Hoy se celebra el Día mundial del Folklore

Hoy es el Día Mundial del Folklore y Día del Folklore Argentino. La fecha se festeja en nuestro país, por el nacimiento del investigador y docente Juan Bautista Ambrosetti, reconocido como el «padre de la ciencia folklórica argentina».

La Unesco declaró el 22 de agosto como el Día Mundial del Folklore, fecha elegida en recuerdo de aquel 22 de agosto de 1846, cuando el arqueólogo británico William G. Thorns publicó en la revista londinense ‘Atheneum’ una carta en la que utilizó por primera vez el término ‘folklore’,

En 1960 se realizó en la ciudad de Buenos Aires, el Primer Congreso Internacional de Folklore, donde asistieron representantes de treinta países que decidieron instaurar el 22 de agosto como Día Mundial del Folclore.

Y en honor al investigador argentino Juan Bautista Ambrosetti (1865-1917) se celebra hoy el Día del Folclore Argentino.
Ambrosetti nació el 22 de agosto de 1865 en Gualeguay (Entre Ríos), hijo de un inmigrante lombardo que construyó una sólida posición económica en el comercio.

En 1871 la familia se traslada a Buenos Aires y allí Juan Bautista se casa con Helena, hija del reconocido naturalista Eduardo Holmberg, y se incorpora, por esta vía, a la élite porteña conformada por las antiguas familias criollas (la mayoría de los intelectuales, académicos y líderes políticos estaban emparentados y se imaginaban a sí mismos como pertenecientes a un grupo aristocrático).

Como muchos de su generación, Ambrosetti fue un autodidacta en ciencias naturales ya que abandonó los estudios secundarios antes de finalizarlos y careció de una educación universitaria sistemática.
Eso no impidió que se formara al lado de prestigiosas figuras como Florentino Ameghino y su suegro Eduardo Holmberg, y adquirió amplia experiencia como naturalista viajero realizando largos itinerarios de exploración científica a remotos parajes de la Argentina como se verá más adelante.

El investigador entrerriano impulsó la creación del Etnográfico, el primer museo antropológico universitario independiente de las ciencias naturales.
También fue el iniciador en el país de la exploración arqueológica con criterio estrictamente científico y el primero en realizar estudios sistemáticos del folklore nacional por lo que se le llama el «Padre de la ciencia folklórica».
Se desempeñó como profesor de arqueología americana y fue titular del Museo Etnográfico de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, que hoy lleva su nombre y del que fue su director desde 1905 hasta el año de su muerte.
Gracias al incesante trabajo de este investigador, se pudieron conocer zonas alejadas del Noroeste, y hasta pudo hallar una antigua población indígena en Tilcara y ciudades prehistóricas en La Paya, Salta.
Es uno de los sabios precursores del estudio del folclore argentino: su libro «Supersticiones y leyendas» constituye un valioso aporte para el conocimiento de la cultura calchaquí.

En la multifacética obra de Ambrosetti (que comprendió una enorme gama de estudios históricos, etnográficos, lingüísticos, arqueológicos y antropológicos) se incluyen trabajos sobre supersticiones y leyendas, sobre historia, lenguajes indígenas o utilización de metales en la zona de los valles calchaquíes.
Fue pionero en el estudio del folclore nacional y en utilizar el término en sentido estricto, es decir, definido como «el conjunto de tradiciones, leyendas, creencias y costumbres de carácter popular, que definen la cultura de una determinada región».

Ambrosetti fue un gran investigador, poseedor de una vasta obra que todavía hoy es utilizada como material de consulta.
Toda su vida la dedicó al estudio de nuestro pasado, recopilando datos, acumulando material, con grandes sacrificos y muchos días de “penurias y escaceces”, según palabras de su discípulo (Salvador Debenedetti).
Sus virtudes fueron las que necesita todo investigador: paciencia y dedicación y algo de optimismo, también fundamental a la hora de buscar datos.

Pasaba largas y frías noches a la intemperie realizando sus exploraciones y recibía aplausos y gritos de la numerosa gente que se apostaba en el camino de los pueblos a los que arribaba.

La última etapa de su obra y de su vida fue de absoluta consagración al Museo Etnográfico, fundado en 1904.
En 1905 dirigió la primera expedición arqueológica con destino a Pampa Grande, en la provincia de Salta.
Con ese viaje se iniciaron los estudios sistemáticos del Noroeste argentino que, si bien eran ya numerosos, carecían de la documentación pertinente que se exige en disciplinas de esta naturaleza.

Ambrosetti -junto a docentes y alumnos- realizó viajes a la grandiosa ciudad prehistórica de La Paya, en el corazón del Valle Calchaquí, al sorprendente Pucará de Tilcara, en la Quebrada de Humahuaca, a los lejanos e inhospitalarios valles catamarqueños, y a las casi inaccesibles mesetas tucumanas así como a las planicies pampeanas, las solitarias tierras magallánicas y las pantanosas islas del Delta del Paraná.

La obra de Ambrosetti comprende una amplia gama de estudios históricos, etnográficos, lingüísticos, arqueológicos y antropológicos; fue pionero en el estudio del folclore nacional y es considerado el iniciador de la arqueología científica nativa.-

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