«La carrera de genética sigue teniendo mucho futuro»

Cuando hace 40 años el posadeño Mario Rubén Beltrami impulsó la creación de la primera carrera de genética en el país, la Licenciatura de la Universidad Nacional de Misiones, faltaban varias décadas para la explosión de esta disciplina en campos tan diversos como el diagnóstico de enfermedades, el mejoramiento de especies vegetales o los exámenes de filiación. Pero él estaba convencido y decidido: “Mi cabeza no dejaba de dar vueltas y vueltas. No podía dormir pensando que teníamos que enseñar esas ciencias tan abarcativas”, recuerda hoy, a los 88 años. La carrera no sólo tuvo un impacto académico sino también social, porque permitió el intercambio con personas procedentes de todo el país y del exterior.

En el Congreso Nacional de Estudiantes de Genética el profesor e investigador Alberto Fenocchio propuso que Mario Rubén Beltrami, impulsor de la carrera, reciba el Doctor Honoris Causa de la Universidad.

Hoy, -precisamente luego de este primer Congreso que se realizó en Posadas del 18 al 20 de agosto pasado para conmemorar el aniversario-, dialogamos con Beltrami sobre aquella epopeya y sobre el pasado y futuro de la especialidad.

 

¿Qué lo atrajo de la genética?

Luego de graduarme en la Universidad Nacional de La Plata en 1954, trabajé como profesor de biología en Posadas y en 1966 me trasladé a Brasil para hacer algunos estudios de posgrado. Conocí varios investigadores genetistas y visité centros de genética en San Pablo. En el viaje de regreso, me convencí de que teníamos que enseñar aquí esas ciencias que servían para el mejoramiento de tantas especies vegetales y animales. Y que también podían tener implicancias en la salud humana. Era algo que debía hacer. Y no iba a parar hasta lograrlo. Así que retomé mi labor en el profesorado en ciencias naturales, continuando el dictado de cursos de genética, y organicé con los colegas del Instituto del Profesorado de Misiones visitas a personalidades, para emprender mi sueño. Comenzó a promoverse la creación de una universidad en la provincia, en 1971, y pasé a ser miembro titular del Movimiento Pro-Universidad Nacional de Misiones.

 

A la distancia, ¿qué promesas de la genética se cumplieron y cuáles no?

Y… yo creo que para mí se cumplieron muchas. Desde hace 40 años salen excelentes profesionales. ¿Qué más puedo pedir?

 

Si alguien le ofreciera secuenciar todo su genoma, a usted o a miembros de su familia… ¿lo haría? ¿Cuáles son los riesgos?

Sí, ¿por qué no? Ya estoy viejito, pero mientras sirva para la ciencia o resulte útil para información o registro de mi familia, lo haría con mucho gusto.

 

¿Qué siente cuando escucha que hay genetistas destacados en Argentina y en el mundo, desde Inglaterra y Alemania hasta Estados Unidos y Brasil, que salieron de esta universidad y de esta provincia?

Mucho orgullo. Me emociona saber que se pudo… que toda esa fuerza, esas ganas y noches sin dormir, hayan tenido sentido. Y que la carrera siga teniendo mucho futuro. Además, a diferencia de antes, hoy la gente ya sepa que es la genética y cuál es su importancia para la salud humana o el mejoramiento de vegetales y animales. Eso me da mucha paz.

 

¿No cree, sin embargo, que la genética a veces tiene mala prensa? Por ejemplo, cuando se habla de alimentos transgénicos.

Yo creo que todo depende de la responsabilidad del profesional, de la ética y de los principios, como en todas las profesiones, toda ciencia sirve tanto para hacer el bien como para hacer el mal.

 

¿Qué mensaje les dejaría a los jóvenes que eligen la genética como profesión y a los profesionales en ejercicio?

Que estudien mucho. Que aprendan y sean tenaces como yo lo fui para lograr con convicción mi desafío. Porque cuando uno quiere y da todo, se puede.

 

Gentileza: Verónica Graciela Teza (Mgter en Biotecnología y Lic. en Genética )

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