Karen Fleitas (20) tuvo un accidente muy grave hace 3 años a poca distncia del puente curvo. La dieron por muerta, estuvo en coma inducido por más de un mes y pasó tres meses internada en terapia intensiva. Ese accidente cambió su vida y decidió estudiar medicina para ayudar a otros, hoy es una muy buena alumna que ya se encuentra en tercer año.
Si de milagros se puede hablar, hay que conocer la historia de Karen Fleitas. El jueves 11 de mayo de 2012, cuando tenía 17 años. se despertó como cualquier otro día pero un poco ansiosa, porque recibió un mensaje de su amigo y compañero de quinto año: Elías. Él le contaba que iba a pasar a buscarla con su papá para ir a la escuela (EPET de Puerto Piray) y que tenía en su poder los abrigos para los chicos del curso, cada uno con sus respectivos nombres y el logo que habían elegido.
“Cursábamos el quinto año y yo iba con el papá de un compañero y con mi compañero en el auto, me senté atrás pero sin cinturón y no recuerdo nada del accidente, me acuerdo hasta que me subí al auto y nos íbamos pero nada más, tengo imágenes vagas después como de haber estado en una ambulancia, pero me desperté después de un mes recién sin saber qué había pasado”, relató.
La joven detalló que aunque no lo recuerda le contaron que luego del puente «Banana», un auto proveniente de Montecarlo perdió el control en la ruta y venía de frente a ellos haciendo trompos. “Me dijeron que el auto quedó arriba del nuestro”, indicó y agregó “pero la verdad que yo no me acuerdo de ese momento, sé que el señor de Montecarlo falleció en el acto y que los tres ocupantes del otro auto tuvimos complicaciones porque fue un accidente muy grave. A mí por empezar me dieron por muerta, hasta que se dieron cuenta que en realidad estaba viva, y me llevaron al hospital como a los demás”.
Karen cuenta que «estuve en coma inducido por más de un mes y estuve 3 meses internada en terapia intensiva, me extirparon el bazo, me colocaron un clavo endomedular en la tibia y me realizaron una sutura importante en la cabeza”.
“A Elías le sacaron una porción de intestino y le realizaron una sutura importante en la frente. Y al papá le realizaron una traqueotomía y otras cosas más”, recuerda.
Karen solo tiene palabras de agradecimiento doctores y enfermeras que estuvieron a su cuidado. «Hicieron un trabajo excelente todos. Eran como ángeles que Dios puso en ese momento para estar a mi lado”.
Ese accidente le cambió la vida. Siempre quiso ser ingeniera civil, pero el tiempo en el hospital le permitió reflexionar. «Muchas cosas cambiaron en mi vida. Al estar tanto tiempo en el hospital me di cuenta que si estudiaba medicina podía salvar vidas. Y el doctor Cristóbal Vento, jefe de Terapia Intensiva en ese momento, fue mi inspiración, porque era un doctor y amigo y me transmitía mucha seguridad, mucha paz, me sentía acompañada y segura”.
“Había una enfermera también que me ponía música cristiana en el celular y me hacía escuchar, y yo aunque estaba mal me sentía bien, sentía que Dios no me abandonó nunca”, contó.
«El día que tenía que decidirme qué estudiar, todo se dio de manera natural y sin esfuerzo para estudiar medicina. Es mi forma también de devolver todo lo bueno que recibí para poder brindarlo a otros”, explicó.
Hoy Karen tiene 20 años y es una muy buena alumna de Medicina en Corrientes. “Estoy muy contenta de la carrera que elegí y espero poder ser tan buena doctora como los médicos que me atendieron a mí en el hospital Samic de Eldorado”, aseveró.
La joven del barrio Belgrano señaló que tiene 2 hermanos, un hermano de 14 y una hermanita de 9, mi mamá es maestra jardinera y licenciada en psicopedagogía “y estuvo siempre a mi lado en el hospital y mi papá también, él tiene una librería y juguetería. A los dos también les agradezco por todo, porque me transmitían fortaleza en ese momento tan difícil” indicó.
En este marco también expresó “pero sobre todo le agradezco a Dios porque me permitió volver a vivir, por no abandonarme nunca y por poner personas tan buenas al lado mío en esos momentos”.
Para finalizar, la joven eldoradense dejó una reflexión: “Me gustaría que los conductores tomen conciencia y conduzcan prudentemente y tengan más cuidado al manejar, sepan que la velocidad debe descender considerablemente si es un día de lluvia, respeten las normas de tránsito, y si están atrasados y van a llegar tarde, lleguen tarde, pero lleguen! Piensen por favor ser prudentes salva vidas, porque solo así nos podemos cuidar entre todos los que debemos transitar por las rutas. Creo que entre todos podemos reducir los índices de muertes por accidentes viales, solo hay que tomar conciencia y ser prudentes, piénsenlo por favor, cuídense y también cuiden a los demás”.
