoy domingo cerca de las 13.45. Un niño de tres años de edad, integrante de la aldea Tekoa Arandú, ubicada en el kilómetro 64 de esa localidad se encontraba jugando en las afueras de su vivienda y sufrió un impacto eléctrico que le quitó la vida casi en el acto.
El magistrado interviniente en la causa dispuso que el cuerpo, tras el examen correspondiente, sea entregado a sus familiares para inhumación. Actuaron efectivos de la comisaría local.